REDACCIÓN
Comité cientíco Argentina: Lila Almirón (Universidad Nacional de Corrientes); Marce-
lo Cetkovich Bakmas (Universidad Favaloro); Jorge Nazar (Universidad
Nacional de Cuyo); Jorge Pellegrini (Universidad de La Punta); Lía Ricón
(Universidad de Buenos Aires); Sergio Rojtenberg (Instituto Universita-
rio de Salud Mental); Analía Ravenna (Universidad Nacional de Rosario);
Eduardo Rodríguez Echandía (Universidad Nacional de Cuyo); Alberto
Sassatelli (Universidad Nacional de Córdoba); Carlos Solomonoff (Con-
sultor independiente); Manuel Suárez Richards (Universidad Nacional de
La Plata); Miguel Ángel Vera (Universidad Nacional del Comahue); Hugo
Vezzetti (Universidad de Buenos Aires).Bélgica: Julien Mendlewicz
(Universidad Libre de Bruselas). Brasil: Joao Mari (Consultor indepen-
diente); Colombia: Rodrigo Noel Córdoba (Universidad del Rosario).
Chile: Andrés Heerlein (Universidad del Desarrollo); Fernando Lolas
Stepke (Universidad de Chile). España: Rafael Huertas (Consejo Supe-
rior de Investigaciones Cientícas); Valentín Baremblit (Centre d’aten-
ció, docència i investigació en Salut Mental). Francia: Thierry Tremine
(Consultor independiente); Bernard Odier (Fédération Francaise de
Psychiatrie). Italia: Franco Rotelli (Centro de Estudios e Investigación
sobre Salud Mental). México: Sergio Villaseñor Bayardo (Universidad
de Guadalajara). Perú: Renato Alarcón (Universidad Cayetano Heredia).
Reino Unido: Germán Berrios (Universidad de Cambridge). Suecia:
Lenal Jacobsson (Umeå University). Suiza: Nelson Feldman (Hospital
Juan Carlos Stagnaro (Universidad de Buenos Aires).
Santiago Levín (Universidad de Buenos Aires).
Martín Nemirovsky (Proyecto Suma).
Martín Agrest (Proyecto Suma).
América Latina: Cora Luguercho (Asociación de Psiquiatras Argentinos,
Argentina).
Europa: Dominique Wintrebert (Asociación Mundial de Psicoanálisis,
Francia), Martín Reca (Association Psychanalitique de France, Francia),
Eduardo Mahieu (Cercle d’etudes psychiatriques Henri Ey, Francia),
Federico Ossola (Hôpital Psychiatrique Paul Guiraud, Francia).
EE. UU. y Canadá: Daniel Vigo. (University of British Columbia, Canadá).
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Vertex Revista Argentina de Psiquiatría. (2025). 36(168): 6-105. Vertex Revista Argentina de Psiquiatría, es una publicación de Polemos SA. Los artículos
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REDACCIÓN
Martín Agrest (Proyecto Suma), Norberto Aldo Conti (Hospital “José
T. Borda”), Juan Costa (Hospital de Niños "R. Gutiérrez"), Gabriela S.
Jufe (Consultor independiente), Eduardo Leiderman (Universidad de
Palermo), Alexis Mussa (Consultor independiente), Esteban Toro
Martínez (Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia
de la Nación), Fabián Triskier (PAMI e INECO), Ernesto Walhberg
(Consultor independiente), Silvia Wikinski (CONICET, Universidad de
Buenos Aires).
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Comité de redacción Secretario: Martín Nemirovsky (Proyecto Suma, Buenos Aires, Argentina).
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cia (Universidad de Buenos Aires, Argentina); Julián Bustin (Universidad
Favaloro, Argentina); José Capece (Consultor independiente, Argentina);
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gentina); Aníbal Goldchluk (Consultor independiente, Argentina); Ser-
gio Halsband (Asociación de Psiquiatras Argentinos, Argentina); Luis
Herbst (Consultor independiente, Argentina); Edith Labos (Universidad
de Buenos Aires, Argentina); Elena Levy Yeyati (Asociación Mundial de
Psicoanálisis, Francia); Silvina Mazaira (Hospital “T. de Alvear, Argentina);
Mariana Moreno (Consultor independiente, Argentina); Mariano Motu-
ca (Universidad Nacional de Cuyo, Argentina); Nicolás Oliva (Cuerpo
Médico Forense, Argentina); Federico Pavlovsky (Dispositivo Pavlovsky,
Argentina); Ramiro Pérez Martín (Fuero de Responsabilidad Penal Juve-
nil, Argentina); Diana Zalzman (Universidad de Buenos Aires, Argentina);
Judith Szulik (Universidad de Tres de Febrero, Argentina); Juan Tenconi
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and Health Sciences, Universidad del Rosario). Venezuela: Miguel Ángel
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Mahieu (Cercle Henri Ey). Reino Unido: Catalina Bronstein (British
Psychoanalytic Association).
Corresponsales
Universitario de Ginebra). Uruguay: Humberto Casarotti (Universidad
Católica); Álvaro Lista (MacGill University). Venezuela: Carlos Rojas
Malpica (Universidad de Carabobo).
Comité cientíco
EDITORIAL
A nes del mes de abril del corriente año se celebró, en Mar del Plata, el
XXXVIII Congreso Argentino de Psiquiatría y Salud Mental, organizado
por la Asociación de Psiquiatras de Argentina (APSA). En esa ocasión
asumió la presidencia de la entidad el Dr. Esteban Toro Martínez, desta-
cado especialista en psiquiatría, miembro del Cuerpo Médico Forense
de la Justicia Nacional y de nuestro Comité de Redacción. Una inusita-
da cantidad de socios participaron en la Asamblea anual de APSA para
consagrarlo en el cargo, reconociendo en él un merecido liderazgo que
lo habilita para dirigir la institución y colocarla en la senda que merece
como la más importante del país en la especialidad.
Especialmente en tiempos como los que corren, en los que las falencias
existentes en las políticas de salud pública y, en particular, en el campo
de la Salud Mental, se incrementan incesantemente ante la insensibilidad
de los responsables de resolverlas, al tiempo que las condiciones de
trabajo de los y las psiquiatras y demás trabajadores de la salud mental,
en las obras sociales y las empresas de medicina prepaga se deterioran
de más en más.
Durante el discurso de apertura del Congreso mencionado el Dr. Toro
Martínez, entre otras consideraciones atinentes al innovador proyecto
que planteó impulsar durante su presidencia, destacó un pasaje de la ho-
milía que pronunció el Papa Francisco el 12 de junio de 2016 con motivo
del Jubileo de los Enfermos y Discapacitados.
Además de ociar como un merecido recordatorio de ese ilustre ar-
gentino que acababa de fallecer, el mensaje de Jorge Bergoglio en esa
oportunidad, certeramente elegido, interviene la realidad actual desde
el discurso de la doctrina social del pensamiento cristiano, pero va más
allá, y adquiere un valor universal para todos los que, creyentes o no,
o miembros de otros credos, coincidan en su profundo contenido de
defensa de la justicia social, la solidaridad, la denuncia de la desigualdad
en el acceso a la salud, la discriminación del diferente y del débil, la lucha
contra el estigma, contra el hedonismo fácil y el individualismo y la salud
entendida como negocio.
Dijo Bergoglio: “En realidad, todos, tarde o temprano, estamos llamados
a enfermarnos, y a veces a combatir, contra la fragilidad y la enfermedad
nuestra y la de los demás.
Y esta experiencia tan típica y dramáticamente humana asume una gran
variedad de rostros. En cualquier caso, ella nos plantea de manera aguda
y urgente la pregunta por el sentido de la existencia. En nuestro ánimo
se puede dar incluso una actitud cínica, como si todo se pudiera resol-
ver soportando o contando sólo con las propias fuerzas. Otras veces,
por el contrario, se pone toda la conanza en los descubrimientos de
la ciencia, pensando que ciertamente en alguna parte del mundo existe
una medicina capaz de curar la enfermedad. Lamentablemente no es así,
e incluso aunque esta medicina se encontrase no sería accesible a todos.
La naturaleza humana […] lleva inscrita en sí la realidad del límite. Co-
nocemos la objeción que, sobre todo en estos tiempos, se plantea ante
una existencia marcada por grandes limitaciones físicas. Se considera
que una persona enferma o discapacitada no puede ser feliz, porque es
incapaz de realizar el estilo de vida impuesto por la cultura del placer
y de la diversión. En esta época en la que el cuidado del cuerpo se ha
convertido en un mito de masas y por tanto en un negocio, lo que es
imperfecto debe ser ocultado, porque va en contra de la felicidad y de
la tranquilidad de los privilegiados y pone en crisis el modelo imperante.
Es mejor tener a estas personas separadas, en algún ‘recinto’ –tal vez do-
rado– o en las ‘reservas’ del pietismo y del asistencialismo, para que no
obstaculicen el ritmo de un falso bienestar. En algunos casos, incluso, se
considera que es mejor deshacerse cuanto antes, porque son una carga
económica insostenible en tiempos de crisis. Pero, en realidad, con qué
falsedad vive el hombre de hoy al cerrar los ojos ante la enfermedad y la
discapacidad […] El mundo no será mejor cuando este compuesto so-
lamente por personas aparentemente «perfectas», sino cuando crezca la
solidaridad entre los seres humanos, la aceptación y el respeto mutuo”.
EDITORIAL
Juan Carlos Stagnaro
ÍNDICE
6
15
Editorial
Artículos
Experiencias de familiares ante la primera crisis de personas con problemáticas severas
de salud mental. Marina Ayelén Fernández
Caracterización de los egresos por salud mental en el Hospital General de Agudos “J.
M. Ramos Mejía” de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina, durante el perio-
do 2018-2023. María Laura Scévola, Gabriel Hagman, Aldana Lorena Cantero, Nicolás Ariel
Staorini, Ana Laura Azrilevich, Melina Rosales, Sara Ardila-Gómez
Análisis de la información sobre internación en Hospitales Generales en la Argentina.
Daniela Emilce Bonanno, Florencia Maite Badano, Silvina Virginia Bernasconi, Natalia
Karina García, Sara Ardila-Gómez
Infusiones de ketamina a dosis subanestésicas para la depresión mayor resistente al tra-
tamiento: protocolo de aplicación en un hospital público de Argentina. Micaela Dines,
Adriana Bulacia, Paloma Bamondez, Irene Luis Vega, Micaela Montenegro, Pablo Germán
Díaz, Paula Oyhamburu, Ana Laura Ramos, Florencia Ambrosio, Gustavo Vázquez
Población joven con queja cognitiva: performance neuropsicológica y síntomas neurop-
siquiátricos. Florencia Deschle, Sofía Caporale, María Cecilia Moreno, Cecilia Verónica
Cervino, María Laura Saglio, Guillermo Pablo Povedano, Waleska Berrios
Uso de psicofármacos para el tratamiento de ansiedad durante el aislamiento por
COVID-19 en mujeres detenidas en Santa Fe en 2020. M. Virginia Canto
Frecuencia de síntomas obsesivo-compulsivos (SOC) en estudiantes de Medicina y su po-
sible asociación con antecedentes de faringitis a repetición. Juan Manuel Duarte, Osvaldo
Juan Ponzo, Marcelo Fabián Garro, Francisco José Appiani
Factores asociados a la cibercondría en estudiantes de Medicina peruanos: un estudio
transversal analítico. Rodrigo Robles-Mariños, Juan Carlos Bazo-Alvarez, Germán F.
Alvarado
Primer Consenso Argentino sobre el manejo del Trastorno por Décit de Atención
e Hiperactividad en la adultez. Tercera parte: tratamiento integral del TDAH. Andrea
Abadi, Marcelo Cetkovich-Bakmas, Hernán Klijnjan, Norma Echavarria, Alicia Lischins-
ky, Pablo López, Claudio Michanie, Tomás Maresca, Carolina Remedi, Osvaldo Rovere,
Fernando Torrente, Marcela Waisman Campos, Gerardo Maraval, Teresa Torralva, Diego
Canseco, Amalia Dellamea, Andrea López Mato, Gustavo Vázquez, Alejo Corrales
El rescate y la memoria
Situación legal de los alienados en Buenos Aires a principios del siglo XX
Lecturas
La tragedia de las instituciones de Salud Mental. Juan A. Garralda. Juan Carlos Stagnaro
27
33
39
45
53
60
100
73
104
3
Investigación original
6
Resumen
Introducción: Ante la primera crisis los familiares de personas con problemáticas severas de salud mental
enfrentan una serie de situaciones que impactan negativamente sobre ellos. Objetivo: Describir y analizar las
experiencias de los familiares de personas con problemáticas severas ante la primera crisis. Método: Se realizó
un estudio descriptivo con una muestra seleccionada intencionalmente. Se realizaron 15 entrevistas basadas
en un guion. El análisis fue cualitativo. Resultados: Las experiencias ante la primera crisis generan sufrimiento
en todo el grupo familiar, siendo muchas veces la cuidadora primaria la más afectada. Al referirse a los trabaja-
dores de salud mental, los entrevistados/as coincidieron en que cuando éstos las incluyen, en tanto familiares,
favorecen cambios no sólo en la vida de las personas con problemáticas severas de salud mental sino en las
de ellas mismas y de todo el grupo familiar, destacando sus intervenciones como oportunidades de mejorar la
calidad de vida. Conclusiones: Desde hace algunos años se plantea que las familias son el punto ciego del campo
de la Salud Mental, en la medida en que organizan y proveen cuidados, prestan apoyos durante y a partir de la
primera crisis, sufren junto a las personas con problemáticas severas de salud mental, pero muchas veces son
invisibles para los servicios y el sistema de salud mental, y se ven empujadas a pedir ayuda ante las situaciones
que se les plantean por fuera de este último.
Palabras clave: familia, cuidadores, problemáticas severas de salud mental, primera crisis
Abstract
Introduction: After the rst crisis, family caregivers of persons with severe mental health conditions face situations
that impact not only them but also affecting the recovery of these persons. Objective: To describe and analyze the
experiences of family caregivers of people with severe mental health conditions after the rst crisis. Methods: Quali-
tative research was conducted. The sample was selected intentionally. Semi-structured interviews (n=15) were carried
out. The analysis was qualitative. Results: Participants explained that the experiences after the rst crisis generated
severe suffering in the family as a group, and the primary caregiver being the most affected. When referring to mental
health workers, participants agreed that their support favors changes to the lives both of people with severe mental
health conditions and the family group (and the primary caregiver included). Mental health worker´s interventions are
considered an opportunity to improve their quality of life. Conclusion: It has been suggested that family caregivers
are the blind spot of the mental health eld. They organize and provide care, provide support during and after the
rst crisis, suffer with the person with severe mental health conditions, but they are invisible to mental health services.
Keywords: family, caregiver, severe mental health conditions, mental health crisis
Experiencias de familiares ante la primera crisis de personas con
problemáticas severas de salud mental
Experiences of family caregivers of people with severe mental health conditions
Marina Ayelén Fernández1
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 6-14. https://doi.org/10.53680/vertex.v36i168.829
RECIBIDO 14/3/2024 - ACEPTADO 2/5/2024
1.Doctora en Psicología, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Instituto de investigaciones, becaria postdoctoral CONICET. Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, Argentina. https://orcid.org/0000-0001-5767-4047
Correspondencia:
fernandez.marina84@gmail.com
https://doi.org/10.53680/vertex.v36i168.829
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Experiencias de familiares ante la primera crisis de personas con problemáticas severas de salud mental
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 6-14.
Introducción
En los últimos cincuenta años -en el marco de la
transformación de la atención psiquiátrica- se pro-
dujo una transición en el cuidado de personas con
problemáticas severas de salud mental, que implicó el
pasaje de sistemas formales de cuidado a sistemas in-
formales (Gater et al., 2015). Los sistemas informales
son aquellos que se caracterizan por ser organizados y
provistos por personas de la red social del receptor del
cuidado, generalmente los familiares, de forma volun-
taria y sin que medie remuneración alguna (Gargolo
et al., 2020; Fernández, 2021; Gulayin, 2022).
En el intento de organizar y proveer los cuidados
que las personas con problemáticas severas de salud
mental requieren a partir de la primera crisis, los fa-
miliares deben enfrentar una serie de situaciones que
muchas veces les generan un impacto físico, emocional,
económico y social, conocido como carga familiar (Gu-
layin, 2022). Sobre este tema se han desarrollado nume-
rosas investigaciones que muestran que, aun en contex-
tos muy diferentes, la carga familiar en cuidadores de
personas con problemáticas severas de salud mental es
muy importante (Ribé Butrón, 2014; Salazar-Torres et
al., 2019; Dos Santos et al., 2020; Iyidobi et al., 2022).
La literatura cientíca sugiere que entre las situa-
ciones que los familiares deben enfrentar a partir de
la primera crisis se destacan la desesperación de no
entender qué sucede con el familiar y no saber qué ha-
cer, la desorganización de la vida cotidiana de toda la
familia, el dolor que produce el diagnóstico, la falta
de información para organizar y proveer cuidados, la
soledad, la culpa sobre todo de progenitores y herma-
nos, el estigma y la vergüenza, la preocupación por
el futuro del familiar, la falta de apoyo profesional y
las dicultades nancieras (Biegel & Yamatani, 1987;
Wainwright et al., 2014; Chang et al., 2017; Krup-
chanka et al., 2017).
Algunos autores sostienen que tales situaciones,
y muchas veces la carga familiar que ellas conllevan,
repercuten negativamente en la recuperación de las
personas con problemáticas severas de salud mental
(Lowyck et al., 2004). En consonancia con lo anterior,
existe evidencia que indica que las intervenciones fami-
liares se asocian a la reducción de los tiempos de inter-
nación, así como la cantidad de internaciones y re in-
ternaciones (Bird et al., 2010; Wainwright et al., 2013).
Entonces, dada la centralidad que las intervencio-
nes familiares tienen en la recuperación de las per-
sonas con problemáticas severas de salud mental, la
importancia de realizarlas tempranamente ha sido
reconocida por académicos y organismos nacionales
e internacionales de referencia en la materia (OPS,
1990, 2010; MINSAL, 2018; Vasava, Majhi et al.,
2022). Sin embargo, hoy en día tales intervenciones
son poco frecuentes en la práctica cotidiana de los tra-
bajadores de salud mental (TSM) (Hem et al., 2022;
Gulayin, 2022).
En ese sentido, es de mencionar que las personas
con problemáticas severas de salud mental, los TSM
y los familiares, explican de modo distinto dicho fe-
nómeno. Las personas con problemáticas severas de
salud mental se oponen a las intervenciones familia-
res porque temen que impacte negativamente sobre su
privacidad, autonomía y la toma de decisiones respec-
to del tratamiento (Murray-Swank et al., 2007).
Los TSM reportan bajas expectativas de que los fa-
miliares realmente se involucren, desconocimiento de
las situaciones que los familiares enfrentan a la hora de
proveer los cuidados y los benecios que las interven-
ciones familiares tienen en la recuperación de las per-
sonas con problemáticas severas de salud mental, resis-
tencia a esta modalidad de abordaje por el tiempo que
implica y preocupaciones ligadas a los conictos éticos,
especialmente a la condencialidad (Landeweer et al.,
2017; Hem et al., 2022; Vasava, Majhiet al., 2022).
Por su parte, los familiares sostienen que el argu-
mento de las preocupaciones sobre la condenciali-
dad es una excusa para excluirlos y señalan que su voz
no es escuchada. También reclaman que sólo reciben
exigencias respecto del cuidado y cumplimiento del
tratamiento por parte de los TSM, lo cual es vivencia-
do como un traspaso de responsabilidades (Olasoji et
al., 2017; Hem et al., 2022; Vasava, Majhi et al., 2022).
Adicionalmente, los familiares demandan que
se los tenga en cuenta en las intervenciones de sa-
lud mental, que se les brinde mayor información y
orientación respecto de los problemas severos de sa-
lud mental que padecen sus familiares y del manejo
de situaciones de crisis, y que sus problemas de salud
derivados de las tareas de cuidado sean reconocidos y
atendidos (Tsui & Tsang, 2017; Vinacour et al., 2018;
Baessa et al., 2020; Hemet al., 2022; Hem et al., 2022;
Vasava et al., 2022).
La mayor parte de las investigaciones centradas en
los familiares de personas con problemáticas severas
de salud mental se ha desarrollado en países de Euro-
pa y Asia, siendo escaso su desarrollo en nuestro con-
texto. Algunos de los trabajos realizados en nuestro
país se centran en la carga familiar que producen los
cuidados, el estigma y la psicoeducación (Leiderman,
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Experiencias de familiares ante la primera crisis de personas con problemáticas severas de salud mental
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 6-14.
2013; Vinacour et al., 2018; Gargolo et al., 2020). En
la última década se ha trabajado en una línea de inves-
tigación que intenta comprender la perspectiva de los
familiares de personas con problemáticas severas de sa-
lud mental en relación con distintos temas (Fernández,
2017; Fernández, 2021). En ese marco se ha llevado a
cabo una investigación que tuvo por objetivo descri-
bir y analizar las trayectorias de participación social de
familiares en asociaciones de familiares de Argentina.
Entre los resultados se destaca que los familiares inician
su participación en tales asociaciones buscando alivio
ante el sufrimiento que les generan las situaciones que
deben enfrentar en la organización y provisión del cui-
dado de su familiar (Fernández, 2021).
Dado que existen estudios que indican que los TSM
no realizan intervenciones familiares porque desco-
nocen las situaciones que los familiares enfrentan a la
hora de organizar y proveer el cuidado, la centralidad
que tales intervenciones tienen en la recuperación de
las personas con problemáticas severas de salud men-
tal y que no se han encontrado estudios sobre el tema
en nuestro país, el objetivo de este trabajo es describir
y analizar las situaciones que los familiares de perso-
nas con problemáticas severas de salud mental enfren-
tan ante la primera crisis.
Métodos
Enfoque y tipo de estudio: Se trató de un estudio cua-
litativo, de tipo descriptivo, con diseño exible (Her-
nández Sampieri et al., 2005; Vasilachis de Gialdino,
2006).
Población y muestra: La población estuvo constituida
por los familiares de personas con problemáticas se-
veras de salud mental que hacen parte de asociaciones
de familiares en Argentina. Las asociaciones tienden a
agruparse por diagnóstico, y para este estudio se selec-
cionaron las relativas a las esquizofrenias y otras psi-
cosis (OMS, 2019). Al inicio del estudio (2018) había
26 asociaciones en todo el país. Para contactar a los
familiares, se escribió a las 26 asociaciones solicitando
que compartieran entre sus miembros la invitación a
participar del estudio, teniendo en cuenta los criterios
de inclusión: ser familiar cuidador de personas con
problemáticas severas de salud mental, tener partici-
pación social por un periodo mínimo de un año en
la asociación contactada (Patton, 1990). En 15 de las
26 asociaciones contactadas hubo un familiar intere-
sado en participar del estudio y con el que se logró
concretar la entrevista. Se entrevistó, entonces, a 15
familiares de personas con problemáticas severas de
salud mental, miembros de asociaciones diferentes. Es
de señalar que en las otras nueve asociaciones no fue
posible realizar entrevistas porque la asociación ya no
se encontraba en funcionamiento, porque no se logró
coordinar la entrevista con el familiar o porque los
profesionales no permitieron el contacto con los fami-
liares porque consideraban que la entrevista telefónica
no era viable. Como puede observarse en la Tabla 1,
la muestra quedó compuesta en su gran mayoría por
mujeres, madres, jubiladas, con terciario completo en
adelante, cuidadoras primarias de su familiar.
Herramienta de producción de datos: Se realizaron
entrevistas basadas en un guion (Valles, 1999). El
guion de entrevista fue elaborado en función de los
objetivos del estudio, contó con 20 preguntas que in-
dagaban por diferentes áreas: datos personales, ante-
cedentes de participación social, primera crisis e inicio
de participación en asociaciones, roles y actividades
realizadas en las asociaciones, benecios de partici-
pación en asociaciones, transformaciones subjetivas a
partir de su participación en asociaciones. En este tra-
bajo se presentan los resultados obtenidos a partir del
grupo de preguntas que indagaban por la primera cri-
sis y el inicio de la participación social. Las entrevistas
fueron realizadas entre noviembre de 2018 y marzo de
2020; la dilación en su realización se debió al tiempo
que tomó hacer el contacto con las asociaciones, que en
muchos casos demoraron la respuesta y la aceptación
por parte del entrevistado. Es de mencionar que 11 de
las 15 entrevistas realizadas fueron telefónicas.
Análisis: Los datos se analizaron cualitativamente
(Vasilachis de Gialdino, 2006). Los resultados fueron
organizados en categorías construidas a partir de la
literatura cientíca disponible sobre el tema, con la -
nalidad de trabajar las particularidades que adquieren
localmente. Dichas categorías son: 1) la desesperación
de no saber qué hacer, de no entender qué le pasa al
familiar, 2) la desorganización de la vida cotidiana, 3)
el dolor por el diagnóstico, 4) la soledad, el estigma, la
vergüenza y la culpa, 5) la organización del cuidado,
6) la preocupación por el futuro, 7) el contacto con los
servicios de salud mental.
Aspectos éticos: Se utilizó consentimiento informado
verbal y escrito. El proyecto fue evaluado por el Co-
mité de Conductas Responsables de la Secretaría de
Investigaciones de la Facultad de Psicología de la Uni-
versidad de Buenos Aires.
9
Experiencias de familiares ante la primera crisis de personas con problemáticas severas de salud mental
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 6-14.
Resultados
1. La desesperación de no saber qué hacer: su
relación con el desconocimiento sobre este
problema de salud mental entre los familiares
Las entrevistadas explicaron que ante la primera crisis
no supieron qué hacer y que eso les había generado
desesperación. Algunas de ellas señalaron que les pa-
saban cosas que no entendían, que sus familiares con
problemáticas severas de salud mental hacían cosas
que “no les entraban en la cabeza, y que esto último
las enfrentaba con “otro” familiar del que habían co-
nocido hasta ese momento. Una de ellas lo explicó del
siguiente modo: “Cuando todo esto empezó para mí
fue durísimo porque me encontré con otro hijo (…)
que hacía cosas raras, distintas, cosas que no me en-
traban en la cabeza, que me causaban dolor”.
Las entrevistadas coincidieron en que no les resul-
tó fácil asociar tales comportamientos a problemáticas
severas de salud mental, aun cuando muchas de ellas
tenían vinculación con el área de la salud y de la salud
mental a través de sus trabajos o el de algún familiar
cercano. Desde su perspectiva, la dicultad para hacer
dicha asociación tuvo que ver con la imposibilidad de
imaginarlo y el desconocimiento de las problemáticas
severas de salud mental: “… el tema de salud no me es
ajeno por mi trabajo, tampoco salud mental (…) pero
no me sirvió de nada para conectar con esto que pasó
con mi hijo, jamás me lo hubiera imaginado, jamás.
(…) Sí veía cosas (…) mi hijo tenía cosas raras (…)
pero lo que menos pensé es que podía estar relaciona-
do con este diagnóstico” (…) “yo no sabía qué podía
ser lo que le pasaba, siendo enfermera y trabajando en
salud, no conocía.
Tanto la imposibilidad de imaginar que se trata de
un problema de salud mental como el desconocimien-
to son frecuentes entre los familiares y, junto con la
vergüenza, fueron señalados como motivos de demo-
ra de la primera consulta, la cual se realiza cuando la
crisis ya es aguda. Sus palabras fueron: “Hay mucha
gente que inicialmente no consulta por la negación o
porque (...) tiene vergüenza de decirlo.
2. La desorganización de la vida cotidiana: el
caos inicial
Las entrevistadas explicaron que en el grupo familiar
la primera crisis ocasiona una desorganización de la
vida cotidiana similar a la de una situación traumá-
tica y desoladora: “al inicio, cuando se desata esto, la
familia es un caos. Un caos tremendo, “En la familia
(...) se produce un terremoto. Tanto el sufrimiento
como la desorganización fueron señalados por las en-
trevistadas como causa de desunión, enfermedades y
problemas económicos entre los miembros del grupo
familiar, siendo algunas de sus respuestas: “La familia
se disgrega mucho, “Produce muchas enfermedades,
“Produce mucha debacle económica, muchas situa-
ciones muy complejas.
Nota: Elaboración propia.
Tabla 1. Descripción de la muestra
Edad Vínculo Nivel educativo Situación laboral
163 Madre Terciario completo En actividad
2 62 Madre Universitario completo Jubilada
3 63 Madre Secundario completo Jubilada
4 75 Madre Terciario completo Jubilada
5 63 Madre Secundario incompleto Jubilada
6 67 Madre Universitario completo Jubilada
7 61 Hermano Universitario completo En actividad
8 65 Madre Terciario completo Jubilada
9 34 Madre Universitario completo En actividad
10 76 Madre Universitario completo Jubilada
11 57 Madre Universitario completo En actividad
12 55 Madre Terciario completo En actividad
13 72 Madre Terciario completo En actividad
14 68 Madre Universitario completo Jubilada
15 56 Madre Terciario completo Jubilada
10
Experiencias de familiares ante la primera crisis de personas con problemáticas severas de salud mental
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 6-14.
3. El dolor por el diagnóstico: el anuncio de
un pronóstico “tremendo”
El sufrimiento derivado de las situaciones antes men-
cionadas se agrava con el impacto que produce el
diagnóstico. La mayoría de las entrevistadas se rerió
al sufrimiento propio, al impacto que el diagnóstico
les produjo, a la idea de derrumbe: “El mundo se te
viene abajo” o “Fue como que una losa que me cayó
encima, a la destrucción, la desesperación, la angus-
tia, que calicaron de insoportable, y la imposibilidad
de superarlo. Mientras que otras también menciona-
ron el sufrimiento del grupo familiar en su conjunto,
vinculado a la situación traumática y al panorama de-
solador que las familias enfrentan. Sus frases fueron:
“Hay un sufrimiento muy grande dentro de la familia
cuando ocurre esto, “Yo sufrí el diagnóstico, sufrimos
la familia, fue traumático, no lo podíamos superar.
El impacto que el diagnóstico genera en los fami-
liares fue asociado a los pronósticos que recibieron
que no les permitían imaginar un futuro posible para
su familiar, siendo algunas de sus respuestas: “Viste
que los pronósticos a veces son tremendos, no visibili-
zan un horizonte para nuestros hijos, “En general, los
profesionales de salud mental te hablan de lo más di-
fícil, te transmiten que no hay salida, porque te dicen
que no puede trabajar, que no puede, que no tienen
una vida como a lo mejor otras personas que tienen
períodos buenos y otros que no tanto.
4. Aislamiento, estigma, vergüenza y culpa:
dentro y fuera de la familia
Las relaciones y la dinámica familiar se modican
sustancialmente con la primera crisis y, fundamen-
talmente, al momento de recibir el diagnóstico. Las
entrevistadas explicaron que ante dichas situaciones
todo el grupo familiar se aísla por el estigma, la ver-
güenza y la culpa. Más aún, señalaron que inicial-
mente intentaron resolver la situación al interior de
la familia por lo que los otros pudieran pensar y por
la vergüenza que les generan los comportamientos de
su familiar. Con respecto a la culpa, varias de las per-
sonas entrevistadas señalaron que es algo que no sólo
sienten los padres o las madres, en la medida en que
se sienten responsables del problema de salud mental
de sus hijos, sino que también los hermanos, al pensar
en los proyectos y la vida que ellos pueden desarrollar
y la sensación de que su familiar no va a poder tener.
A su vez, señalaron que quien más sufre el aisla-
miento es la cuidadora principal, incluso al interior
de la familia, lo cual fue asociado a la carga de los
cuidados, el tiempo que estos implican, lo doloroso
que resulta en muchos casos aceptar lo que les está
sucediendo. Por ejemplo, una de las personas entre-
vistadas explicó que dos de sus hijos se alejaron de su
hermano porque en ocasiones éste se vinculaba con
ellos y con su madre desde la violencia, que eso se les
hacía difícil de sobrellevar y el modo de expresarlo fue
el enojo. Por ese motivo se alejaron y la madre que-
dó sola con los cuidados de su hijo. Otra relató que al
papá de su hijo le costaba mucho aceptar la situación,
motivo por el cual no asistía a las consultas médicas,
ni a los grupos, ni se ocupaba de cuestiones relativas
a la problemática severa de salud mental de su hijo. Y
otra explicó que ella era quien había quedado sola con
todo dado que el resto de los miembros de la familia
no tenía tiempo. Algunas de sus armaciones fueron:
A la larga los cuidadores quedamos muy solos (…) no
es casual que la mayoría de las personas que conozco
(…) tienen muchos hijos (…) en el exterior (…) En
general, son mujeres solas, “Somos mujeres solas, “Y
ahí yo me di cuenta de que estaba sola en esto.
Varias de las personas entrevistadas han recalca-
do la importancia de poder pedir ayuda a otros, tanto
al interior de las familias como a otros vínculos tales
como familia ampliada, amigos, etc.
5. La organización del cuidado: el cuidado vs
el control
Varias familiares explicaron que inicialmente confun-
dían el cuidado con el control, lo cual les generaba ma-
yor sufrimiento. Dicha confusión se fundaba, por un
lado, en que se sentían responsables del tratamiento y,
por otro, en el desconocimiento. Por ejemplo, algunas
de las entrevistadas explicaron que la preocupación por
la medicación es frecuente entre los familiares y que los
ocupa en el sentido de que sienten que tienen la respon-
sabilidad de controlar que su familiar tome la medica-
ción que corresponde diariamente y a horario. Además,
en varias oportunidades surgió el hecho de que muchas
veces las personas con problemáticas severas de salud
mental no quieren tomarla o se resisten frente a los
cambios en la misma o al aumento de las dosis. Varias
explicaron que, por un lado, lo anterior genera que ellas
estén más pendientes del tema y, por otro, que en oca-
siones les den medicación o refuerzos sin que sus fami-
liares sepan; una madre relató que alguna vez le había
dado a su hijo medicación escondida en la comida. Y
otra explicó que, en algún momento, como su hijo ha-
bía aceptado tomar una sola pastilla, ella compraba las
cápsulas, picaba la medicación y la introducía dentro de
ella. De ese modo, su hijo tomaba todo el esquema que
el psiquiatra le indicaba, de una vez.
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Experiencias de familiares ante la primera crisis de personas con problemáticas severas de salud mental
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 6-14.
Sin embargo, este no es el único tema en el que los
familiares dijeron que inicialmente sus acciones se
vinculaban más al control que al cuidado. Con insis-
tencia se encontró que los familiares temen que, en
los momentos más críticos, las personas con proble-
máticas severas de salud mental se quiten la vida. Por
ese motivo, no los dejan solos en ningún momento,
duermen con ellos, van al baño con ellos, es decir que
los vigilan constantemente, y se convierten en carce-
leros y prisioneros al mismo tiempo. Algunas de sus
respuestas fueron: “Uno por miedo a veces no puede
o no deja que sus capacidades aoren (…) porque el
cuidado era el control de que no le vaya a pasar nada
(…) yo no dormía (…), dormía con ella, iba al baño
con ella, comía con ella.
6. El temor por el futuro: “¿Qué será de él
sin mí?”
Con insistencia se encontró que los familiares, funda-
mentalmente las madres y los padres, en algún mo-
mento, se preguntan con preocupación por el futuro
de las personas con problemáticas severas de salud
mental. El temor es que éstas últimas no tengan la
posibilidad de construir una vida autónoma, es decir,
que no puedan tener un proyecto de vida propio, un
trabajo, formar una pareja, tener hijos, sostener las ta-
reas de la casa, etc. Las personas entrevistadas expli-
caron que dicho temor estaba fundado en el modo en
que habían visto a su familiar en los momentos de cri-
sis, y que era muy difícil entender que esos momentos
no son permanentes. A su vez, se asociaba a la soledad
con la que enfrentaban los cuidados. Es decir, como
eran generalmente las únicas personas que se ocupa-
ban de su familiar, les generaba temor pensar en qué
podía pasar si ellos les faltaban.
Asimismo, explicaron que muchas veces dichos
temores estaban asociados a las expectativas que los
padres y las madres tienen respecto de sus hijos. En-
tonces, al ver que hay cuestiones que esperaban de
ellos, de sus vidas, que tal vez no pueden sostener o no
les interesa, se genera la idea de que sus hijos no van
a poder hacer nada. Una de las entrevistadas explicó
que algo de esto le había sucedido y que era necesa-
rio cambiar esa mirada: “A lo mejor, claro, los padres
esperamos de un hijo que estudie, que se reciba, que
tenga una profesión a parte, en mi familia son todos
profesionales y uno tiene esa expectativa con un hijo
(…) Y, bueno, en los casos en los que los hijos tienen
estos problemas, todo eso se ve como truncado, pero
bueno hay que buscar el espacio, el espacio en el que
esta persona se pueda desplegar. No será aquello, no
será esto que uno imaginó, pero hay un espacio donde
cada ser humano, cada persona humana se puede des-
plegar y eso es lo que hay que encontrar”.
7. El contacto con los servicios de salud mental:
la oportunidad de torcer el destino familiar
Al referirse a los servicios de salud mental en general
y a los TSM en particular, las entrevistadas coincidie-
ron en que cuando éstos los alojan en tanto familiares
favorecen cambios no sólo en la vida de las personas
con problemáticas severas de salud mental sino en las
de ellas mismas y de todo el grupo familiar. Una de las
entrevistadas lo explicó del siguiente modo: “Llego a
ese centro de salud, la atienden a ella, sale ella y (…)
sale el médico psiquiatra, me acerco a él cuando mi hija
sale del consultorio y me dice: ´y a usted señora ¿qué le
sucede?´”. Y me hizo pasar, yo creo que ese fue el pun-
tapié inicial para generar un cambio en la vida, en la sa-
lud, no sólo de mi hija, sino mío y del entorno familiar.
Sin embargo, con insistencias las entrevistadas ex-
plicaron que muchas familias tienen una percepción
negativa de los TSM y servicios de salud mental por
los largos recorridos que deben realizar hasta encon-
trar un servicio que los aloje e incluso, en ocasiones,
se sienten culpadas como el agente causal de la pro-
blemática severa de su familiar. Los otros reclamos
que se encontraron con mayor insistencia son la falta
de información, el poco lugar que les otorgan en el
tratamiento de su familiar, la poca disponibilidad de
servicios y las escasas herramientas para el manejo de
situaciones de crisis que les brindan.
Algunas de las entrevistadas relataron largos re-
corridos hasta que pudieron encontrar un servicio de
salud mental que los alojara y los ayudara a mejorar
su calidad de vida y la de su familiar. En muchos casos
recurrieron a servicios de salud mental y, al no encon-
trarla, pidieron ayuda en espacios religiosos. Algunas
de sus frases fueron: “Venía ya (…) con tratamientos,
en distintos lugares: hospitales, centros de salud, (…)
un médico privado (…) públicos, iglesias, umbandas,
evangélicos, todo, (...) recorrimos todo, pero el siste-
ma de salud primero. Nunca encontramos alguien que
nos acoja, nunca. Nunca, “Fueron muchos años de un
peregrinar terrible.
A su vez, se encontraron con insistencia relatos de
situaciones en los que las familiares se sintieron señala-
das como el agente causal de la problemática severa de
salud mental. Paradójicamente, eso sucede en momen-
tos en los que piden ayuda, siendo algunas de sus frases:
“Yo pedía ayuda. ¿Qué hago yo? Preguntaba. Me acuer-
do que un día (...) me dijeron ‘bueno, está más histéri-
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ca usted que su hija, vaya y sáquese un turno y vaya a
tratarse usted’ (...) yo quería, pero no lo conseguía, lo
conseguía en el horario de trabajo. No podía no trabajar
porque yo faltaba a alguna casa y no cobraba, “En gene-
ral piensan que las madres somos las que provocamos,
armamos a nuestros hijos de este modo (...) son madres
esquizoides, eso es lo que me han dicho.
Por otra parte, las entrevistadas señalaron que ne-
cesitan más información sobre las problemáticas seve-
ras de salud mental que padecen sus familiares y que
las tengan en cuenta en las intervenciones. Algunas de
las entrevistadas dijeron que desde su perspectiva es
necesario encontrar un equilibrio para que puedan ser
consideradas sin que se corra el foco de lo importante,
que es la recuperación de las personas con problemá-
ticas severas de salud mental, encontrándose respues-
tas como: “En general están (…) el que te escucha a
vos como mamá y no lo escucha al paciente, cosa que
está mal; el que lo escucha al paciente y a vos te niega.
Discusión
Los resultados de este trabajo sugieren que las expe-
riencias ante la primera crisis tienen un impacto en la
vida cotidiana de todo el grupo familiar, que no siem-
pre es considerado por los TSM durante las consultas.
Tal como se señala en la literatura cientíca so-
bre el tema, las familias demoran la primera consulta
porque inicialmente no asocian los comportamientos
de su familiar con problemáticas de salud mental, no
entienden qué le sucede y eso hace que lo desconoz-
can, enfrentándose con “otro” familiar del que habían
conocido hasta ese momento (Rascón et al., 2014). Lo
anterior ocasiona una desorganización en la rutina si-
milar a la de una situación traumática y desoladora
(Wan & Wong, 2019).
El sufrimiento que las situaciones antes menciona-
das producen se agrava con el impacto del diagnós-
tico, asociado en el relato al derrumbe, que requiere
tiempo y apoyo profesional para poder ser aceptado
(Rascón et al., 2014). Los resultados indican que, a
partir de allí, los familiares se aíslan por el estigma,
la vergüenza y la culpa. Más aún, intentan resolver la
situación al interior de la familia por lo que los otros
pudieran pensar y por la vergüenza que les generan
los comportamientos de su familiar, perdiendo rela-
ciones sociales de conanza en las cuales sostenerse,
posiblemente en el momento en el que más lo necesi-
tan (Gracia Fuster, 1997; Hasson, 2022).
La soledad con la que los familiares enfrentan los
cuidados de las personas con problemáticas severas de
salud mental tiene una serie de consecuencias. Por un
lado, intensican las preocupaciones de los familiares
por el futuro de las personas con problemáticas seve-
ras de salud mental. Al no contar con apoyo para las
tareas que desempeñan, se preguntan qué será de su
familiar cuándo ellos ya no estén. Por otro, tienden a
equiparar el cuidado con el control, convirtiéndose en
carcelarios y carceleros al mismo tiempo. En ambos
aspectos el apoyo profesional es fundamental (Gracia
Fuster, 1997; Ribé, 2014; Hasson, 2022).
Como se ha señalado, las categorías de análisis
fueron construidas con base en la literatura cientíca
sobre el tema con la intención de describir las parti-
cularidades que adquieren en nuestro contexto. Las
experiencias relatadas por las personas que participa-
ron de este estudio sólo parecerían diferir de las de
las reportadas por investigaciones realizadas en otras
partes del mundo en una situación: una vez que la fa-
milia decide pedir ayuda recurre directamente a un
servicio de salud mental o a un TSM. En ningún caso
la primera opción para consultar fueron terapias alter-
nativas o espacios religiosos como en otros contextos
(Rascón et al., 2014; Magalhães et al., 2018).
Las familias sólo recurrieron a ese tipo de estrate-
gias de afrontamiento cuando no fueron escuchadas o
alojadas por los TSM, convirtiéndose en una oportu-
nidad perdida de dar respuesta desde el sistema de sa-
lud mental. En ese sentido, desde hace algunos años se
plantea que las familias son el punto ciego de nuestro
campo, en la medida en que organizan y proveen cui-
dados, prestan apoyos durante y a partir de la primera
crisis, sufren junto a las personas con problemáticas
severas de salud mental, pero muchas veces son invi-
sibles para el sistema y se ven empujadas a pedir ayuda
ante las situaciones que se les plantean por fuera de
este último (De Vicente, Bagán y Verdullas, 2010).
La atención en salud mental ha tendido a centrarse
en la persona con la problemática de salud mental y
no en el grupo familiar que la contiene. Una de las
propuestas que ha cobrado fuerza desde hace algunas
décadas, es el traslado de la unidad de atención del
individuo a la familia. Lo anterior se plantea bajo el
supuesto de que las problemáticas severas de salud
mental no pueden ser abordadas sin evaluar la situa-
ción en su complejidad y sin considerar el grupo so-
cial mínimo de pertenencia (De Vicente et al., 2010;
Rodolico et al., 2022; Hem et al., 2023).
Sin embargo, ese tipo de abordaje todavía es poco
frecuente. Las familias no suelen ser consideradas en
las intervenciones de salud mental. Tal situación debe
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repensarse porque su exclusión no sólo explica buena
parte de las internaciones, re internaciones y, muchas
veces también, del abandono de las personas con pro-
blemáticas severas de salud mental, sino porque la or-
ganización y provisión del cuidado genera un impac-
to en la salud de los familiares que debe ser atendido
(Ardila-Gómez, 2009; Ribé, 2014; Hansson, 2022).
Ahora bien, la consideración de la familia en las in-
tervenciones de salud mental no implica que todas ellas
se dirijan todo el tiempo a todo el grupo familiar. Se
trata de hospedar, alojar, ofreciendo una escucha que
permita identicar los apoyos que la familia en su con-
junto requiere desde la primera crisis y orientarla en ese
sentido (Stolkiner, 2013). Escuchar e intentar identi-
car las necesidades de los distintos miembros del grupo
familiar muchas veces es la clave del éxito de las inter-
venciones en salud mental. No sólo en aquellas situa-
ciones en las que es necesario que la familia se involucre
sino también en las que se requiere que se abstenga.
En cada caso será necesario diferenciar, conside-
rando la situación que se plantee. Habrá que evaluar
qué intervención se requiere en ese momento, hacia
quién y/o quienes deberá dirigirse, cuáles son las ne-
cesidades y cuáles, también, los recursos que se pue-
den ofrecer. Es necesario tener en cuenta que muchas
veces las familias requieren más información, otras
necesitan que se modere el tono con el que se trans-
miten los pronósticos y posiblemente otras veces sólo
se trate de redirigir la demanda hacia intervenciones
psicosociales tales como grupos de apoyo mutuo o de
psicoeducación, pero para eso es necesario tener la
disposición de escuchar cuáles son sus necesidades en
tanto cuidadores.
Si bien es cierto que la oferta de ese tipo de inter-
venciones psicosociales es escasa en nuestro contexto,
la evidencia existente sobre su ecacia muestra que
mejoran la calidad de vida de los familiares, promue-
ven cambios al interior de las familias que resultan be-
neciosos para las personas con problemáticas severas
de salud mental y transforman la perspectiva de los
TSM respecto de las familias (Hansson, 2022). En esa
línea, se ha probado que, incluso en diferentes contex-
tos y culturas, las intervenciones psicosociales como
grupos de apoyo mutuo o de psicoeducación dirigidas
a familiares, reducen signicativamente las recaídas y
las hospitalizaciones, mejoran la adherencia al trata-
miento y favorecen la recuperación (Randolph et al.,
1994; Xiang et al., 1994). Entre los TSM generan ma-
yor conciencia de la importancia de la consideración
de las familias en las intervenciones de salud mental
y refuerzan las actitudes positivas hacia ellas, en la
medida en que les permiten conocer sus experiencias
ante la primera crisis y el sufrimiento que les genera
(Hansson, 2022).
Algunas de las limitaciones de este trabajo derivan
del hecho de haber sido elaborado en el marco de una
investigación más amplia, cuyo objetivo fue describir
y analizar las trayectorias de participación social de
familiares que hacen parte de asociaciones de familia-
res de Argentina. Por un lado, si bien la herramienta
de producción de datos indagaba por las experiencias
de las familiares ante la primera crisis, lo hacía con el
n de describir el inicio de la participación social y
no las experiencias en sí mismas. Por otro, las deci-
siones muestrales fueron tomadas en base al objetivo
antes mencionado, siendo los criterios de inclusión de
los participantes ajenos al tema de este artículo. Sin
embargo, debe destacarse la importancia de la con-
sideración de las voces de los familiares de personas
usuarias para comprender y analizar su perspectiva
del fenómeno y así poder atender a sus necesidades.
Conicto de intereses: la autora declara no presentar
conicto de intereses.
Agradecimientos: a la Universidad de Buenos Aires
por nanciar esta investigación. A los familiares por
permitirme entrar en su mundo. A la Dra. Sara Ardi-
la-Gómez por todo.
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Investigación original
15
Resumen
Introducción: las internaciones por salud mental en hospitales generales vienen incrementándose en Argenti-
na, en el marco de la implementación de la Ley Nacional de Salud Mental. Resulta necesario ir ampliando la
evidencia acerca de las internaciones por salud mental como parte del monitoreo de esta transformación. El
objetivo de este estudio fue caracterizar las internaciones por salud mental en un hospital general público de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el cual las internaciones se realizan en salas de otras especialidades.
Metodología: se analizaron los egresos del periodo 2018-2023, considerando variables sociodemográcas, clíni-
cas y del proceso de atención. El análisis fue cuantitativo, utilizándose estadísticos descriptivos y chi cuadrado
para asociación entre variables. Se analizaron 412 casos. Resultados: la mayor tasa de egresos se presentó en el
año 2023. Los motivos de ingreso más frecuentes fueron las descompensaciones psicóticas seguidos de los in-
tentos de suicidio, siendo inverso el orden en personas de nacionalidad diferente a la Argentina. El 74 % del total
de las internaciones tuvo una duración menor a 30 días y el 9 % una duración de 90 días o más. Las variables
que se asociaron con que las internaciones duren 90 días o más fueron tener 60 años o más de edad, que el
motivo de internación hubiese sido una descompensación psicótica, que el diagnóstico de egreso correspon-
diera al grupo F20-29 del CIE-10 y el tipo de cobertura en salud.
Palabras clave: salud mental, internación hospitalaria, hospitales generales, Argentina
Caracterización de los egresos por salud mental en el Hospital
General de Agudos “J. M. Ramos Mejía” de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, Argentina, durante el periodo 2018-2023
Characterization of mental health discharges at J. M. Ramos Mejía General Hospital in the
Autonomous City of Buenos Aires during the period 2018-2023
María Laura Scévola1, Gabriel Hagman2, Aldana Lorena Cantero3, Nicolás Ariel Stafforini4,
Ana Laura Azrilevich5, Melina Rosales6, Sara Ardila-Gómez7
RECIBIDO 27/6/2024 - ACEPTADO 13/9/2024
1.Doctora en Medicina. Psiquiatra de planta. Hospital General de Agudos “Dr. José María Ramos Mejía”, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
https://orcid.org/0000-0002-1763-3926
2.Médico especialista en Psiquiatría. Psiquiatra de planta. Hospital General de Agudos “Dr. José María Ramos Mejía”, Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
Argentina. https://orcid.org/0009-0001-6047-2021
3.Licenciada en Psicología. Psicóloga de planta. Hospital General de Agudos “Dr. José María Ramos Mejía”, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
https://orcid.org/0009-0009-5694-1102
4.Médico. Concurrente de Psiquiatría, Hospital General de Agudos “Dr. José María Ramos Mejía”, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
https://orcid.org/0009-0009-5004-0215
5.Licenciada en Psicología. Psicóloga de planta. Hospital “Ramón Carrillo”, San Martin de los Andes, Neuquén, Argentina.
https://orcid.org/0009-0004-2385-4292
6.Magíster en Salud. Pública. Becaria doctoral. CONICET. Instituto de Investigaciones, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires, Argentina.
7.Doctora en Salud Mental Comunitaria. Investigadora Adjunta, CONICET. Instituto de Investigaciones en Psicología, Facultad de Psicología,
Universidad de Buenos Aires, Argentina. https://orcid.org/0000-0002-0022-7438
Autora correspondiente:
Melina Rosales
melinarosales@psi.uba.ar
Institución en que se realizó la investigación: Hospital General de Agudos “J. M. Ramos Mejía”, Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 15-26. https://doi.org/10.53680/vertex.v36i168.830
https://doi.org/10.53680/vertex.v36i168.830
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Caracterización de los egresos por salud mental en el Hospital General de Agudos...
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 15-26.
Introducción
La normativa y los lineamientos vigentes tanto na-
cionales como internacionales que proponen la or-
ganización de una red de servicios de atención en
salud mental con base en la comunidad, indican que
las internaciones por motivos de salud mental deben
realizarse preferentemente en hospitales generales. La
internación por salud mental en hospitales generales
tiene más de un siglo de historia, pero su desarrollo a
mayor escala ha sido impulsado por procesos de re-
forma de la atención en salud mental en las últimas
décadas (Botega & Delgarradondo, 1993; OPS, 1990;
República Argentina, 2010).
En América Latina y El Caribe se observa un pro-
greso en la capacidad para proveer servicios de salud
mental, con expansión de servicios ambulatorios y
comunitarios. Sin embargo, respecto a la internación,
la reducción en las camas en hospitales psiquiátricos
no se ha visto compensada por un incremento corres-
pondiente de camas en hospitales generales (Mundt
et al., 2024). Se ha indicado a su vez que un número
insuciente de camas psiquiátricas se asocia con tasas
altas de ocupación, incremento de las tasas de reinter-
nación, estadía más prolongada en servicios de guar-
dia o emergencias, e incremento en tasas de suicidio,
vida en calle, detenciones y otros resultados sociales y
de salud adversos (Mundt et al., 2024).
En Argentina, la Ley Nacional de Salud Mental
26.657 (LNSM) (República Argentina, 2010) seña-
la que los hospitales generales son los efectores ade-
cuados para realizar internaciones por salud mental,
cuando éstas son el recurso terapéutico indicado. En
los hospitales generales se disminuye el riesgo de se-
gregación, cronicación, abandono y abusos a la inte-
gridad psicofísica de los pacientes, se propicia la des-
centralización de la atención, se posibilita un mejor
abordaje de la urgencia y se disminuyen los tiempos
de internación (Dirección Nacional de Salud Mental y
Adicciones, 2018; Larrobla, 2007; OPS, 1990).
Previamente, la Ley de Salud Mental de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires promulgada una década
antes de la LNSM (Ciudad Autónoma de Buenos Ai-
res, 2000), distinguía en su texto original entre inter-
naciones a corto y largo plazo, debiendo las primeras
realizarse en hospitales generales y las restantes (en el
caso de adultos), en hospitales especializados en psi-
quiatría. A diferencia de ello, la LNSM restringe las
internaciones a los hospitales generales, planteando la
adecuación progresiva hasta la sustitución de los hos-
pitales especializados en psiquiatría.
Este proceso de sustitución, estipulado por la
LNSM para completarse al año 2020, se encuentra aún
en ejecución, siendo posible señalar que, desde la san-
ción y reglamentación de la LNSM a la fecha, diversos
hospitales generales han incluido la oferta de interna-
ción en salud mental. Por mencionar un ejemplo, para
el año 2014 en la Ciudad Autónoma de Buenos Ai-
res, de los 14 hospitales generales de agudos de la red
pública, dos tenían internación en sala especíca de
salud mental, mientras que cinco internaban en ser-
vicios de otras especialidades y seis en guardias (Mi-
nisterio Público Tutelar, 2014). Para el primer semes-
Abstract
Introduction: The number of mental health hospitalizations in general hospitals has been rising in Argentina, in the
context of the implementation of the National Mental Health Law. Expanding the body of evidence on these hospita-
lizations is essential for monitoring this ongoing transformation. This study aimed to characterize mental health hospi-
talizations in a public general hospital in the Autonomous City of Buenos Aires, where psychiatric admissions occur in
wards designated for other medical specialties. To this end, hospital discharge data from 2018 to 2023 were analyzed,
focusing on sociodemographic, clinical, and care process variables. Methods: A quantitative approach was employed,
using descriptive statistics and chi-square tests to explore associations between variables. A total of 412 cases were
included in the analysis. Results: The ndings show that the highest number of discharges occurred in 2023. The most
frequent reasons for admission were psychotic decompensations, followed by suicide attempts. Among patients of
non-Argentinian nationality, this order was reversed. Seventy-four percent of hospitalizations lasted fewer than 30 days,
while 9% extended to 90 days or more. Longer hospital stays (≥90 days) were associated with being 60 years of age
or older, being admitted due to a psychotic episode, having a discharge diagnosis within the F20–F29 category of the
ICD-10, and the type of health coverage.
Keywords: mental health, hospitalization, general hospitals, Argentina
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Caracterización de los egresos por salud mental en el Hospital General de Agudos...
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 15-26.
tre del 2024, de los 14 hospitales públicos generales
de agudos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
cinco contaban con internación por salud mental en
sala especíca (Piñero, Álvarez, Pirovano, Rivadavia,
Durand) y nueve con internación en salas de otras
especialidades (Ramos Mejía, Fernández, Argerich,
Grierson, Penna, Santojanni, Vélez Sarseld, Tornú,
Zubizarreta). A nivel nacional, y de acuerdo a los da-
tos de un relevamiento realizado en 2020 en hospitales
públicos de 23 jurisdicciones del país, se identicó que
el 35% (n=388) de los hospitales contactados realizaba
internaciones por motivos de salud mental (Ministe-
rio de Salud de la Nación, 2020).
Ahora bien, el desarrollo de equipos y servicios de
internación por salud mental en hospitales generales
presenta dicultades. Para empezar, implica generar
espacios físicos de internación que cumplan con los
estándares de atención en salud mental, tales como la
seguridad y privacidad para las personas internadas,
o el que sean espacios que fomenten el contacto de la
persona internada con su red de apoyo. Además, se
debe considerar que las internaciones por salud men-
tal, salvo en momentos y situaciones muy puntuales,
no siguen la lógica de internación en cama o de pa-
ciente acostado, que suele ser común a las internacio-
nes de otras especialidades. Por otro lado, implica la
formación de los trabajadores de los hospitales gene-
rales en el manejo de problemáticas de salud mental.
También conlleva el trabajo con la comunidad para
ampliar la aceptación de la convivencia con perso-
nas con problemáticas de salud mental en espacios de
atención en salud general.
Algunas de tales dicultades y retos fueron plan-
teados desde los debates en la Comisión de Salud y
Deporte del Senado de la Nación Argentina, previo a
la sanción de la LNSM. En tales debates, algunos ex-
positores señalaron que los hospitales generales no
estaban adaptados a las condiciones que se requerían
para las internaciones, por la falta de capacitación de
los recursos humanos y por la inexistencia de condi-
ciones seguras para las personas internadas. No solo
se planteó la necesidad de re direccionar recursos -
nancieros, capacitar personal y reconvertir la estruc-
tura física de dichas instituciones, sino que además
se señaló el riesgo de que la cronicidad y los elevados
tiempos de internación se trasladen de los hospitales
psiquiátricos a los hospitales generales (Cámara de
Senadores de la Nación, 2009a, 2009b, 2010a, 2010b).
A partir de la sanción de la LNSM diversos estudios
han buscado caracterizar los procesos de atención du-
rante las internaciones por salud mental en hospitales
generales. Presentados cronológicamente, algunos de
los temas analizados y resultados son los siguientes:
1. En 2014, un estudio cualitativo en servicios de tres
hospitales generales de la Provincia de Buenos Ai-
res observó obstáculos para el mantenimiento de
los vínculos signicativos durante la internación,
restricciones a la autonomía personal y escasa
participación en espacios colectivos, aspectos que
constituyen indicadores negativos en relación a la
reforma de la atención (Ceriani, 2014).
2. En 2015, un estudio en Córdoba señaló la dicul-
tad para garantizar la atención integral en este tipo
de servicios, destacándose la falta de trabajadores
sociales en ellos y la escasez de dispositivos comu-
nitarios a los que derivar pacientes en condición de
egreso (Caminada Rossetti et al., 2015).
3. En 2015 y 2016 un estudio de Rosario mostró que
los trabajadores vinculados a la atención en salud
mental de ocho hospitales generales consideraban
que la infraestructura era inadecuada para la inter-
nación, ya que mayoritariamente se internaba en
salas no especícas de salud mental. Los trabaja-
dores tampoco se sentían preparados para atender
problemáticas de salud mental y percibían como
perjudicial para otros pacientes la convivencia con
quienes estaban internados por motivos de salud
mental (Velzi Díaz et al., 2019).
4. Por su parte, un estudio en Rio Negro del año 2016,
observó que el personal de enfermería de los ser-
vicios de guardia e internación de cinco hospitales
generales de la Provincia consideraba al hospital
general como el espacio institucional más adecuado
para la asistencia en salud mental, aunque señalaron
que era necesaria la creación de áreas especícas y
especializadas en tales hospitales (Bao et al., 2019).
5. Otro estudio de los años 2017-2018 en hospitales
generales de cuatro provincias describió que los
derechos de los pacientes tendían a ser respetados
durante la internación, particularmente la conser-
vación de los vínculos afectivos y la inclusión de
las personas internadas en la toma de decisiones,
aunque también mostró que era necesario mejorar
la implementación del consentimiento informado
formal (Ardila-Gómez et al., 2021).
6. Por último, en 2021, en la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires se estudió el ambiente físico de dos
hospitales generales con internación en salud men-
tal, uno con sala especíca y otro sin sala especíca,
observándose, entre otras cuestiones, mayores di-
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cultades en el hospital sin sala especíca para ga-
rantizar la seguridad de los pacientes, al tener éstos
potencial acceso a objetos peligrosos (Delmonte et
al., 2024).
Otra línea de estudios se ha centrado en la caracteriza-
ción de la internación a partir de indicadores de aten-
ción hospitalaria. Fue posible encontrar dos estudios
de este tipo en el ámbito local, ambos en hospitales ge-
nerales con internación en sala especíca. El primero,
realizado en un servicio de un hospital público de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires que cuenta con 20
camas de internación para varones, comparó los datos
del servicio de internación del periodo 2004-2005 con
los del 2012-2013. El número de internaciones dismi-
nuyó de 82 a 51 de un período a otro, aunque el tiem-
po promedio de las internaciones se mantuvo estable
(45,4 días en 2004/2005 a 46,2 en 2012/2013). A pesar
de ello, se registró un leve aumento en la cantidad de
internaciones que se extienden de 90 a 179 días: mien-
tras que representaban el 7,3 % del total de las interna-
ciones en el período 2004/2005, pasaron a ser el 13,7 %
del total de las internaciones en el período 2012/2013.
Se destaca que el 39,2 % de los pacientes tuvieron in-
ternaciones de carácter involuntario y el restante de
carácter voluntario en el período 2012-2013. Los diag-
nósticos de egreso más frecuentes fueron Esquizofre-
nia y otros trastornos psicóticos (38,4 %), Trastornos
de la personalidad (21,5 %), Trastornos del estado de
ánimo (17 %) y Trastornos relacionados con sustan-
cias (15,4 %). Durante el periodo 2012-2013 el pro-
medio de edad de las personas internadas fue de 34,5
años (Schiavo et al., 2017).
En el segundo estudio se analizó la sala de inter-
nación de psiquiatría de un hospital general privado
en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el pe-
riodo 2018-2019, sala que cuenta con 31 camas para
internación (incluyendo dos para pacientes en edad
pediátrica y cuatro para cuidados intensivos). Duran-
te dicho periodo se internó a 254 personas, siendo el
39 % varones y el 61 % mujeres, con un promedio de
edad de 52 años. La mediana de la duración de las in-
ternaciones fue de 22 días, siendo el 31,5 % de carácter
involuntario. La depresión (32,7 %) y la descompensa-
ción psicótica (22,8 %) fueron los motivos de interna-
ción más frecuentes, mientras que los trastornos del
estado de ánimo (43,3 %) y la esquizofrenia, trastornos
esquizotípicos y de ideas delirantes (18,9 %) fueron los
diagnósticos de egreso más frecuentes. Se destaca que
cerca del 40 % presentó ideación auto agresiva al mo-
mento del ingreso y que el 10,6 % de los pacientes in-
gresados había realizado una tentativa suicida (Malleza
et al., 2022).
Resulta relevante continuar ampliando la compren-
sión de la internación por motivos de salud mental en
hospitales generales, particularmente en aquellos en
donde las internaciones ocurren en salas generales o
de otras especialidades. Así, el objetivo del estudio que
aquí se presenta fue caracterizar las internaciones por
salud mental llevadas a cabo en un hospital general de
agudos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sin
sala especíca para la internación por salud mental,
en el periodo 2018-2023.
Materiales y métodos
Diseño
Se trató de un estudio observacional de tipo descrip-
tivo. Se analizó una base de datos confeccionada por
el equipo de internación en salud mental del Hospi-
tal General de Agudos Ramos Mejía (HGARM) de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En dicha base
se registran datos sociodemográcos y clínicos de las
personas internadas, así como indicadores hospita-
larios. La misma cuenta con mayores datos que los
requeridos por el registro estadístico del hospital. El
periodo analizado correspondió a egresos entre enero
2018 y diciembre 2023. La base de datos original cons-
taba de 503 casos. Se realizó una revisión de los casos,
y se excluyó del análisis a aquellos que tuviesen más
del 80 % de los datos incompletos, o que no contaran
con las fechas de ingreso y egreso. Antes de excluir
tales casos se procuró completar los datos faltantes a
partir del sistema electrónico del hospital. El número
nal de casos incluidos para el análisis fue de 412.
Ámbito de estudio
El HGARM pertenece a la red de salud pública de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En dicho hospi-
tal, previo al año 2010, funcionaba un servicio de salud
mental que ofrecía asistencia ambulatoria y realizaba
interconsultas en las diferentes salas del hospital. En el
año 2010 comienzan a funcionar en la guardia externa
del hospital equipos interdisciplinarios en salud men-
tal. Estos equipos realizan la atención de las urgencias
provenientes de la vía pública, tanto de pacientes que
concurren a la guardia por sus propios medios como
los que arriban vía el Sistema de Atención Médico de
Emergencias (SAME), y también hacen las evaluacio-
nes interdisciplinarias solicitadas por el Poder Judicial
(juzgados y curadurías).
A partir de la implementación de la guardia exter-
na por salud mental en el hospital, del aumento de la
demanda que se produjo y del proceso de cambio en
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Caracterización de los egresos por salud mental en el Hospital General de Agudos...
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 15-26.
el modelo de atención, se conformó en el año 2012 un
equipo de internación, el cual cuenta en la actualidad
con dos psicólogas y dos psiquiatras. Desde ese mo-
mento, se realizan internaciones por salud mental en
el hospital, aunque a la fecha no se cuenta con una sala
especíca para ello. Las internaciones se realizan en
salas de otros servicios del hospital que se encuentran
en la planta baja, debido a las recomendaciones vincu-
ladas a la seguridad de los pacientes de salud mental.
Las salas en las que se cursan las internaciones son
las de clínica médica, traumatología y urología. Cada
una cuenta con un promedio de 20 camas, estando se-
paradas las áreas para la internación de varones de la
de mujeres. Por lo general, se dispone para las interna-
ciones por salud mental, de dos o tres camas en cada
una de estas salas. La decisión sobre a qué sala pasa la
persona es del servicio de guardia, de acuerdo tam-
bién a la disponibilidad de camas. En el servicio de
guardia las personas pueden estar hasta una semana,
en caso de que no se cuente con cama disponible en
alguna de las salas mencionadas. La atención en cada
sala se realiza por parte del equipo de internación en
salud mental mencionado anteriormente (psicólogas
y psiquiatras), y también por los y las enfermeras de
cada sala. El personal de enfermería no está especia-
lizado en salud mental, aunque un porcentaje signi-
cativo realizó un curso organizado desde el servicio
de salud mental. La mayor parte de los casos requiere
intervención del área de servicio social del hospital. El
equipo de internación mantiene una reunión semanal
con dos trabajadoras sociales destinadas a la atención
de pacientes internados por salud mental.
Análisis
Para el análisis de los datos sociodemográcos de
las personas internadas se consideraron las variables
edad, género, nacionalidad y tipo de cobertura en sa-
lud. Respecto a indicadores clínicos, se consideraron
el motivo de internación y el diagnóstico de egreso se-
gún categorías del CIE-10 (capítulo V y lesiones auto
inigidas intencionalmente -X60-X84-). En cuanto
a los indicadores de atención, se tuvieron en cuenta
el número de días de internación y el tipo de egreso
(alta denitiva, traslado a otro establecimiento, retiro
voluntario, defunción). Además, se realizó un análisis
diferencial de las internaciones de 90 o más días de
duración, al considerarlas un caso extremo de interés
debido a su prolongación. Para el análisis se utiliza-
ron estadísticos descriptivos y la prueba chi cuadrado
para analizar la relación entre algunas variables. Se
consideró signicativo un valor de p ≤0,05.
Aspectos éticos
El protocolo del estudio fue evaluado y aprobado por
el comité de ética del HGARM (Registro 01/2022/
CEI- HGARM).
Resultados
Caracterización sociodemográca
Del total de 412 casos analizados del periodo 2018-
2023, la mayor tasa de egresos por salud mental del
total de egresos del hospital se presentó en el año 2023
(1,38%). Se observó un aumento progresivo durante
el periodo analizado, con excepción del año 2020, en
donde se redujo a más de la mitad respecto de la del
año inmediatamente anterior. Respecto al género, el
53% (n=220) del total de los egresos correspondió a
mujeres. En relación a la edad, la media fue de 40 años
y la mediana de 37 años. Sólo se registró el caso de una
persona menor de 18 años (ver Tabla 1).
En relación a la cobertura en salud, el 88,86 %
(n=366) contaba con cobertura pública exclusivamen-
te, el 10,92 % (n=45) con obra social y el 0,22 % (n=1)
con medicina prepaga. Se destaca que, en el año 2023,
el 100% de las personas internadas tenían cobertura
pública exclusivamente (n=111).
Respecto a la nacionalidad de las personas interna-
das, el 79,83 % (n=329) era de nacionalidad argentina,
el 18,07 % (n=75) de otra nacionalidad, y del 2,10 %
(n=8) restante no se obtuvo dato. De las personas con
otra nacionalidad, la más frecuente fue la venezolana
(16 %, n=13). A su vez, el 12 % (n=9) provenían de
países en donde el español no es el idioma ocial (Bra-
sil, China, Haití, Inglaterra y Camerún).
Indicadores clínicos
Motivos de ingreso
Los motivos de ingreso más frecuentes fueron las
descompensaciones psicóticas (45,87 % de los casos,
n=189), seguidos de los intentos de suicidio (32,04 %,
n=132). Esta tendencia se mantuvo a lo largo de todo
el período analizado. En el gráco 1 se presentan los
egresos por salud mental según motivos de ingreso.
Cabe señalar que el año 2020 fue el único en el que no
se registró ningún caso con motivo de ingreso “consu-
mo de sustancias(ver Gráco 1).
Respecto a los casos cuyo motivo de ingreso fue
descompensación psicótica, en su mayoría se trató
de mujeres (53 %, n=100), y de personas entre 25 y
49 años de edad (60 %, n=114). En los casos con mo-
tivo de ingreso “intento de suicidio, fueron en su ma-
yoría mujeres (58 %, n=77), y personas entre 15 y 39
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Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 15-26.
años de edad (56 %, n=74), con una media de 38 años.
Mientras que en el grupo de personas con nacionalidad
argentina los motivos de ingreso más frecuentes fue-
ron la descompensación psicótica (48,02 %, n=158) y
el intento de suicidio (29,79 %, n=98), en el grupo de
personas con otra nacionalidad, los motivos de ingreso
presentaron el orden inverso, siendo el más frecuente
el de intentos de suicidio (40 %, n=30), seguido de las
descompensaciones psicóticas (38,67 %, n=29). Al ana-
lizar la relación entre motivos de ingreso y nacionalidad
no se encontró relación estadísticamente signicativa.
Diagnósticos de egreso
Los diagnósticos de egreso más frecuentes para todo
el periodo analizado fueron “Esquizofrenia, trastor-
nos esquizotípicos y trastornos delirantes” (F20-29
del CIE-10) con el 40,84 % (n=165) y “Trastornos del
estado de ánimo, trastornos afectivos” (F30-39) con el
24,94 % (n=100) de los casos. Luego le siguieron los
Trastornos de la personalidad y del comportamiento
en adultos” (F60-69) con el 12,95 % (n=53); los “Tras-
tornos mentales y del comportamiento debidos al
consumo de psicotrópicos” (F10-F19) con el 10,77 %
(n=42); los “Trastornos mentales orgánicos, incluidos
Gráco 1. Egresos por salud mental según motivos de ingreso, periodo 2018-2023 (n=412)
Tabla 1. Egresos por salud mental según género y grupos de edad, periodo 2018-2023 (n=412)
Rango edad Género Año TOTAL
2018 2019 2020 2021 2022 2023
15-19 años
Femenino - - 1 2 2 7 12 (2,9 %)
Masculino 2 1 - - 2 1 6 (1,4 %)
Total 2(6,7 %) 1(1,2 %) 1(2,5 %) 2(3 %) 4(5,2 %) 8(7,2 %) 18(4,3 %)
20-59 años
Femenino 10 32 14 26 26 55 163 (39,6 %)
Masculino 12 31 17 28 29 39 156 (37,9 %)
Total 22 (73,3 %) 63 (77 %) 31 (77,5 %) 54 (75 %) 55 (71,4 %) 94 (85 %) 319 (77,5 %)
60 o más años
Femenino 1 12 5 6 5 6 35 (8,5 %)
Masculino 4 4 1 9 6 - 24 (5,8 %)
Total 5 (16,7 %) 16 (19 %) 6 (15 %) 15 (21) 11 (14,3 %) 6 (5,4 %) 59 (14,3 %)
Sin dato edad
Femenino - 1 1 1 5 2 10 (2,4 %)
Masculino 1 1 1 - 2 1 6 (1,4 %)
Total 1 (3,3 %) 2 (2,4 %) 2 (5 %) 1 (1,4 %) 7 (9 %) 3 (3 %) 6 (3,8 %)
TOTAL
Femenino 11 (37 %) 45 (55 %) 21 (52,5 %) 35 (49 %) 38 (49,3 %) 70 (63 %) 220 (53,4 %)
Masculino 19 (63 %) 37 (45 %) 19 (47,5 %) 37 (51 %) 39 (50,7 %) 41(37 %) 192 (46,6 %)
Total 30 82 40 72 77 111 412
21
Caracterización de los egresos por salud mental en el Hospital General de Agudos...
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 15-26.
los trastornos sintomáticos” (F00-F09) con el 3,42 %
(n=13); el Retraso mental (F70-79) con el 1,7 % (n=7);
y por último los Trastornos neuróticos, trastornos re-
lacionados con el estrés y trastornos somatomorfos
(F40-49) en el 0,73 % de los casos (n=3). No se ob-
tuvieron datos de los diagnósticos de egreso princi-
pales en el 4,65 % (n=19) de los casos. Del Gráco 2,
se destaca el incremento en el porcentaje de egresos
con diagnóstico de egreso “Esquizofrenia, trastornos
esquizotípicos y trastornos delirantes” del año 2023
respecto del año inmediatamente anterior (37,66 % en
2022 y 54,05 % en 2023) (ver Gráco 2).
Diagnóstico secundario de egreso: lesiones au-
toinigidas intencionalmente
Tal como se señaló, se hizo un análisis especíco de
las internaciones que tenían como diagnóstico secun-
dario de egreso el de lesiones autoinigidas intencio-
nalmente (X60-X84). El 33 % (n=136) del total de los
casos del periodo analizado correspondió a esta cate-
goría. El año con menor frecuencia fue el del inicio del
periodo, es decir el 2018 (6,62 %, n=9), seguido por el
año 2020 (11,3 %, n=15). Se destaca que el 64,7 % de
los casos se acumularon entre los años 2021 y 2023
(n=28, 30 y 30, respectivamente). El Gráco 3 muestra
la distribución por edad en cada año del periodo.
Además, el 79,23 % (n=103) correspondió a personas
en la franja etaria de 20-59 años, de los cuales la mitad
estaba en el rango de 20 a 29 años de edad. Por otro
lado, el 16,92 % (n=22) tenía 60 años o más y el 3,85 %
(n=5) entre 15 y 19 años. Mayoritariamente se trató de
mujeres (57,35 %, n=78) (ver Gráco 3).
Respecto a la duración de las internaciones con
este diagnóstico de egreso, el 84,56 % (n=115) fue de 0
a 29 días, el 10,29 % (n=14) de 30 a 89 días, y el 3,68 %
(n=5) de 90 a 364 días. No se obtuvieron datos sobre
la duración en el 1,47 % de los casos (n=2).
Indicadores de atención
Duración de la internación
En relación a la duración de la internación, la mediana
de todo el periodo correspondió a 13 días, y la media
a 32 días, en un rango de 1 a 664 días. Se destaca que
el 74,27 % (n=306) del total de las internaciones tuvo
una duración menor a 30 días. El gráco 4 muestra los
rangos de días de internación para cada año del perio-
do analizado. (ver Gráco 4)
Tipo de egreso
Respecto al tipo de egreso, en el 79,36 % (n=327) co-
rrespondió a “alta denitiva, seguido por “traslado a
otro establecimiento” (7,28 %, n=30), y “retiro volunta-
rio” (5,83 %, n=24).
Gráco 2. Egresos por salud mental según diagnóstico de egreso, periodo 2018-2023 (n=412)
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Caracterización de los egresos por salud mental en el Hospital General de Agudos...
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Internaciones de 90 días o más de duración
La Tabla 2 muestra una comparación entre diferentes
variables de acuerdo al tiempo de internación, con-
siderando dos grupos: internaciones de menos de 90
días e internaciones de 90 días o más (ver Tabla 2).
De las personas internadas por 90 días o más, se
trata mayormente de varones (52,63%, n=20), hecho
que contrasta con lo observado en las internaciones
con duración menor a 90 días, en donde las mujeres
tienen la mayor frecuencia de internaciones (54,03%
de dichos casos, n=201). Respecto a los grupos de
edad, se observa una diferencia estadísticamente sig-
nicativa entre las internaciones de 90 días o más y de
menos, con un porcentaje mayor de personas de 60
años o más en el grupo de mayor tiempo de interna-
ción (χ²=7,0034; p ≤0,05).
Adicionalmente, la proporción de personas de na-
cionalidad argentina en las internaciones de más de
90 días es mayor a la de aquellas con menor tiempo
de duración, aunque no se observa una diferencia es-
tadísticamente signicativa entre la nacionalidad y la
duración de las internaciones. Respecto a la cobertura
en salud, es mayor la proporción de personas con obra
social en las internaciones de 90 días o más compara-
do con las internaciones de menor duración, siendo
en este caso la diferencia estadísticamente signicati-
va (χ²=13.7768; p ≤0,05).
Respecto de los indicadores de atención, se obser-
va un aumento en la proporción de internaciones con
tipo de egreso “Traslado a otro establecimiento” en las
internaciones de 90 días o más, respecto a las de me-
Gráco 3. Porcentaje de egresos con diagnóstico de lesiones auto inigidas, según rango de edad, por año, período
2018-2023 (n=136)
Gráco 4. Porcentaje de egresos según rango de días de duración, período 2018-2023 (n=410)
23
Caracterización de los egresos por salud mental en el Hospital General de Agudos...
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 15-26.
nor duración, aunque la diferencia no es estadística-
mente signicativa.
En relación a los indicadores clínicos, se destaca
un aumento en la proporción de internaciones con
motivo de ingreso “descompensación psicótica” en-
tre aquellas de 90 días o más de duración, observán-
dose una diferencias estadísticamente signicativa
(χ²=13.0046; p ≤0,05). Adicionalmente, se observa
un aumento en la proporción de las internaciones que
tienen como diagnósticos de egreso “Esquizofrenia,
trastornos esquizotípicos y trastornos delirantes” en
aquellas de 90 días o más, siendo una diferencia esta-
dísticamente signicativa (χ²=7,23; p ≤0,05).
Discusión y conclusiones
Como se observa en los resultados, el año con mayor
número de egresos fue el 2023, observándose un por-
centaje mucho mayor en el aumento de egresos por
salud mental (+44 %), que en el número total de egre-
sos del hospital (+2 %) comparando 2023 con el año
inmediatamente anterior. Se podría conjeturar que
* Diferencia estadísticamente signicativa .
Tabla 2. Comparativo de las dimensiones de análisis entre las internaciones con menos de 90 días de duración y
aquellas con 90 días de duración o más.
Variables Casos de internaciones de menos
de 90 días (n=372)
Casos de internaciones de 90
o más días de duración (n=38)
Género
Femenino 54,03 % (n=201) 47,37 % (n=18)
Masculino 45,97 % (n=171) 52,63 % (n=20)
Rangos de edad
15-19 años 4,84 % (n=18) -
20-59 años 78,49 % (n=292) 68,42 % (n=26)
60 o más años 12,63 % (n=47) 28,95 % (n=11)*
SD 4,03 % (n=15) 2,63 % (n=1)
Nacionalidad
Argentina 78,49 % (n=292) 92,11 % (n=35)
Otra 19,35 % (n=72) 7,89 % (n=3)
SD 2,15 % (n=8) -
Tipo de cobertura en salud
Únicamente Pública 90,59 % (n=337) 71,05 %(n=27)*
Obra social 9,14 % (n=34) 28,95 % (n=11)
Privada 0,27 % (n=1) -
Tipo de egreso
Alta denitiva 79,57 % (n=296) 76,32 %(n=29)
Traslado a otro establecimiento 6,72 % (n=25) 13,16 % (n=5)
Otros 6,99 % (n=26) 2,63 % (n=1)
SD 6,72 % (n=25) 7,89 % (n=3)
Motivo de ingreso
Descompensación psicótica 43,82 % (n=163) 8,42 % (n=26)*
Intento de suicidio 33,33 % (n=124) 15,79 % (n=6)
Síndrome confusional 1,34 % (n=5) 5,26 % (n=2)
Otros 21,51 % (n=80) 10,53 % (n=4)
Diagnóstico de egreso
(F20-29) Esquizofrenia 38,17 (n=142) 60,53 % (n=23)*
(F30-39) T. del estado de ánimo 27,42 % (n=102) 15,79 % (n=6)
Otros 34,41 % (n=128) 23,65 % (n=9)
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ello guarda relación con el periodo post-pandemia,
caracterizado por una profunda crisis económica en
el país, y su potencial correlato en la salud mental de
las personas. Este aumento en la tasa de egresos por
salud mental resulta coincidente con lo indicado por
la Organización Mundial de la Salud cuando señalaba
a inicios de 2022, que la evidencia sugería un incre-
mento en las problemáticas de la salud mental a nivel
global tras la pandemia (WHO, 2022). A su vez, según
la OMS la pandemia interrumpió la provisión de ser-
vicios de salud mental, hecho también observado en
Argentina, por lo cual, el aumento observado en este
estudio en el número de egresos puede relacionarse
tanto con un aumento en los casos como con la ma-
yor demanda a los servicios de salud mental, una vez
pasado el periodo de pandemia (Ardila-Gómez et al.,
2021; WHO, 2022).
Este reporte de la OMS también alertaba que las
mujeres y las personas jóvenes habían sido los que ha-
bían visto más afectada su salud mental en relación a
la pandemia (WHO, 2022), lo cual pareciera ser coin-
cidente con los datos de este estudio que indican un
mayor aumento en los egresos de mujeres, si se com-
para el año 2023 con el año 2022, y a su vez si se com-
para el año 2023 con el año inmediatamente anterior
a la pandemia.
En lo referido a los motivos de internación, el más
frecuente durante todo el periodo analizado fue el de
descompensación psicótica, con un marcado incremen-
to en el año 2023 respecto de los años anteriores. Una
posible hipótesis de ello se reere a la etapa de transi-
ción en el proceso de reforma de la atención en salud
mental, en donde parte de la demanda que atendían
tradicionalmente los hospitales neuropsiquiátricos, se
estaría re direccionando hacia los hospitales generales.
Por otro lado, respecto de los intentos de suicidio,
el hecho de que bajara su frecuencia durante el año
2020 es coincidente con otros estudios sobre consul-
tas por intentos de suicidio y sobre suicidios consu-
mados, que plantean una disminución en ese primer
año de la pandemia, y la necesidad de continuar mo-
nitoreando su comportamiento posterior a la misma
(Ardila-Gómez et al., 2023; Barrio et al., 2023; Pirkis
et al., 2022). Cabe destacar nuevamente la situación
de las mujeres, que contabilizaron el 58 % de los in-
tentos de suicidio registrados. Asimismo, se destaca
la concentración de los intentos de suicidio en pobla-
ción joven, de entre 15 y 39 años de edad (56 %) y con
una media de 39 años, lo cual guarda semejanzas con
un estudio anterior en el país (Ardila-Gómez et al.,
2023). También cabe destacar la situación de las per-
sonas con otra nacionalidad, para quienes los intentos
de suicidio fueron el motivo de ingreso más frecuente,
dato que resulta llamativo, comparado con estudios de
otros países que comparan hospitalizaciones por salud
mental en población migrante y población nativa, en
donde el motivo de internación más frecuente para
migrantes tiende a ser similar al de la población nativa
(Grundy, & Ng, 2023).
La situación de las personas con otra nacionalidad
es una línea de indagación en la cual resulta relevan-
te profundizar en futuros estudios, pudiendo a su vez
identicar otras variables que permitan comprender
más su situación, los aspectos especícos que afectan
su salud mental, así como las cuestiones a conside-
rar desde los servicios en los procesos de atención,
como pueden ser motivos de migración, tiempo de
llegada al país, estatus migratorio, situación laboral,
entre otros. Debe considerarse en este sentido que la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como centro ur-
bano global de importancia, es sitio de migraciones e
interculturalidad. Según datos del Censo Nacional de
Población del año 2022, el 21,7 % de la población resi-
dente en CABA había nacido en otro país, esto es, una
de cada cinco personas residentes en CABA (INDEC,
2024). Este porcentaje es cercano al de las personas re-
gistradas como con otra nacionalidad de este estudio
(18,2 %) lo cual indica la importancia de la formación
en interculturalidad en los trabajadores de servicios de
salud y salud mental.
En relación a los tiempos de internación, y sin ol-
vidar que se trata de un análisis de egresos, casi dos
terceras partes de las internaciones tuvieron una dura-
ción inferior a los 30 días, la media de duración fue de
32 días y la mediana de 13 días. En estudios previos en
hospitales generales del ámbito local, la media en un
caso fue de 46 días (Schiavo et al., 2017), y en el otro
la mediana fue de 22 días (Malleza et al., 2022). Por
otro lado, en un estudio en un hospital especializado
en psiquiatría, la media fue de 97 días (Chebar et al.,
2019). Este dato, no obstante, no debe ser sobrevalo-
rado y requiere de análisis más detallados, en tanto los
días de internación pueden relacionarse con diversas
variables sociodemográcas y clínicas de la población
atendida, como de organización y oferta de servicios.
Aunque las internaciones de más de 30 días no re-
presentan el porcentaje mayoritario, es relevante desde
un punto de vista de organización de servicios analizar
tales internaciones, habiendo en este trabajo hecho foco
particular en los casos más extremos correspondientes
25
Caracterización de los egresos por salud mental en el Hospital General de Agudos...
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 15-26.
a las internaciones de 90 días o más, que representaron
el 9,2 % (n=38) del total. Se destaca así que, de tales
internaciones, la mayor proporción de tales personas
tenían cobertura de obra social. Esto guarda coinciden-
cia con un estudio previo en la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, donde se caracterizó la situación social
de personas con internaciones prolongadas en diversos
hospitales y encontró que la mayoría de dichas perso-
nas contaban con cobertura de obra social (54,1 % de
un total de 111 personas) (Battaglia et al., 2019).
Otros estudios han asociado a las internaciones
prolongadas con la vulnerabilidad social de los pa-
cientes, observable en variables tales como la falta
de trabajo y la autonomía económica (Chebar et al.,
2019). A su vez, se ha señalado que tales internacio-
nes constituyen un indicador de la pobre respuesta del
sistema de salud a la necesidad de ciertos pacientes
(Little et al., 2019) o a la falta de disponibilidad de los
apoyos requeridos, por ejemplo, de tipo habitaciona-
les (Chebar et al., 2019).
Finalmente, cabe señalar como limitación del estu-
dio que el registro utilizado no contaba con los datos
completos en todos los casos, y que, pese a que se bus-
có la manera de resolver este problema, fue necesario
descartar casos que en su mayoría corresponden al
inicio del periodo analizado, es decir, al año 2018. Ello
pudo impactar en algunos de los resultados.
Pese a que la red de instituciones de salud de CABA
cuenta con un sistema informatizado de historias clí-
nicas, en salud mental resulta necesario registrar otros
datos de importancia tanto clínica como epidemioló-
gica de manera rutinaria, hecho que hace que algunos
equipos lleven registros complementarios. Aunque no
era un objetivo de este estudio, el análisis de los datos
posibilitó evaluar el registro que se viene utilizando, y
reexionar en tanto equipo sobre el mismo, con miras
a seleccionar de mejor manera los datos a registrar y
el modo de registrarlos, de modo de poder continuar
con el monitoreo de las internaciones, contando con
datos de mayor calidad. En particular, consideramos
de importancia contemplar diagnósticos secundarios,
que muchas veces dan luz a problemáticas que no son
fácilmente visibles si se consigna únicamente el diag-
nóstico del capítulo V del CIE-10.
Agradecimientos: a Fiamma Julieta Giacinti, Maité
Martig, Julieta Paula García, Giselle Elizabeth Kurz,
Lucía Liliana Grimaldi y Joaquín Lanuza, residentes
del HGARM, quienes colaboraron en el armado de la
base de datos.
Conicto de intereses: LS, GH AC, trabajan en el
servicio de salud mental del HGARM. NS, AA, MR y
SAG declaran no tener conicto de intereses.
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Investigación original
27
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 27-32. https://doi.org/10.53680/vertex.v36i168.831
RECIBIDO 28/6/2024 - ACEPTADO 23/7/2024
1.Magíster en Epidemiología, Gestión y Políticas de Salud. Investigadora en la Universidad Nacional del Oeste; Merlo, Provincia de Buenos Aires,
Argentina. https://orcid.org/0009-0000-7750-5662
2.Licenciada en Sociología. Socia e investigadora de la Sociedad Argentina de Epidemiología; Buenos Aires, Argentina. https://orcid.org/0009-0000-2322-3168
3.Especialista en Epidemiología. Vocal suplente de la Sociedad Argentina de Epidemiología; Buenos Aires, Argentina. https://orcid.org/0009-0004-7083-8041
4.Médica. Socia e investigadora de la Sociedad Argentina de Epidemiología; Buenos Aires, Argentina. https://orcid.org/0009-0004-7827-763X
5.Doctora en Salud Mental Comunitaria. Investigadora Adjunta, CONICET, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires, Instituto de Investiga-
ciones, Buenos Aires, Argentina. https://orcid.org/0000-0002-0022-7438
Autora correspondiente:
Sara Ardila-Gómez
sara.ardila@psi.uba.ar
Resumen
Los procesos de transformación del modelo de atención en salud mental requieren de sistemas de infor-
mación sólidos que permitan tener discusiones fundamentadas sobre los avances, logros y problemas de las
reformas implementadas. A nivel global, la Organización Mundial de la Salud ha desarrollado indicadores al
respecto, en particular sobre la atención por salud mental en hospitales generales, y especícamente sobre in-
ternación en tales instituciones. Los datos sobre Argentina suelen estar ausentes en tales análisis globales. Con
el objetivo de analizar las fuentes de información sobre servicios de salud mental en hospitales generales de
Argentina, se realizó un estudio cualitativo. Se analizaron seis fuentes de información de relevamiento especial
y periódico de alcance nacional, del periodo 2011-2023. Los resultados muestran algunos problemas serios
para los sistemas de información en salud mental en el país, como la baja cobertura en la información cuando
la metodología de recolección de datos es pasiva y la escasa disponibilidad pública de informes y bases de
datos. A su vez, se discute acerca de los indicadores utilizados a nivel global para internación por salud mental
en hospitales generales, proponiendo alternativas, dada la reducida aplicabilidad de los mismos a nivel local.
Palabras clave: salud mental, sistemas de información en salud, hospitales generales, servicios de salud mental
Abstract
Transforming the mental health care model requires robust information systems that support well-informed discussions
about the progress, achievements, and challenges of implemented reforms. Globally, the World Health Organization has
developed indicators for this purpose, particularly regarding mental health care in general hospitals and hospitalizations
in such settings. However, data from Argentina is often missing from these global analyses. To examine the available
information on mental health services in general hospitals in Argentina, a qualitative study was conducted. Six sources
of both point-in-time and periodic data, spanning from 2011 to 2023 and with national coverage, were analyzed. The
results reveal signicant issues in the country’s mental health information systems, including low data coverage when
passive data collection methods are used, and limited public access to reports and databases. The study also discusses
the global indicators used for tracking mental health hospitalizations in general hospitals, and proposes alternative
approaches, given their limited relevance at the local level.
Keywords: mental health, health information systems, general hospitals, mental health services
Análisis de la información sobre internación en Hospitales
Generales en la Argentina
Analysis of information on hospitalization in General Hospitals in Argentina
Daniela Emilce Bonanno1, Florencia Maite Badano2, Silvina Virginia Bernasconi3, Natalia Karina
García4, Sara Ardila-Gómez5
https://doi.org/10.53680/vertex.v36i168.831
28
Análisis de la información sobre internación en Hospitales Generales en la Argentina
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 27-32.
Introducción
Más de una década después de la sanción de la Ley
Nacional de Salud Mental (LNSM) de Argentina
(2010), los debates sobre su implementación son fre-
cuentes. Se discute si ha habido avances y mejoras en
la atención en salud mental, y algunos sectores pro-
ponen modicar la Ley. Por ejemplo, en el proyecto
de “ley ómnibus” se incluyeron modicaciones signi-
cativas (Czubaj, 2023). Pero, ¿qué tan sólidos son los
argumentos en estos debates? ¿En qué información se
basan? ¿Es información de calidad? Desde una pers-
pectiva de investigación de sistemas y servicios de sa-
lud mental, nos preguntamos: ¿qué efectos tiene en la
toma de decisiones, la opinión pública, el trabajo de
los servicios y la calidad de la atención el aceptar cier-
ta información sin el rigor metodológico adecuado?
Queremos ilustrar el caso de la atención de salud
mental en hospitales generales (HG), especícamente
la internación, uno de los puntos de la LNSM que ha
sido debatido incluso antes de su sanción (Cámara de
Senadores de la Nación, 2009, 2009a, 2010, 2010a). La
LNSM establece que las internaciones por salud men-
tal deben realizarse en HG. Los argumentos a favor in-
dican que los HG garantizan una mayor continuidad
de la atención en comparación con los hospitales psi-
quiátricos (OPS/OMS, 2016), reducen el estigma y las
barreras de acceso, y favorecen los vínculos familiares
y de apoyo social (OPS, 1990; Lipsitt, 2003). Los ar-
gumentos en contra señalan que los HG en Argentina
carecen de recursos humanos y condiciones adecua-
das para internaciones por salud mental, lo que po-
dría derivar en sobremedicación o uso de contención
mecánica (Cámara de Senadores de la Nación, 2009,
2009a, 2010, 2010a; Peiró, 2020).
La internación por salud mental en HG es un linea-
miento técnico global en los procesos de reforma en
salud mental. Los indicadores utilizados por la OMS
incluyen: (1) número de HG con unidades psiquiátricas
por 100.000 habitantes; (2) número de camas para in-
ternación psiquiátrica en HG por 100.000 habitantes; y
(3) número de admisiones por salud mental en HG por
100.000 habitantes (WHO, 2020). También se propone
medir la disponibilidad de camas para niños, niñas y
adolescentes (WHO, 2005).
A nivel global, las camas para internación psiquiátri-
ca eran más del triple que las de HG (WHO, 2021). En
la región de Las Américas, las camas para internación
en HG mostraron una leve disminución entre 2017 y
2020 (1,7 y 1,4). Esta disminución podría deberse a li-
mitaciones en la recolección de datos o cambios en las
deniciones en los sistemas de información a nivel país
(WHO, 2021). Un estudio en algunos países de Améri-
ca Latina encontró que la prevalencia media de camas
psiquiátricas en HG se redujo entre 1990-2020, de 1,0
a 0,8 por 100.000 habitantes (-24 %), con variaciones
entre países (Mundt, Delhey et al., 2023).
¿Qué dice el Atlas de la OMS sobre unidades de
salud mental para internación en HG en Argentina?
Nada. ¿Sobre camas/admisiones por 100.000 habitan-
tes? Nada (WHO, 2021). ¿Y el estudio de disponibili-
dad de servicios sobre camas para salud mental en HG
en Argentina? Nada (Mundt et al., 2023).
Establecer parámetros sobre niveles adecuados de
estos indicadores es complejo y depende de la red de
servicios, los recursos disponibles y la etapa de re-
forma del país. En países con sistemas de salud frag-
mentados y segmentados, la atención en salud mental
puede ser heterogénea y los sistemas de información
escasamente integrados, en especial teniendo en cuen-
ta que la República Argentina es un país federal y que
en la construcción de información e indicadores no
interviene un único sector.
En Argentina, medir algunos indicadores es di-
fícil y poco preciso, pues las internaciones en HG se
realizan en unidades psiquiátricas, otros servicios ge-
nerales, e incluso en servicios de guardia o urgencias
(Ministerio Público Tutelar, 2014). Por ello, el número
de camas no es necesariamente jo ni cuanticable de
igual manera. Entonces, ¿qué hacer?
A partir de lo anterior, nos propusimos analizar los
sistemas de información en Argentina para establecer
la calidad de la información sobre internación por sa-
lud mental en HG y realizar recomendaciones sobre
metodología, análisis de información e indicadores.
El objetivo de este trabajo fue evaluar la calidad de la
información sobre internación por motivos de salud
mental en HG.
Metodología
Realizamos un estudio descriptivo con metodología
mixta, utilizando fuentes secundarias. Revisamos re-
levamientos e información sobre internaciones por
motivos de salud mental del periodo 2011-2023, con-
siderando la LNSM sancionada en 2010. La búsqueda
se realizó online y a través de pedidos de información
pública al Ministerio de Salud de la Nación (MSal).
Incluimos fuentes con alcance nacional, periodo igual
o superior a 2011 y datos sobre hospitales generales
e internaciones por salud mental, excluyendo fuentes
de instituciones monovalentes o jurisdiccionales.
29
Análisis de la información sobre internación en Hospitales Generales en la Argentina
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 27-32.
Clasicamos los documentos como relevamientos
especiales (únicos) y continuos (repetitivos). El aná-
lisis cualitativo consideró: Cobertura (alcance de la
fuente), Representatividad (jurisdicciones represen-
tadas), Metodología de recolección (activa o pasiva),
Disponibilidad (informes públicos) y Base de datos
(disponibilidad pública). Fuentes con coberturas de
70 % o más se consideraron adecuadas. Finalmente,
se realizó un análisis cuantitativo descriptivo de inter-
naciones por salud mental a nivel nacional, estimando
frecuencias absolutas.
Resultados
Se encontraron tres relevamientos especiales y tres
continuos.
1. Relevamientos especiales
1.1 Relevamiento de la red de servicios de salud
mental y adicciones en Hospitales Generales
Realizado por el Ministerio de Salud de la Nación
(MSal) en el año 2012 (Sola, Martínez et al., 2015).en
el que se utilizaron dos instrumentos de recolección:
uno para jurisdicciones de menos de 2,5 millones de
habitantes, y otro de 2,5 millones de habitantes o más.
Éstos fueron diligenciados por referentes jurisdiccio-
nales de salud mental y remitidos mediante correo
electrónico. No se contó con información de las Pro-
vincias de Buenos Aires, Córdoba, Formosa y la Ciu-
dad Autónoma de Buenos Aires.
1.2 Abordaje de la salud mental en hospitales
generales del sector público de la República
Argentina
Realizado por el MSal en el año 2020 (MSal, 2020).
Se realizaron llamadas telefónicas a todos los estable-
cimientos de salud públicos con internación general,
listados en el Registro Federal de Establecimientos de
Salud en febrero de 2020. No se contó con informa-
ción de la provincia de Entre Ríos. El acceso a esta
fuente fue mediante pedido de información pública,
al no ser accesible públicamente.
1.3 Primer relevamiento nacional de dispositi-
vos de cuidado, acompañamiento y asistencia
en salud mental y consumos problemáticos
Realizado por la SEDRONAR y el MSal en el año 2022
(SEDRONAR, 2023). Se elaboró un padrón de institu-
ciones a partir de registros de SEDRONAR, el MSal y
de informantes clave jurisdiccionales. A partir de ese
padrón se remitió un cuestionario auto administrado
online a los dispositivos registrados. Ante la falta de
respuesta se implementaron estrategias de recolección
adicionales: mesas de consulta, seguimientos telefó-
nicos, de videollamada y presenciales, capacitaciones
virtuales y presenciales para el llenado del cuestiona-
rio, impresión en formato papel del cuestionario y re-
uniones con referentes. La cobertura total fue baja y la
información sobre el abordaje en hospitales generales
limitada.
2. Relevamientos continuos
2.1 Registro Nacional de Personas Internadas
por Motivos de Salud Mental
Registro continuo de internaciones del Ministerio de
Salud de la Nación que inicia su implementación en
2014 (MSal, 2014). Es un registro gestionado desde el
Sistema Integrado de Información Sanitaria Argenti-
no (SISA) que tiene por objetivo registrar a las perso-
nas internadas por motivos de salud mental en el país.
No se encuentra a la fecha, implementado en todas las
instituciones del sector público que realizan interna-
ciones por salud mental. A partir de reportes del regis-
tro del primer semestre de 2024 se observa que no se
registran internaciones en hospitales generales.
2.2 Registro Federal de Establecimientos de
Salud
Creado en 2009 para el registro de los establecimientos
sanitarios de todo el país (MSal, 2009). En los reportes
de este registro se pueden ltrar los establecimientos
que pertenecen al Programa de Salud Mental y Adic-
ciones, aunque no se especica sí los mismos realizan
internaciones. Cabe señalar que cada institución carga
el registro, siendo infrecuente su actualización.
2.3 Registro de actualización y fortalecimiento
de información sobre el Sistema de Atención
de Salud Mental
Se trata de una serie de indicadores elaborados por el
MSal para relevar información, anualmente, sobre la
disponibilidad de servicios de salud mental del país.
Se realizó en el año 2021 y no han sido publicadas ac-
tualizaciones posteriores. No se especica la cobertu-
ra del relevamiento.
En la Tabla 1 se presenta el resumen del análisis
cualitativo metodológico, de acuerdo a las variables
seleccionadas (ver Tabla 1).
Se observa que, dentro de los relevamientos pun-
tuales, el realizado en 2020 es el que presenta mayor
cobertura, aunque no alcance el total de representati-
vidad como el realizado en 2022. Se destaca que cua-
tro de las fuentes de información tienen una metodo-
logía de recolección pasiva. El único relevamiento que
30
Análisis de la información sobre internación en Hospitales Generales en la Argentina
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 27-32.
alcanzó más de un 70 % de cobertura fue el realizado
mediante recolección de datos activa. Se destacan las
limitaciones para el acceso a las fuentes de informa-
ción, tanto informes como bases de datos.
Respecto a la información obtenida por las fuentes
de información en relación a los HG, en la Tabla 2 se
presenta la relacionada a prestaciones básicas por salud
mental en HG, incluida la internación (ver Tabla 2).
Discusión
Los resultados muestran que las fuentes de informa-
ción sobre salud mental en HG dieren en cuanto a la
metodología, incluso dentro de la misma área de ges-
tión. Los relevamientos realizados en 2012 y 2022 obtu-
vieron bajas coberturas (inferiores al 70 %) (Sola, 2015;
SEDRONAR, 2023); y si bien el primero no presenta las
coberturas, no se contó con respuesta de jurisdicciones
que representan a más del 50 % de la población total del
país. Estas fuentes emplearon una metodología de reco-
lección pasiva, enviando cuestionarios a ser respondi-
dos por informantes clave. Sí bien en 2022 se utilizaron
diversas estrategias para mejorar la tasa de respuesta, se
obtuvo una cobertura del 60 % y respuesta únicamen-
te de 185 hospitales generales del sector público. En el
caso del relevamiento realizado en 2020, la metodolo-
gía de recolección activa mediante encuesta telefónica
permitió obtener una tasa de respuesta superior al 90
%, lo cual permite concluir que las metodologías pasi-
vas de recolección de datos no resultan ecaces para los
relevamientos puntuales de información.
En cuanto a las fuentes de información continua, no
se encontró información especíca sobre HG, lo cual es
una falla importante si se considera que los indicado-
res globales de atención en salud mental usados por la
OMS incluyen a los HG. Sin embargo, pese a las limita-
ciones de las fuentes continuas, en caso de que los mis-
mos sean promovidos y actualizados podrían constituir
fuentes de información válidas y conables. En parti-
cular, el relevamiento de indicadores realizado en 2021
podría recabar información relevante y que permita
realizar tendencias y evaluaciones en el tiempo, aunque
la información actual es insuciente. Especícamente,
en el caso del RESAM, sí se trabajara en su utilización y
mejora de cobertura, podría constituirse como la prin-
cipal fuente de información sobre internaciones por
motivos de salud mental a nivel nacional, siendo nece-
sario fortalecerlo, especialmente en HG.
En cuanto a la información obtenida a partir de las
fuentes, cabe destacar que según la fuente 1.2 del año
2020, el aspecto más crítico identicado del abordaje
de la salud mental en HG fue la atención de urgencias.
Además de que es una prestación requerida (MSal
2019, 2019a, 2022), vale subrayar que los servicios
de urgencia constituyen una puerta de entrada y de
derivación a otros servicios de salud mental. Su baja
presencia podría estar indicando una barrera en el ac-
ceso a la atención. Estos servicios son un componente
fundamental para la red de atención en salud mental,
en tanto cumplen con el rol de organizar el ujo de
internaciones, reducir las internaciones innecesarias,
y posibilitar una mejor comunicación entre diferentes
servicios de la red de atención (Barros et al., 2010).
La comparación del relevamiento de 2020 respecto
del realizado en 2021 indica un incremento de hospita-
Nota: elaboración propia en base a informes y reportes de cada fuente de información.
Tabla 1. Matriz de relevamientos y fuentes de información de internaciones por motivos de salud mental en Hospi-
tales Generales del sector público de la República Argentina
Indicadores Fuente 1.1 Fuente 1.2 Fuente 1.3 Fuente 2.1 Fuente 2.2 Fuente 2.3
Cobertura No informado 95,1 % 60 % 100 % 0*** No informado
Representatividad 83,3* 95,8** 100 % 100 % 0*** 95,8****
Metodología de
recolección Pasiva Activa Pasiva Pasiva Pasiva Pasiva
Informe Disponible No disponible Disponible No disponible No disponible No disponible
Base de datos/
reporte No disponible No disponible No disponible Disponible Disponible No disponible
Análisis
metodológico Limitado Adecuado Limitado Limitado Limitado Limitado
* No se cuenta con información de jurisdicciones que representan en suma el 54 % de la población argentina.
** No se cuenta con la información de una jurisdicción que representa un 3 % de la población argentina.
*** No hay en los últimos 6 meses internaciones cargadas en hospitales con internación general.
**** No se cuenta con la información de una jurisdicción que representa un 7 % de la población argentina.
31
Análisis de la información sobre internación en Hospitales Generales en la Argentina
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 27-32.
les con internación y con urgencias, lo que puede ser un
indicador de avances en la implementación de la LNSM.
Se destaca, que la comparación de hospitales con aten-
ción ambulatoria en el 2021 presentó una disminución
signicativa respecto de la del 2020. Esto puede ser un
indicador de la baja cobertura de hospitales alcanzados
bajo esta modalidad de recolección de datos.
Adicionalmente, cabe realizar algunas considera-
ciones respecto a la construcción de sistemas de in-
formación en salud mental en general, y en Argentina
en particular. El tomar como unidad de medida a las
instituciones, y no a las camas, podría permitir contar
con información más precisa respecto a los avances de
la reforma. Ello combinado con otras medidas como
tipo de prestación, podría ir mapeando el escenario
de la atención en salud mental en un contexto dado,
y en este sentido, aportar información respecto de los
cambios y avances en la implementación de determi-
nadas políticas públicas. Especícamente, tomando el
Abordaje de la salud mental en hospitales generales
del sector público de la República Argentina” (que
obtuvo mayor cobertura) se puede establecer que si
se mira la oferta de hospitales HG que realizan inter-
naciones, Argentina cuenta con 0,9 instituciones por
100.000 habitantes, y que si se enfoca en la población
con Cobertura Pública Exclusiva (CPE), la tasa ascien-
de a 2,8 HG con internación por 100.000 habitantes,
aunque con amplias diferencias entre jurisdicciones.
Pese a que este indicador no es equivalente y por
ello no resulta comparable con los utilizados a nivel
global, de número de HG con unidades psiquiátricas
o de número de camas para internación psiquiátrica
en HG por 100.000 habitantes, haciendo un ejercicio
especulativo de contraste con el indicador de número
camas, la mediana de camas para internación psiquiá-
trica en HG para la región de Las Américas fue de 1,4
por 100.000 habitantes, y para los países de ingresos
mediano-alto (grupo en el que fue clasicado Argenti-
na) fue de 3,3 por 100.000 habitantes (WHO, 2021). Por
lo cual, si se toma la tasa calculada en este estudio de
HG con internación para población con CPE, ésta sería
superior a la mediana regional pero inferior a la de paí-
ses con equivalente nivel de ingresos. Ahora bien, si se
compara con los datos del estudio que analiza algunos
países de América Latina, Chile reporta una mediana
de camas en HG de 5,13 y Paraguay de 3,65, siendo en
ambos casos superior al arrojado por el indicador de
instituciones aquí empleado (Mundt et al., 2023).
Aunque como señalamos, ambos indicadores no
son equivalentes, es posible inferir cautelosamente in-
formación relevante sobre la distribución de recursos
y la oferta de servicios en salud mental. Así, nuestra
propuesta es incluir el indicador de número de HG
con internación en salud mental dentro de los releva-
mientos que comparen atención en HG a escala nacio-
nal, regional y global.
Nota: elaboración propia en base a informes y reportes de cada fuente de información..
Tabla 2. Prestaciones básicas en salud mental en Hospitales Generales (HG) del sector público de la República
Argentina, según fuentes de información
HG con Atención
ambulatoria
HG con
Servicio de
Internación
HG con
Servicio de
Urgencias
Total de HG
relevados
Relevamiento de la red de Servicios de salud men-
tal y adicciones en HG* 59 212 82 642
Abordaje de la salud mental en HG del sector
público de la República Argentina** 779 388 86 1099
Registro de actualización y fortalecimiento de
información sobre el Sistema de Atención de salud
mental***
351 564 261 No informado
Primer relevamiento nacional de dispositivos de
cuidado, acompañamiento y asistencia en salud
mental y consumos problemáticos****
177 124 - 185
REFES***** - 86* - 86*
RESAM****** - 0 - 0
* No se cuenta con información de jurisdicciones que representan en suma el 54 % de la población argentina.
** No se cuenta con la información de una jurisdicción que representa un 3 % de la población argentina.
*** No se cuenta con la información de una jurisdicción que representa un 7 % de la población argentina.
**** No se presenta información relativa a guardia, emergencia o atención en crisis.
***** No hay especicación de que se realice internación, sino que pertenecen al Programa de Salud Mental y Adicciones.
****** Sólo se releva información de internaciones.
32
Análisis de la información sobre internación en Hospitales Generales en la Argentina
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 27-32.
Por lo anterior, abogamos por el fortalecimiento de
las áreas técnicas que manejan sistemas de informa-
ción, acompañado de acuerdos políticos que permitan
contar con mayor y mejor información constante pese
a los cambios en la gestión. Preocupa que ninguno de
los relevamientos encontrados provea información del
total de jurisdicciones del país. Ello marca una fragi-
lidad importante en la rectoría desde el nivel central,
y la necesidad de generar acuerdos de trabajo que po-
sibiliten construir un sistema de información en salud
mental sólido a nivel país. También, en sistemas de
salud fragmentados, es necesario contar con datos de
los subsistemas privado y de seguridad social. Por otra
parte, resulta fundamental considerar aspectos de or-
ganización del sistema de salud, la organización federal
del país y la inclusión de variables no consideradas en el
trabajo para ampliar y complejizar el análisis realizado.
Finalmente, respondiendo a la pregunta guía de
este trabajo sobre cómo medir los avances de la trans-
formación del modelo de atención en salud mental,
proponemos que sea mediante fuentes de información
continua, con metodología de relevamiento activa, y
que sean constantes en el tiempo independientemente
de la gestión de turno. Esperemos que, en futuros rele-
vamientos globales, la respuesta de Argentina no siga
siendo: Sin Dato.
Agradecimientos: se agradece al Ministerio de Salud
de la Nación por brindar la información para la reali-
zación de este estudio.
Conicto de intereses: los autores declaran no tener
conicto de intereses en relación con el presente trabajo.
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Investigación original
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Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 33-38. https://doi.org/10.53680/vertex.v36i168.832
RECIBIDO 13/3/2025 - ACEPTADO 15/5/2025
1.Sección de Psicopatología y Salud Mental, Departamento de Medicina, Hospital General de Agudos “Dr. Juan A. Fernández”. Instituto de Neurociencia
Cognitiva y Traslacional (Consejo Nacional de Investigaciones Cientícas y Técnicas - Fundación INECO - Universidad Favaloro). Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, Argentina. https://orcid.org/0009-0004-0155-327X
2.Sección de Psicopatología y Salud Mental, Departamento de Medicina, Hospital General de Agudos “Dr. Juan A. Fernández”, Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, Argentina. https://orcid.org/0000-0002-0823-1124
3.Sección de Psicopatología y Salud Mental, Departamento de Medicina, Hospital General de Agudos “Dr. Juan A. Fernández”. Instituto de Neurología
Cognitiva-INECO. Buenos Aires, Argentina. https://orcid.org/0009-0007-1174-774X
4.División de Anestesia, Analgesia y Reanimación, Departamento de Medicina, Hospital General de Agudos “Dr. Juan A. Fernández”. Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, Argentina. https://orcid.org/0009-0009-4299-9055
5.División de Toxicología, Departamento de Urgencias, Hospital General de Agudos “Dr. Juan A. Fernández”. Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
Argentina. https://orcid.org/0009-0004-5933-0845
6.Sección de Psicopatología y Salud Mental, Departamento de Medicina, Hospital General de Agudos “Dr. Juan A. Fernández”. Docente adscripto de la I
Cátedra de Farmacología, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. https://orcid.org/0009-0001-
9714-2894
7.Sección de Psicopatología y Salud Mental, Departamento de Medicina, Hospital General de Agudos “Dr. Juan A. Fernández”. Departamento de
Psiquiatría y Salud Mental, FLENI. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. https://orcid.org/0009-0003-6870-3845
8.Sección de Psicopatología y Salud Mental, Departamento de Medicina, Hospital General de Agudos “Dr. Juan A. Fernández”. Facultad de Psicología,
Universidad de Buenos Aires. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. https://orcid.org/0009-0004-0252-610X
9.Sección de Psicopatología y Salud Mental, Departamento de Medicina, Hospital General de Agudos “Dr. Juan A. Fernández”, Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, Argentina. https://orcid.org/0009-0007-6235-7266
10.Department of Psychiatry, School of Medicine, Queen’s University, Kingston, Ontario, Canada. International Consortium for Mood & Psychotic
Disorder Research, McLean Hospital, Belmont, MA, USA. https://orcid.org/0000-0002-2918-3336
11.Lic. en Enfermería. Sala de infusiones, Departamento de Enfermería, Hospital General de Agudos “Dr. Juan A. Fernández”. Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, Argentina.
12.Lic. en Enfermería. Sala de infusiones, Departamento de Enfermería, Hospital General de Agudos “Dr. Juan A. Fernández”. Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, Argentina.
13.Farmacéutica. División Farmacia, Departamento de Diagnóstico y Tratamiento, Hospital General de Agudos “Dr. Juan A. Fernández”. Ciudad Autóno-
ma de Buenos Aires, Argentina.
14.Farmacéutica y Bioquímica. División Farmacia, Departamento de Diagnóstico y Tratamiento, Hospital General de Agudos “Dr. Juan A. Fernández”.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
Autora correspondiente:
Micaela Dines
micaeladines.hfer@gmail.com
Institución en la que se realizó el estudio: Hospital General de Agudos “Dr. Juan A. Fernández”. Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, Argentina.
Infusiones de ketamina a dosis subanestésicas para la depresión
mayor resistente al tratamiento: protocolo de aplicación en un
hospital público de Argentina
Subanesthetic Dose Ketamine Infusions for Treatment-Resistant Major Depression: An
Application Protocol at a Public Hospital in Argentina
Micaela Dines1, Adriana Bulacia2, Paloma Bamondez3, Irene Luis Vega4, Micaela Montene-
gro5, Pablo Germán Díaz6, Paula Oyhamburu7, Ana Laura Ramos8, Florencia Ambrosio9,
Gustavo Vázquez10
Colaboradores: Pereyra Monica11, Hugo Pereyra12, Cynthia Cichello13, Laura Natalia Ríos
Merino14
https://doi.org/10.53680/vertex.v36i168.832
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Infusiones de ketamina a dosis subanestésicas para la depresión mayor resistente al tratamiento...
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Introducción
La depresión mayor resistente al tratamiento (DMRT)
representa un desafío clínico signicativo, afectando
aproximadamente al 30 % de los pacientes diagnos-
ticados con trastorno depresivo mayor (TDM). Estos
pacientes no logran alcanzar una respuesta clínica sa-
tisfactoria a pesar del uso de estrategias terapéuticas
convencionales, lo que los expone a un mayor riesgo
de deterioro funcional, comorbilidades psiquiátricas
y físicas, y un incremento en la ideación y conducta
suicida. La búsqueda de alternativas terapéuticas más
ecaces ha llevado al desarrollo de enfoques inno-
vadores, entre los cuales la ketamina intravenosa ha
emergido como una opción prometedora.
En los últimos años, la investigación sobre la ke-
tamina ha mostrado resultados alentadores, especial-
mente en su capacidad para inducir una mejoría rápi-
da y signicativa en los síntomas depresivos, así como
también un impacto positivo en la eliminación de idea-
ción suicida (Zarate et al., 2012). A diferencia de los an-
tidepresivos convencionales, cuya acción puede tardar
semanas en manifestarse, la ketamina produce efectos
clínicos en cuestión de horas o días, lo que la convierte
en una herramienta valiosa para el tratamiento de pa-
cientes con depresión grave y riesgo suicida inminente.
El mecanismo de acción de la ketamina se basa en
la modulación del sistema glutamatérgico, un sistema
clave en la regulación del estado de ánimo y la función
neuronal. Se ha demostrado que la ketamina actúa
como un antagonista del receptor N-metil-D-asparta-
to (NMDA), lo que facilita la potenciación sináptica a
través de la activación de vías alternativas, como la se-
ñalización a través del receptor AMPA (Berman et al.,
2000). Este mecanismo promueve la neuroplasticidad
y mejora la conectividad neuronal, contrarrestando
los efectos deletéreos del estrés crónico y la inama-
ción neurobiológica en el cerebro.
Estudios recientes han explorado el papel de la ke-
tamina en la modulación de la neuroinamación, un
factor que ha sido ampliamente implicado en la patogé-
nesis de la depresión resistente al tratamiento (Duman
et al., 2016). La investigación ha demostrado que la ad-
ministración de ketamina reduce los niveles de citoqui-
nas proinamatorias y favorece la liberación de factores
neurotcos, como el BDNF (Brain-Derived Neurotro-
phic Factor), una proteína esencial para la plasticidad
sináptica y la reparación neuronal (Kang et al., 2022).
El impacto de la ketamina en la psiquiatría ha su-
puesto un cambio de paradigma en el tratamiento de la
depresión resistente. Su potencial acción antisuicida ha
generado gran interés en la comunidad clínica y cientí-
Resumen
La depresión mayor resistente al tratamiento (DMRT) representa un desafío signicativo en psiquiatría, dada
la limitada respuesta a las terapias convencionales. La ketamina endovenosa (EV) a dosis subanestésicas ha
emergido como una opción terapéutica efectiva, con efectos rápidos sobre los síntomas depresivos y suicidas.
En este artículo, se presenta el protocolo de infusión de ketamina aplicado en un hospital general de agudos de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, basado en guías internacionales. A continuación, se detallan los criterios
de inclusión y exclusión, la dosicación, el procedimiento de administración y el monitoreo de los pacientes.
Además, se discuten los efectos adversos y consideraciones de seguridad. La implementación de este proto-
colo permite optimizar el uso de ketamina en la DMRT, garantizando su ecacia y seguridad.
Palabras clave: ketamina, depresión resistente al tratamiento, infusiones intravenosas, protocolo clínico,
seguridad
Abstract
Treatment-resistant major depression (TRD) poses a signicant challenge in psychiatry due to the limited response to
conventional therapies. Subanesthetic dose intravenous (IV) ketamine has emerged as an effective therapeutic option,
providing rapid effects on depressive and suicidal symptoms. This article outlines the ketamine infusion protocol imple-
mented in a general hospital, following international guidelines. Inclusion and exclusion criteria, dosage, administration
procedure, and patient monitoring. Additionally, adverse effects and safety considerations. The implementation of this
protocol optimizes the use of ketamine in TRD, ensuring both efcacy and safety.
Keywords: ketamine, treatment resistant depression, intravenous infusions, clinical protocol, safety
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Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 33-38.
ca, especialmente en contextos donde la intervención
rápida es crucial para la seguridad del paciente (Wil-
kinson et al., 2018). Sin embargo, su implementación
debe realizarse con precaución y bajo estrictos proto-
colos clínicos que garanticen su seguridad y ecacia,
minimizando los riesgos de efectos adversos o abuso
de la sustancia. En este artículo presentamos los li-
neamientos generales del protocolo de tratamiento
implementado en el Hospital General de agudos Dr.
Juan A. Fernández de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, Argentina.
Métodos
Se diseñó un protocolo de infusión basado en el pro-
tocolo de aplicación de infusiones endovenosas de
ketamina del Providence Care Hospital de Kingston
(Gutiérrez et al., 2024), Canadá, en donde realiza in-
fusiones de ketamina EV para depresión resistente el
Dr. Gustavo Vázquez, colaborador externo. Este pro-
tocolo además se centra en las recomendaciones de
las guías del Canadian Network for Mood and Anxiety
Treatments (CANMAT) (Swainson et al., 2021) y en
consensos internacionales (McIntyre et al., 2021) y es-
tablece criterios rigurosos de selección de pacientes,
así como un esquema de administración controlado y
monitoreo continuo. El objetivo de esta primera etapa
del protocolo es demostrar que su implementación es
segura en un hospital público de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires.
El tratamiento se realiza en la sala de infusiones del
Hospital General de Agudos Dr. Juan A Fernández.
Las mismas son realizadas por un equipo interdisci-
plinario que consta de un psiquiatra, un anestesiólogo
o intensivista y personal de enfermería. Las infusiones
se realizan a pacientes mayores de 18 y menores de 65
años con diagnóstico de Trastorno Depresivo Mayor
resistente al tratamiento. La selección de pacientes se
realiza a través de una evaluación clínica y neurop-
sicológica exhaustiva. Durante las entrevistas con el
psiquiatra se emplean escalas validadas para cuanti-
car la severidad de la depresión, como la Montgo-
mery-Åsberg Depression Rating Scale (MADRS) y el
Beck Depression Inventory-II (BDI-II) (Montgomery
& Asberg, 1979). Se excluyen aquellos pacientes con
antecedentes de trastornos psicóticos o abuso de sus-
tancias, dado que la ketamina puede exacerbar sínto-
mas psicóticos o inducir dependencia en individuos
vulnerables (Short et al., 2018). Además, se excluyeron
pacientes con deterioro cognitivo severo, hipertensión
arterial no controlada en el último año, ACV o IAM
en el último año, además de embarazo, lactancia y
diagnóstico principal de trastorno bipolar, trastorno
de la personalidad, trastorno por estrés post traumáti-
co o discapacidad intelectual moderada a grave.
Durante el proceso de admisión, se solicitan estu-
dios complementarios tales como laboratorio comple-
to que incluya función tiroidea y sedimento urinario,
tanto para evaluar pseudoresistencia al tratamiento
como para monitoreo de efectos adversos. Se amplían
los estudios complementarios en función del caso.
Además, se mide la tensión arterial de los pacientes y
se solicita una evaluación neuropsicológica que inclu-
ye la Batería de Ecacia Mnémica de Signoret (BEM
144), el Stroop Test, Trail Making Test (TMT A y B) y
las subpruebas Búsqueda de Símbolos, Clave de Núme-
ros, Dígitos y Aritmética del Wechsler Adult Intelligence
Scale- 4ª edición (WAIS-IV). Dicha batería neuropsico-
lógica apunta a conocer el perl cognitivo de cada pa-
ciente antes de recibir el tratamiento. Si bien la eviden-
cia sobre el impacto de la ketamina en pacientes con
DMRT sugiere una mejoría en el rendimiento cogniti-
vo en todas las áreas evaluadas (Grasso et al., 2024) en
pacientes con consumo problemático se ha observado
un deterioro signicativo (Gill et al., 2021; Souza Mar-
ques et al., 2021). La batería neurocognitiva se vuelve a
repetir al mes de la última infusión.
Una vez que el paciente naliza el proceso de ad-
misión se le explican los benecios, riesgos y alterna-
tivas al tratamiento y a su vez se rman dos copias de
un consentimiento informado. El protocolo de admi-
nistración de ketamina se divide en dos etapas, una de
tratamiento agudo (semana 1 a 4) y otra de optimiza-
ción (semana 5-8)/ mantenimiento (semana 9 a 24).
En este momento nuestro hospital ofrece la primera
etapa aguda y la etapa de optimización y se encuentra
en vías de desarrollar el mantenimiento. El paciente
inicia con infusiones intravenosas en dosis de 0,50
mg/kg (0.75 mg/kg en caso de respuesta parcial) du-
rante un período de 40 minutos 2 veces por semana
durante 4 semanas. Una vez completado el primer
mes, el paciente recibe 1 infusión por semana duran-
te 4 semanas de la dosis que le ha dado resultado o
en su defecto 1 mg/kg (ver Figura 1). El paciente debe
concurrir en ayunas de 6 hrs, tanto de líquidos como
de sólidos, así como también se le puede solicitar que
suspenda o disminuya determinada medicación con
perl gabaérgico con el n de mejorar la ecacia de la
ketamina. Una vez en el nosocomio, previo a las infu-
siones se le toman los signos vitales, peso y una escala
de MADRS y BDII. Las infusiones se realizan en un
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Infusiones de ketamina a dosis subanestésicas para la depresión mayor resistente al tratamiento...
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 33-38.
ambiente controlado con baja estimulación sensorial
para minimizar efectos adversos como la disociación
o la ansiedad. Se le sugiere a los pacientes concurrir con
música de su agrado, utilizar antifaz, tapones para los
oídos y vestirse con ropa cómoda. Los pacientes son
monitoreados continuamente a través de un monitor
multiparamétrico y a nivel clínico por el anestesiólogo/
intensivista y el psiquiatra así como también enferme-
ría. Una vez terminada la infusión, el paciente perma-
nece en el nosocomio acompañado de un familiar hasta
1 hora luego de la cual, posteriormente, se le administra
la Escala de Estados Disociativos Abreviada (CADSS-6)
y un cuestionario de efectos adversos. Una vez que el
paciente se encuentra completamente recuperado se
retira acompañado por un familiar y se le indica que no
debe manejar por las siguientes 24 hrs.
En caso de presentar efectos adversos durante la
infusión, los mismos son manejados por la aneste-
sióloga o la intensivista con asistencia del psiquiatra
y personal de enfermería. Para ello la sala cuenta con
los fármacos pertinentes para contrarrestar los efectos
no deseados y carro de paro. Además de estar moni-
toreado en todo momento, se registran signos vitales
cada 15 minutos.
Para evaluar la persistencia de los efectos terapéuti-
cos, se implementan evaluaciones de seguimiento a las
4, 8 y 12 semanas post-tratamiento. Estos seguimientos
permiten ajustar la dosis del tratamiento en función de
la respuesta o no del paciente, siendo evaluado a través
de la BDII y la MADRS, en conjunto con la evaluación
clínica psiquiátrica y a su vez detectando posibles efec-
tos adversos a largo plazo, como la aparición de sínto-
mas psicomiméticos o deterioro cognitivo. Asimismo,
tanto al inicio como al nal del tratamiento se les ad-
ministra una Escala de Evaluación de Actividad Global
(EEAG) con el n de evaluar como la mejoría clínica
impacta en la funcionalidad del paciente.
Dentro del protocolo de infusiones, se ha desa-
rrollado un estricto protocolo de trazabilidad de la
ketamina en conjunto con el equipo de Farmacia del
Hospital con el n de desechar el sobrante de manera
correcta y segura. Se utiliza siempre el mismo lote de
ketamina y se escribe en un libro de actas al nalizar la
infusión el lote, presencia de efectos adversos graves y
que se ha realizado el descarte. El objetivo es registrar
el procedimiento y las maniobras de seguridad y tra-
zabilidad y garantizar que se utilice la medicación en
el ámbito terapéutico hospitalario.
Resultados
Los resultados preliminares de varios centros utili-
zando este mismo protocolo indican que aproxima-
damente el 60 % de los pacientes experimentan una
mejora signicativa en los síntomas depresivos tras la
primera fase del tratamiento (Murrough et al., 2013,
Gutierrez et al., 2024). Además, se ha observado una
reducción sustancial en la ideación suicida en un alto
Figura 1. Protocolo de aplicación de ketamina para depresión resistente
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porcentaje de pacientes dentro de las primeras 24 ho-
ras posteriores a la infusión (Grunebaum et al., 2018).
Actualmente se está tratando a una segunda paciente.
Estudios de neuroimagen han demostrado que
la administración de ketamina está asociada con un
aumento en la conectividad funcional de las redes
neuronales involucradas en la regulación del estado
de ánimo (Abdallah et al., 2017). Estos hallazgos se
correlacionan con los reportes de mejoría de la perfor-
mance cognitiva luego del tratamiento agudo en re-
visiones bibliográcas recientes (Grasso et al., 2024).
Además de los benecios clínicos, aquellos pacien-
tes tratados con ketamina han reportado una mejora
signicativa en su funcionalidad global, lo que les ha
permitido retomar actividades cotidianas con mayor
facilidad. Los efectos adversos reportados tienen en
su mayoría un carácter transitorio y leve incluyendo
dentro de estos síntomas transitorios de disociación,
hipertensión leve durante la infusión, fatiga y náuseas
(Swainson et al., 2021; Gutiérrez et al., 2024). Las náu-
seas, ansiedad, visión borrosa y mareos, se presentan
con una frecuencia cercana al 30 % pudiendo ocurrir
hasta 20 minutos luego de nalizada la infusión (Gu-
tiérrez et al., 2024). Los efectos adversos relacionados
a la despersonalización ocurren en un 50 % al nalizar
la primera infusión, reduciendo su prevalencia durante
los tratamientos siguientes (Acevedo-Díaz et al., 2020).
Todos estos efectos generalmente desaparecen
dentro de las primeras horas tras la administración y
no parecen comprometer la seguridad general del tra-
tamiento (McIntyre et al., 2021).
En cuanto a la toxicidad urológica, las alteraciones
a nivel hepático, alteraciones cognitivas y el riesgo de
dependencia, las mismas han sido estudiadas funda-
mentalmente en pacientes que reciben ketamina du-
rante la anestesia, cómo tratamiento para el dolor o
son usuarios recreacionales (Short et al., 2017), por
lo cual se necesita mayor investigación sobre la ocu-
rrencia de dichos efectos en pacientes que realizan tra-
tamiento con ketamina EV para la DMRT. En lo que
respecta a los pacientes de nuestro hospital, el primer
paciente completó el tratamiento con una reducción
>50 % de los síntomas basales, presentando una recaí-
da sintomática leve a los 15 días luego de nalizado el
tratamiento. Asimismo, no presentó efectos adversos
graves durante las infusiones.
Conclusión
Para aquellos pacientes que no responden a los tra-
tamientos convencionales, la ketamina endovenosa ha
demostrado ser una opción terapéutica ecaz y segu-
ra (McIntyre et al., 2023). Dado que en los hospitales
públicos de Argentina no se dispone de tratamientos
alternativos a los antidepresivos orales con ecacia
comprobada como la Terapia Electroconvulsiva (TEC),
las infusiones de ketamina endovenosa a dosis subanes-
tésicas se presentan como una opción prometedora. No
obstante, es fundamental señalar que este procedimien-
to debe ser administrado por un equipo multidiscipli-
nario especializado, siguiendo protocolos estrictos que
garanticen su seguridad y efectividad, a n de reducir
al mínimo los riesgos asociados, como son los efectos
adversos o el potencial abuso de la sustancia. De todas
formas, se espera que este enfoque motive a otros pro-
fesionales y centros hospitalarios a incorporar este tra-
tamiento. Aunque este avance inicial resulta alentador
para la salud mental en Argentina, es esencial seguir
explorando maneras de asegurar el acceso continuo
y establecer esquemas sostenibles de mantenimiento
dentro del sistema de salud pública.
Agradecimientos: los autores agradecen a Electrome-
dik S.A. por la donación del monitor multiparamétrico.
Conicto de Intereses: los autores declaran no pre-
sentar conictos de interés ni haber recibido nancia-
miento alguno para este proyecto.
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Investigación original
39
Resumen
Introducción: la categoría de los Trastornos neurocognitivos (TNC), también llamados Demencias, incluye a aque-
llos trastornos en los que el décit clínico principal es la falla en una o más funciones cognitivas y que son ad-
quiridos. La Demencia de Inicio Temprano (DIT) se dene como un TNC mayor que comienza antes de los 65
años, con diversas causas etiológicas y un impacto signicativo en los costos de salud y calidad de vida familiar.
Los síntomas neuropsiquiátricos, como la depresión y la ansiedad, pueden ser causas no neurodegenerativas de
deterioro y quejas cognitivas. Este estudio se enfoca en describir el rendimiento en la Evaluación Neurocognitiva
(ENC) y la presencia de depresión, ansiedad, y otros síntomas neuropsiquiátricos en jóvenes que consultan por
quejas cognitivas en un servicio de neurología. Materiales y métodos: estudio descriptivo, retrospectivo basado en
informes de ENC de pacientes jóvenes (≤64 años) que consultaron por quejas cognitivas entre junio de 2018 y
diciembre de 2022. Se excluyeron pacientes con antecedentes de trastornos del neurodesarrollo. Los informes
clasicaron a los pacientes en categorías basadas en su rendimiento cognitivo y la afectación en actividades de
la vida diaria. Además, se recopilaron datos demográcos, antecedentes neurológicos y psiquiátricos, y se utiliza-
ron escalas para evaluar síntomas neuropsiquiátricos. Resultados: de las 214 ENC, 54.21 % resultaron normales,
mientras que las restantes mostraron diversos grados de deterioro cognitivo. No se encontraron diferencias
estadísticamente signicativas en la presencia de depresión o ansiedad entre los grupos con ENC normal y pa-
tológica. Sin embargo, el 84 % de los casos presentó síntomas neuropsiquiátricos según informes de familiares,
siendo la depresión y la ansiedad los más reportados. Conclusiones: en más de la mitad de la muestra se obtuvo
un rendimiento cognitivo normal y en el resto algún grado de deterioro cognitivo. Se detectó una alta frecuencia
de síntomas neuropsiquiátricos. Se subraya la importancia de una ENC completa y la detección de síntomas
neuropsiquiátricos para una intervención temprana en pacientes jóvenes.
Palabras clave: queja cognitiva, trastorno neurocognitivo, demencia, síntomas neuropsiquiátricos
Población joven con queja cognitiva: performance neuropsicológica
y síntomas neuropsiquiátricos
Young population with cognitive complaint: neuropsychological performance and neuropsy-
chiatric symptoms
Florencia Deschle1, Sofía Caporale2, María Cecilia Moreno3, Cecilia Verónica Cervino4, María
Laura Saglio5, Guillermo Pablo Povedano6, Waleska Berrios7
RECIBIDO 11/5/2024 - ACEPTADO 3/8/2024
1.Médica especialista en Neurología y en Neuropsicología clínica. Médica de planta del Complejo médico Hospitalario Churruca Visca. Médica de
planta del Centro de Neurología Cognitiva Hospital Británico de Buenos Aires. Buenos Aires, Argentina. https://orcid.org/0000-0002-6939-455X
2.Médica especialista en Neurología. Jefa de residentes del Servicio de Neurología del Complejo médico Hospitalario Churruca Visca. Buenos Aires,
Argentina. https://orcid.org/0009-0007-2733-4333
3.Licenciada en Psicología especialista en Neuropsicología clínica. https://orcid.org/0009-0007-8994-3767
4.Doctora en Psicología especialista en Neuropsicología clínica. Psicóloga de planta del Complejo médico Hospitalario Churruca Visca. Buenos Aires,
Argentina. Neuropsicóloga de planta Instituto FLENI. https://orcid.org/0000-0003-2098-3422
5.Licenciada en Psicología especialista en Neuropsicología clínica. Psicóloga de planta del Complejo médico Hospitalario Churruca Visca. Neuropsicó-
loga en Instituto de Investigaciones Médicas Lanari. Buenos Aires, Argentina. https://orcid.org/0009-0000-7836-0282
6.Médico especialista en Neurología. Jefe del Servicio de Neurología del Complejo Médico Hospitalario Churruca Visca. Médico de planta de Sección
Neurología vascular del instituto FLENI. https://orcid.org/0000-0002-1816-4789
7.Médica especialista en Neurología. Médica de planta del Complejo médico Hospitalario Churruca Visca. Médica asociada de la Sección Trastornos de
Memoria y Conducta del Hospital Italiano de Buenos Aires. Buenos Aires, Argentina. https://orcid.org/0000-0002-0119-7074
Autora correspondiente
Florencia Deschle
orenciadeschle@gmail.com
Lugar de realización del estudio: Complejo Médico Churruca Visca, Buenos Aires, Argentina.
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 39-44. https://doi.org/10.53680/vertex.v36i168.833
https://doi.org/10.53680/vertex.v36i168.833
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Población joven con queja cognitiva: performance neuropsicológica y síntomas neuropsiquiátricos
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 39-44.
Introducción
La categoría de los trastornos neurocognitivos mayo-
res (TNCM), también llamados demencias, incluye a
aquellos trastornos en los que el décit clínico princi-
pal es la falla en una o más funciones cognitivas y que
son adquiridos. Aunque los décits cognitivos están
presentes en muchos trastornos mentales, sólo se han
incluido en la categoría de los Trastornos Neurocogni-
tivos (TNC) los trastornos cuyas características esen-
ciales son cognitivas. Los TNC son aquellos en los que
la disfunción cognitiva no ha estado presente desde
el nacimiento o la infancia temprana y, por tanto, re-
presenta un declive desde un nivel de funcionamiento
adquirido previamente (DSM 5).
Según la clasicación del DSM 5, el término “de-
mencia” se conserva para mantener la continuidad y
puede utilizarse en aquellos ámbitos en los que médi-
cos y pacientes estén acostumbrados a este término.
Aunque “demencia” es el término utilizado habitual-
mente para trastornos como las demencias degene-
rativas que suelen afectar a las personas mayores, el
término “trastorno neurocognitivo” se utiliza amplia-
mente y a menudo se preere para los trastornos que
afectan a sujetos más jóvenes, como la disfunción se-
cundaria a un traumatismo cerebral o a la infección
por el VIH. Además, la denición de “TNC Mayor” es
algo más amplia que la del término “demencia, ya que
los individuos con un declive sustancial en un único
dominio pueden recibir este diagnóstico (DSM 5).
La “Demencia de Inicio Temprano” (DIT) es deni-
da entonces como un Trastorno neurocognitivo mayor
que se inicia antes de los 65 años de edad. Puede pre-
sentar diferentes causas etiológicas (Chiari et al., 2021)
y suele generar gran impacto familiar, aumentando los
gastos en salud y los años de vida perdidos por enfer-
medad (Fatima K, Mehendale AM, et al. 2022).
Según distintas series, la prevalencia de los TNC
Mayor de inicio temprano varía entre 38 y 420 casos
cada 100000 habitantes de entre 30 y 64 años, siendo
su incidencia de entre 2.4 y 22.6 nuevos casos cada
100000 habitantes cada año (Chiari et al., 2021).
Comparada con los casos de TNC Mayor de ini-
cio tardío, el porcentaje de TNC de inicio temprano
atribuibles a etiología neurodegenerativa constitu-
ye un número menor (Fatima K, Mehendale AM, et
al. 2022), pero aún así la Enfermedad de Alzheimer
continúa siendo la causa más prevalente (15 %-40 %)
(Chiari et al., 2020; Fatima & Mehendale, 2022). En
el grupo de pacientes con edad menor a 45 años la
EA presenta una prevalencia mucho menor, siendo la
mayoría debidos a casos familiares autosómicos do-
minantes, que son extremadamente raros, constitu-
yendo menos del 1 % de los casos de EA (Alzheimer's
Abstract
Introduction: Neurocognitive Disorders (NCD), also called Dementia, includes those disorders in which the main clini-
cal decit is failure in one or more cognitive functions and which are acquired. Early Onset Dementia (EOD) is dened
as major NCD that begins before age 65, with diverse etiological causes and a signicant impact on health costs and
family quality of life. Neuropsychiatric symptoms, such as depression and anxiety, may be non-neurodegenerative cau-
ses of cognitive impairment and complaints. This study focuses on describing the performance in the Neurocognitive
Assessment (NCA) and the presence of depression, anxiety, and other neuropsychiatric symptoms in young people
who consult for cognitive complaints in a neurology service. Materials and methods: descriptive, retrospective study
based on Cognitive Tests reports from young patients (≤64 years) who consulted for cognitive complaints between
June 2018 and December 2022. Patients with a history of neurodevelopmental disorders were excluded. We classied
patients into categories based on their cognitive performance and impairment in activities of daily living. Additionally,
demographic data, neurological and psychiatric history were collected, and scales were used to assess neuropsychiatric
symptoms. Results: of the 214 Cognitive Tests reports, 54.21 % were normal, while the remaining showed cognitive
impairment. No statistically signicant differences were found in the presence of depression or anxiety between the
groups with normal and pathological NCD. However, 84 % of cases presented neuropsychiatric symptoms according
to family reports, with depression and anxiety being the most reported. Conclusions: normal cognitive performance
was obtained in more than half of the sample and some degree of cognitive impairment in the rest. A high frequency
of neuropsychiatric symptoms was detected. The importance of a complete NCA and the detection of neuropsychiatric
symptoms for early intervention in young patients is highlight.
Keywords: cognitive complaint, neurocognitive disorder, dementia, neuropsychiatric symptoms
41
Población joven con queja cognitiva: performance neuropsicológica y síntomas neuropsiquiátricos
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 39-44.
Association, 2024). Entre otras causas degenerativas,
la Enfermedad de Huntington y la Demencia Fron-
totemporal (FTD) son más prevalentes en población
joven (Fatima & Mehendale, 2022).
El TNC de inicio temprano es frecuentemente se-
cundario a otras causas (aproximadamente 20%), entre
ellas Esclerosis Múltiple, relacionado al alcohol (5 %- 10
%) y/o abuso de sustancias, debido a enfermedad por
Virus de Inmunodeciencia humana (VIH), traumatis-
mo de cráneo, y otras causas metabólicas, neoplásicas,
virales e inmunológicas (Fatima & Mehendale, 2022),
pasibles de tratamiento especíco, mostrando una bue-
na evolución si éste se inicia en forma precoz.
Los síntomas neuropsiquiátricos como depresión y
ansiedad son algunas causas no neurodegenerativas de
deterioro y queja cognitiva. El inicio de la queja cogni-
tiva a partir de un factor desencadenante emocional,
ausencia de progresión a lo largo del tiempo e inicio
abrupto, son signos y síntomas que nos orientan hacia
etiología psiquiátrica primaria antes que hacia patolo-
gía neurodegenerativa (Fatima & Mehendale, 2022).
Asimismo, los trastornos neurocognitivos se asocian
con síntomas psiquiátricos como ansiedad, depresión
y cambios conductuales. La presencia de depresión
persistente en muchos casos de TNC de inicio tem-
prano es frecuente, y sabemos que es un cuadro que
en muchos casos precede al inicio de las fallas cogni-
tivas tanto en población añosa como en joven. En esta
última población, la presencia de depresión sería aún
más frecuente (Rosness et al., 2010).
El objetivo del presente trabajo es describir el ren-
dimiento en la Evaluación Neurocognitiva (ENC) y
la presencia de depresión, ansiedad y síntomas neu-
ropsiquiátricos en nuestra población joven que con-
sulta por queja cognitiva a la Sección de Neurología
de nuestro Hospital, en contexto de los antecedentes
médicos reportados en cada caso.
Materiales y métodos
Estudio descriptivo retrospectivo. Se revisó una base
de datos codicada y se seleccionó a pacientes jóve-
nes (edad ≤64 años) que consultaron al Servicio de
Neurología por queja cognitiva en forma consecutiva
durante el periodo de junio 2018 a diciembre 2022 y
realizaron una Evaluación cognitiva completa. Se ex-
cluyeron aquellos casos con antecedentes de Trastor-
nos del neurodesarrollo.
El protocolo de Evaluación cognitiva completa
incluyó el MoCA, el Rey Auditory Verbal Learning
Test (RAVLT), Memoria Lógica, Trail Making Test
A (TMT A) y B (TMT B), Test de denominación de
Boston, Dígitos (Wais IV), FAB, Figura Compleja de
Rey-Osterrieth, Fluencia Verbal Semántica (FS) y
Fonológica (FF), Digito-Simbolo (Wais IV) Test Del
Reloj. Según el resultado observado en la Evaluación
Cognitiva, se clasicaron como “Normales” aquellos
sujetos cuyo rendimiento se encontró dentro de valo-
res esperados según baremos para edad y educación,
“Deterioro cognitivo leve (DCL) no amnésico” si en el
rendimiento se observó fallas en otros dominios dife-
rentes a memoria y no se reportó impacto en activida-
des de la vida diaria (AVD), “DCL amnésico” si en el
rendimiento se observó fallas en memoria y no se re-
portó impacto en actividades de la vida diaria (AVD),
Trastorno neurocognitivo mayor patrón cortical” en
aquellos casos en los que hubo reporte de compromiso
en AVD y cuyas fallas incluyeron memoria y lenguaje,
y “otros perles” cuando los resultados no correspon-
dieron a ninguna de las categoas descriptas.
Se relevaron datos demográcos, antecedentes
neurológicos que pueden tener impacto cognitivo y
psiquiátricos, escalas anímicas y conductuales. La pre-
sencia de síntomas ansiosos fue determinada median-
te el Inventario de Ansiedad de Beck (BAI), y la pre-
sencia de síntomas depresivos según el Inventario de
Depresión de Beck -II (BDI-II). Asimismo, se relevó el
Inventario de síntomas Neuropsiquiátricos (NPI) en
los casos en que estuvo disponible un acompañante.
Los datos fueron analizados mediante el programa
Epi Info™ 7.3.2.1. Se realizó en análisis descriptivo para
las variables cuantitativas expresándose como media
con sus respectivos desvíos estándar, analizándose las
variables cualitativas con la frecuencia absoluta (n) y
relativa (%). En el caso de las variables cuantitativas se
utilizó T de Student-Fisher para datos independien-
tes. El análisis comparativo de más de dos variables se
realizó mediante el análisis de Varianza (ANOVA). La
comparación de variables cualitativas se realizó me-
diante el test de la Chi-cuadrado. El nivel de signi-
cación estadística se estableció para un p-valor <0,05.
El protocolo fue aprobado por el Comité de Ética e
Investigación del Complejo Médico Churruca Visca.
Resultados
Se revisaron 214 Evaluaciones Neurocognitivas admi-
nistradas a adultos menores de 65 años. El 59.81 %
(n=128) fueron realizadas antes del inicio de la pan-
demia COVID-19 (hasta marzo 2020) mientras que
el 40.47 % (n=87) fueron realizadas durante y poste-
riormente a la misma (desde abril 2020). El 66.82 %
42
Población joven con queja cognitiva: performance neuropsicológica y síntomas neuropsiquiátricos
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 39-44.
(n=143) fueron varones, con una mediana de edad de
57 años (IQ 49-61).
Del total de las evaluaciones, un 54.21 % (n=116)
arrojó un resultado normal, 34.58 % (n=74) Deterioro
cognitivo leve (DCL) no amnésico, 6.07 % (n=13) DCL
amnésico, 3.74 % (n=8) Trastorno neurocognitivo ma-
yor patrón cortical y un 1.40 % (n=3) otros perles.
Entre los antecedentes médicos, el 74.18 % (n=158)
no presentó ninguna enfermedad neurológica previa;
8.92 % (n=19) presentó antecedentes de ACV, 6.10 %
(n=13) TEC, 3.29 % (n=7) presentó antecedentes de
infección/tumor del SNC; 2.35 % (n=5) Enfermedad
de Parkinson; 1.41 % (n=3) Epilepsia; 0.94 % (n=2)
abuso de sustancias; y 2.82 % (n=6) otros. Con res-
pecto a Enfermedades psiquiátricas previas, el 22.90
% (n=49) presentó algún antecedente.
Todos los pacientes con antecedente de epilepsia
presentaron rendimiento decitario en su evaluación
neurocognitiva. En relación a los pacientes con ante-
cedente de ACV, el 65 % (n=13), presentó rendimiento
decitario. Si analizamos el rendimiento de los pacien-
tes con antecedentes de TEC, el 61.5 % (n=8) mostró
fallas en la Evaluación Neurocognitiva; 85.7 % (n=6)
de aquellos con antecedentes de lesión ocupantes de
espacio (infección/tumor de SNC) también presenta-
ron fallas cognitivas; 80 % de aquellos con Enfermedad
de Parkinson; y 50 % de los que presentaban antece-
dentes de abuso de sustancias presentaron un rendi-
miento alterado en la Evaluación neurocognitiva.
Como esperable por tratarse de una población jo-
ven, dentro del total de pacientes con una Evaluación
Neurocognitiva normal, solo el 15.52 % presentó al-
gún antecedente neurológico previo, mientras que en
el grupo con rendimiento patológico en la evaluación
neurocognitiva, el número fue más del doble (38.78
%). Analizándolo de otra manera, en ambos subgru-
pos (ENC patológica vs normales) la mayor parte de
los sujetos no presentaron antecedentes de enferme-
dad neurológica (61.2 % vs 84.48 % respectivamente).
En 168 casos se administraron Escalas de Ansie-
dad, encontrándose indicadores de presencia de la
misma en un 53 % (n=89). En cuanto a las Escalas de
Depresión, se administraron en 205 casos, con pre-
sencia de síntomas en el 34.15 % (n=70). El NPI fue
administrado en 75 casos, encontrándose presencia
de los mismos en el 84 % (n=63). Comparando los
casos pre pandemia con los intra pandemia, no hubo
diferencias estadísticamente signicativas en la fre-
cuencia de síntomas ansiosos, depresivos o neuropsi-
quiátricos (NPI).
Cuando evaluamos la asociación entre presencia
de Depresión (como variante dicotómica presen-
te-ausente) prepandemia y pandemia, vemos que no
hubo diferencias estadísticamente signicativas en-
tre los grupos (OR=0.92, IC 0.61-1.56, chi cuadrado
p=0.79). Lo mismo sucede con la presencia de Ansie-
dad (OR=1, IC 0.55-1.84, chi cuadrado p=0.99). En
relación a los síntomas anímicos recabados mediante
el NPI, tampoco se observó diferencias de aumento
de riesgo entre los grupos prepandemia y pandemia
(OR=0.38, IC 0.11-1.35, chi cuadrado p=0.13).
No se hallaron diferencias estadísticamente signi-
cativas en las medianas de edad de los grupos que fue-
ron evaluados pre pandemia e intra pandemia (p 0.33).
El antecedente de enfermedad neurológica no au-
mentó el riesgo de depresión en nuestra población
(OR 1.57, IC 0,83-2,97; Chi cuadrado 0,16), ni de an-
siedad (odds ratio 0.7861, con un intervalo de conan-
za del 95 % de 0.3924 a 1.5747, Chi cuadrado 0,49).
Cuando analizamos el rendimiento en la Evalua-
ción cognitiva de los pacientes con resultados nor-
males, se encontró 80 individuos sin depresión y 55
individuos con depresión. Respecto al grupo con re-
sultado alterado en la Evaluación Neurocognitiva, en-
contramos igual prevalencia de individuos sin y con
depresión, encontrándose el 50 % de los participantes
en cada grupo (n 35 en cada grupo). Los resultados
del análisis indicaron que el odds ratio (OR) fue de
1.4545 con un intervalo de conanza del 95 % (IC) de
0.8137 a 2.6001. Esto sugiere que si bien pudo haber
un ligero aumento del riesgo de rendimiento cogni-
tivo decitario en pacientes con depresión, no hubo
una diferencia estadísticamente signicativa en la pre-
sencia de depresión entre los grupos con ENC normal
y patológica. En cuanto a las pruebas estadísticas, el
chi-cuadrado mostró un valor de p de 0.2052, lo que
sugiere que tampoco hubo diferencia signicativa entre
los grupos en términos de la presencia de depresión.
Sin embargo, teniendo en cuenta que el tamaño de la
muestra es relativamente pequeño, esto podría limitar
la capacidad para detectar diferencias signicativas.
En relación a la presencia de ansiedad, en el grupo
con ENC normal se encontró 40 individuos sin an-
siedad y 31 individuos con ansiedad. En el grupo con
ENC patológica, 31 individuos sin ansiedad y 25 indi-
viduos con ansiedad. El odds ratio (OR) obtenido fue
de 1.0951, con un intervalo de conanza del 95 % de
0.5857 a 2.0479. Esto indica que no hubo una asocia-
ción signicativa entre la ansiedad y el TNP patológico.
En cuanto a las pruebas estadísticas, el chi-cuadrado
43
Población joven con queja cognitiva: performance neuropsicológica y síntomas neuropsiquiátricos
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 39-44.
mostró un valor de p de 0.7, lo que sugiere que tampoco
hubo diferencia signicativa entre los grupos.
Al dividir a la población según rendimiento cogni-
tivo en G1= normal y G2=DCL/Demencia, no hubo
diferencias estadísticamente signicativas en la pre-
sencia de síntomas depresivos o ansiosos. Respecto a
los antecedentes neurológicos, la mayor parte de los
sujetos no presentó ninguno, presentando el G1 una
prevalencia de 84.48 %, y el G2, de 61.22 %.
Al observar los síntomas reportados por familiares
en el NPI, encontramos que la escala pudo ser com-
pletada por el 34 % de los familiares (n 75). El bajo
porcentaje de realización de este cuestionario podría
ser explicado porque al tratarse de población joven
en muchos casos concurren solos a la consulta, y en
parte porque un gran grupo de participantes fueron
evaluados durante la pandemia COVID 19 donde
debía cumplirse el aislamiento social obligatorio. Sin
embargo, al analizar la información aportada por fa-
miliares o acompañantes de los sujetos que esgrimían
queja cognitiva, pudimos observar un reporte de sin-
tomatología neuropsiquiátrica en un 84 % de casos,
tratándose en su mayoría de pacientes con rendimien-
to normal en la Evaluación cognitiva (26 %) o con un
patrón de DCL no Amnésico (41 %). Si analizamos
cuáles fueron los síntomas más reportados, 32 fami-
liares reportaron síntomas de depresión, coincidente
con la autopercepción de solo 7 pacientes; 28 familia-
res reportaron ansiedad, coincidente con lo percibido
por 16 pacientes, datos que podrían hablarnos de cier-
to grado de anosognosia.
En el presente estudio encontramos un rendimien-
to decitario en la Evaluación Neurocognitiva (ENC)
en el 45 % de los pacientes menores de 65 años. Es
importante destacar que en la totalidad de los sujetos
el motivo principal de consulta fue la queja cognitiva.
En relación a los síntomas neuropsiquiátricos,
cuando analizamos la prevalencia de depresión, encon-
tramos que ésta fue menor a la hallada en la literatura
internacional, donde distintos autores han reportado
aproximadamente el 65 % (Rosness TA, Lage Barca M,
et al. 2010). Más allá de que la presencia de depresión
en nuestra población haya sido menor a la reportada
en otros estudios, al igual que en el citado de Rosness,
no encontramos relación signicativa con el grado de
deterioro cognitivo. Esto podría deberse a distintos fac-
tores, entre ellos a la metodología de evaluación de los
síntomas y a los criterios de inclusión de los pacientes.
Por otro lado, habría que considerar si no se debe a un
sesgo por el limitado tamaño de la muestra.
Cuando analizamos la prevalencia de ansiedad,
encontramos indicadores de la misma en más de la
mitad de los sujetos, aunque no encontramos diferen-
cias signicativas entre grupos en función de su esta-
do cognitivo.
Encontramos una muy alta prevalencia de sínto-
mas neuropsiquiátricos, si bien la escala pudo ser rea-
lizada a un pequeño porcentaje de acompañantes, la
franca mayoría de ellos (84 %) manifestaron observar
distintos signos y síntomas en los pacientes, que lla-
mativamente fueron inconsistentes con los síntomas
reportados por ellos mismos.
Discusión
Las manifestaciones clínicas observadas en los pa-
cientes con Demencia de inicio temprano suelen ser
diferentes a aquellas observadas en pacientes con ini-
cio tardío, donde según distintos autores (Fatima &
Mehendale, 2022) se incluirían cambios de comporta-
miento y depresión, además de algunos síntomas físi-
cos que en el presente trabajo no fueron pesquisados
(trastornos de la marcha, crisis comiciales, alteracio-
nes visuales, neuropatía periférica).
La presencia de síntomas anímicos persistentes,
principalmente depresión, está presente precozmente
en una alta proporción de pacientes que evolucionan
luego a un Trastorno neurocognitivo (Rosness et al.,
2010). En algunos casos, lo que inicialmente se diag-
nostica como depresión resulta ser retraimiento social
y apatía debido al deterioro de funciones ejecutivas
del lóbulo frontal (Fatima & Mehendale, 2022). Los
trastornos de la personalidad y el comportamiento,
tales como apatía, tendencia al aislamiento, conduc-
tas obsesivas, comportamiento sexual inadecuado y
trastornos de la conducta alimentarias, son síntomas
iniciales típicos en muchas Demencias de inicio tem-
prano. Los cambios suelen producirse lentamente y en
contexto de distintos cambios vitales (menopausia, es-
trés laboral, problemas familiares) por lo que podrían
atribuirse a éstos, pasando inadvertido el deterioro
cognitivo, en muchos casos potencialmente reversible
(Fatima & Mehendale, 2022). Asimismo, cuando el
inicio de los síntomas psicóticos aparece a edades más
tardías (más de 40 años), el riesgo de evolucionar ha-
cia un Trastorno neurocognitivo sería mayor (Kørner
et al., 2009). Por estos motivos la pesquisa de síntomas
neuropsiquiátricos toma especial relevancia, enten-
diendo que un diagnóstico precoz redundaría en un
eventual tratamiento de causas reversibles, evitando la
evolución a la Demencia de inicio temprano.
44
Población joven con queja cognitiva: performance neuropsicológica y síntomas neuropsiquiátricos
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 39-44.
Dentro de las limitaciones de nuestro estudio, el
acotado número de familiares que respondió el In-
ventario de síntomas Neuropsiquiátricos podría ses-
gar los resultados. Esto limitó el tamaño muestral, ya
que es probable que nos encontremos ante un sesgo
de selección y que sólo hayan completado las escalas
los familiares de los pacientes más sintomáticos, que
requieren más asistencia y supervisión incluso para
concurrir a la consulta. Asimismo, es importante des-
tacar que, dado que parte del estudio fue tomado de
evaluaciones realizadas durante la pandemia COVID
19, la posibilidad de acompañamiento y asistencia se
veía limitada y afectada, por lo que muchos pacientes
no pudieron concurrir acompañados pese a indicación
explícita de hacerlo. Del mismo modo, la cantidad total
de pacientes que completaron las escalas de Depresión
y ansiedad no constituyeron la totalidad de la muestra,
quizás por subestimar sus síntomas anímicos, o por no
jerarquizar la importancia de brindar esta información.
Podríamos plantear como posible solución a este pro-
blema para estudios futuros, la importancia de que tan-
to pacientes como sus familiares reciban información
detallada por parte de los profesionales, de la necesidad
de completar las escalas administradas.
Conclusiones
Este estudio permitió conocer las características de
la población joven que consultó al Servicio de Neu-
rología por queja cognitiva. Se obtuvo un porcentaje
considerable de deterioro cognitivo/demencia (45 %)
así como de sintomatología ansiosa (53 %) y depresiva
(34 %), y un altísimo reporte de síntomas neuropsi-
quiátricos por parte de los familiares. La pesquisa de
antecedentes neurológicos con impacto cognitivo es
asimismo relevante en este grupo etario para consi-
derar potencial causalidad e iniciar precozmente un
tratamiento especíco.
En esta población no se hallaron diferencias esta-
dísticamente signicativas en la frecuencia de sínto-
mas depresivos o ansiosos según rendimiento cogni-
tivo ni según periodo de evaluación considerando la
pandemia COVID-19.
El presente trabajo muestra la importancia de la
realización de una Evaluación cognitiva completa
junto con una correcta pesquisa de síntomas neurop-
siquiátricos a través de escalas autoadministradas y
del reporte de familiares en la población joven, ya que
existen muchas causas potencialmente tratables y re-
versibles de Demencia de inicio temprano. Se resalta
así la relevancia de detectar tanto el deterioro cogni-
tivo como los síntomas anímicos en pacientes jóvenes
para una adecuada intervención.
Conicto de intereses: los autores declaran no pre-
sentar conicto de intereses en relación con este artículo.
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Investigación original
45
Uso de psicofármacos para el tratamiento de ansiedad durante
el aislamiento por COVID-19 en mujeres detenidas en Santa Fe
en 2020
Use of Psychopharmaceuticals for Treating Anxiety During COVID-19 isolation in Detained
Women in Santa Fe in 2020
M. Virginia Canto1
RECIBIDO 29/5/2024 - ACEPTADO 21/8/2024
1.Médica Psiquiatra, Mágister en Neuropsicofarmacología. Subsecretaría Provincial de Salud Mental, Ministerio de Salud, Santa Fe, Argentina.
Correspondencia
virginiacanto@gmail.com
Institución en la que se realizó el estudio: Unidad Penitenciaria N°4 de la ciudad de Santa Fe, Argentina.
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 45-52. https://doi.org/10.53680/vertex.v36i168.834
https://doi.org/10.53680/vertex.v36i168.834
Resumen
Introducción: En este estudio retrospectivo se investiga la realización de tratamientos psicofarmacológicos para
ansiedad en mujeres privadas de la libertad durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO)
en la pandemia por COVID-19, en la Unidad Penal N° IV de la ciudad de Santa Fe, Argentina, desde enero a
junio de 2020. Se plantea caracterizar el perl de uso de psicofármacos y evaluar si hubo variaciones durante
el ASPO en comparación con el período pre pandemia. Objetivos: El objetivo de esta investigación es analizar
mediante una revisión documental de las historias clínicas desde una perspectiva cuantitativa basada en los
datos existentes sobre la prescripción de psicofármacos. Método: Se propone un enfoque descriptivo y com-
parativo para describir el perl de síntomas de ansiedad en mujeres encarceladas en la ciudad de Santa Fe,
durante el periodo mencionado. El impacto potencial del ASPO en la salud mental de las mujeres detenidas,
justica la investigación. Resultados: Los resultados revelan un aumento en el número de tratamientos durante
el ASPO, con un 29% de las mujeres detenidas presentando síntomas de ansiedad que requirieron tratamiento
psicofarmacológico. La ansiedad reactiva, fue la principal causa de prescripción, tanto antes como durante el
ASPO. Además, se obseruna variación signicativa en el uso de psicofármacos, en donde se utilizaron an-
tipsicóticos de perl sedativo en combinación, para el tratamiento. Conclusiones: Estos hallazgos respaldan la
hipótesis de que existe una relación entre el ASPO, la presencia de síntomas de ansiedad y el aumento en la
realización de tratamientos psicofarmacológicos en mujeres detenidas durante la pandemia por COVID-19 en
Santa Fe. Se concluye entonces que los objetivos planteados se alcanzaron, proporcionando una comprensión
más profunda, de la relación entre el ASPO y el uso de psicofármacos para el tratamiento de la ansiedad en
la población estudiada.
Palabras clave: pandemia, mujeres, cárceles, ansiedad, psicofármacos
Abstract
Introduction: This study investigates the implementation of psychopharmacological treatments for anxiety in in-
carcerated women during the Preventive and Mandatory Social Isolation (PMSI) in the COVID-19 pandemic, in the
Penal Unit No. IV of the city of Santa Fe, from January to June 2020. Objective: The objective of this research is to
characterize the prole of psychopharmacological use and to evaluate if there were variations during the PMSI com-
pared to the pre-pandemic period and analyze through a documentary review of clinical histories from a quantitative
perspective based on existing data on the prescription of psychotropic drugs. Method: A descriptive and comparative
46
Uso de psicofármacos para el tratamiento de ansiedad durante el aislamiento...
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 45-52.
approach is proposed to describe the prole of anxiety symptoms in incarcerated women in the city of Santa Fe du-
ring the mentioned period. The potential impact of the PMSI on the mental health of detained women justies the
research. Results: The results reveal an increase in the number of treatments during the PMSI, with 29% of detained
women presenting anxiety symptoms that required psychopharmacological treatment. Reactive anxiety was the main
reason for prescription, both before and during the PMSI. In addition, a signicant variation in the use of psychotropic
drugs was observed, where sedative-prole antipsychotics were used in combination for treatment. Conclusion: These
ndings support the hypothesis that there is a relationship between the PMSI, the presence of anxiety symptoms, and
the increase in the implementation of psychopharmacological treatments in detained women during the COVID-19
pandemic in Santa Fe, Argentina.
Keywords: pandemic, women, prisons, anxiety, psychopharmaceuticals
Introducción
En diciembre de 2019 la Organización Mundial de la
Salud informó por primera vez el brote de lo que se
denió posteriormente como la pandemia por CO-
VID-19. Localizó el mismo en Wuhan, ciudad ubica-
da en el centro de la República Popular China, aproxi-
madamente a 800 km de Shanghái.
Para entonces en Argentina, los medios de prensa
informaban y/o mostraban la construcción de hospi-
tales de campaña para la atención de miles de pacien-
tes en dicha ciudad y alrededores, creyendo que la dis-
tancia del lugar de origen y el clima, se encontraban en
verano en ese momento, serían suciente para evitar
la propagación del virus.
El 30 de enero de 2020 la Organización Mundial
de la Salud declaró a la epidemia por COVID-19 una
emergencia de salud pública de interés internacional.
El 11 de marzo, en Ginebra, su Director General, el
doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció el ini-
cio de la pandemia (OMS, 2020).
El 19 de marzo, el presidente de la Nación Argentina
Alberto Fernández, en acuerdo general de ministros,
dicta el Decreto de Necesidad y Urgencia Nº 297/2020
en el cual se dispone el aislamiento social preventivo
y obligatorio (ASPO) de manera transitoria en princi-
pio hasta el 31 de marzo y que nalmente se extendió,
con diferentes características, hasta el 31 de enero de
2021 en todo el territorio de la República Argentina.
Dicha medida decretaba la permanencia en el lugar
de residencia sin acudir al lugar de trabajo ni despla-
zarse a excepción del aprovisionamiento de artículos
de necesidad básica como alimentos, medicamentos y
artículos de limpieza. Quedando exceptuados el per-
sonal afectado a las actividades y servicios declarados
esenciales durante la emergencia (Boletín Ocial de la
República Argentina, 2020).
Se considera relevante destacar que, cualquier me-
dida de aislamiento, puede tener un impacto relevante
en la vida de los sujetos, y más precisamente en la sa-
lud mental de los mismos.
En relación a los antecedentes utilizados para esta
investigación, cabe destacar al respecto del informe
Mujeres en prisión en Argentina: causas, condiciones
y consecuencias, realizado por la Defensoría General
de la República Argentina en conjunto con la Escuela
de Leyes de la Universidad de Chicago en el año 2013,
que el mismo coincide en la importancia de los víncu-
los familiares para mujeres en situación de detención,
pero no se reere especícamente a la pandemia.
En lo que concierne al estudio realizado en Ecuador,
llevado a cabo en 2016, por V. G. Andrade Ortiz en su
tesis de maestría de psicología clínica, este propone, el
estudio de los trastornos de ansiedad en mujeres adul-
tas privadas de la libertad en la ciudad de Guayaquil.
Focaliza su trabajo en establecer un perl clínico de las
detenidas, y no se reere al tratamiento recibido para
los mismos como se realiza en esta investigación. Por
lo que esto supone, una contribución de esta investiga-
ción, que amplía los planes de acción posibles ante el
hallazgo de ansiedad en mujeres detenidas.
En cuanto a los antecedentes encontrados, L. J. Sán-
chez y A. R. Gauna de la UNC, publican un artículo
en donde proponen de manera descriptiva, mostrar las
condiciones de detención en las cárceles frente a las re-
comendaciones de los organismos de derechos huma-
nos de Argentina en el contexto de la pandemia durante
el 2020, en la Provincia de Córdoba. Este artículo anali-
za, al igual que esta investigación, cuestiones inherentes
a la pandemia. Priorizando en detalle las condiciones
de habitabilidad en las cárceles, como factor de riesgo.
Deja por fuera la evaluación de condiciones especícas
sintomáticas, en torno a la salud mental que se produ-
jeron durante este período especíco.
47
Uso de psicofármacos para el tratamiento de ansiedad durante el aislamiento...
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 45-52.
En el Informe Anual 2020 de la Procuración Peni-
tenciaria de la Nación, publicado por el Senado de la
Nación el 28 de mayo de 2021, se advierte la situación
de los derechos humanos en las cárceles federales de
la Argentina, y las deciencias en los tratamientos de
problemáticas de salud no asociados al COVID-19,
reducción y casi suspensión de traslados de internos
a hospitales exceptuando situaciones de urgencia y re-
ducción de la atención médica en prisiones.
Es de interés en este trabajo, evaluar el efecto del
aislamiento en la Unidad Penal N° IV de la ciudad de
Santa Fe, población especialmente vulnerable ante la
pandemia del COVID-19.
Materiales y métodos
Esta investigación es un estudio retrospectivo que se
encuentra enmarcado en un diseño transeccional co-
rrelacional. Proyecta también un alcance descriptivo y
comparativo para caracterizar el perl sintomático de
ansiedad presente en mujeres privadas de la libertad
en la ciudad de Santa Fe, durante el periodo pre ASPO
y ASPO.
Pretende evaluar a través de una investigación do-
cumental exploratoria e informativa de las historias
clínicas, los elementos desde un enfoque cuantita-
tivo sustentado en los datos presentes en cuanto a la
prescripción de psicofármacos y los motivos de dicha
prescripción.
Cabe aclarar que en el presente estudio se han to-
mado todas las medidas necesarias para asegurar la
protección de la privacidad de las detenidas. No se ha
recolectado información personal de las internas pro-
cedentes de las historias clínicas, y se ha garantizado
que todos los datos utilizados cumplen con la norma-
tiva vigente sobre protección de datos personales, in-
cluyendo el principio de habeas data.
Para este trabajo la muestra incluyó a las mujeres
que se hallaban recluidas en el penal antes de la pan-
demia y continuaron recluidas durante la pandemia
(hasta el mes de junio inclusive). La unidad contaba,
al inicio del período denido para evaluar, con 64
mujeres; 3 de éstas gozaron del benecio de prisión
domiciliaria ante el decreto del 20 de marzo; y 2 de las
detenidas accedieron a la libertad condicional debido
al cumplimiento de los ⅔ de la pena y conducta ejem-
plar. Por lo cual quedaron excluidas de la muestra.
Del total de la muestra denitiva, las 59 mujeres
detenidas que permanecieron allí, 8 fueron traslada-
das en algún momento del cumplimiento de la pena
a la UN°5 de la ciudad de Rosario, por lo que no se
accedieron a los registros correspondientes. Conse-
cuentemente, fueron incluidas dentro de un grupo
indeterminado, pero como parte total de la muestra.
El registro fue realizado por el personal del Servi-
cio Médico del área de Sanidad de la Unidad N° IV que
se encontraba cumpliendo sus funciones allí durante
ese periodo. Para ello se solicitó el permiso pertinente
para la revisión de Historias Clínicas a la Dirección
General del Servicio Penitenciario de la Provincia de
Santa Fe, pedido que fue debidamente aprobado.
Resultados
Análisis de datos
En primer lugar, se identicaron la presencia o ausen-
cia de tratamientos psicofarmacológicos administra-
dos ante síntomas de ansiedad registrados en historias
clínicas. Se focalizó en los períodos pre ASPO, desde
el 1 de enero al 19 de marzo de 2020, en donde se re-
gistró si existían antecedentes de ansiedad y de qué
tipo, y si se realizó tratamiento farmacológico para
el mismo. Posteriormente, se hizo lo pertinente te-
niendo en cuenta el inicio del período de ASPO y los
siguientes 3 meses de registro, desde el 20 de marzo
hasta el 30 de junio de 2020.
En segundo lugar, se determinó qué fármacos fue-
ron utilizados, especicando el grupo al que pertene-
cen y cuáles de cada grupo y por qué motivos fueron
administrados en el caso de que hubiera un diagnós-
tico preciso.
Para nalizar, se realizó la comparación de ambos
períodos y si hubo modicaciones en el uso de psico-
fármacos.
Resultados
Según los datos expuestos en la Tabla 1, del total de
detenidas, 38 no realizaron tratamiento psicofarma-
cológico para síntomas de ansiedad, 13 realizaron tra-
tamiento y 8 se encontraron dentro del grupo indeter-
minado. En ningún caso se incluyeron tratamientos o
entrevistas psicológicas por irregularidad de las mis-
mas, ni tratamientos psicofarmacológicos por otros
trastornos presentes, debido a que excede el alcance
de la presente investigación.
En la Tabla 2 se evidencia que, del total de deteni-
das, 34 no realizaron tratamiento psicofarmacológico
para síntomas de ansiedad, se contabilizaron 4 nue-
vos tratamientos que se suman a las 13 que ya recibían
tratamiento, llevando el total a 17, y 8 se encontraron
dentro del grupo indeterminado.
48
Uso de psicofármacos para el tratamiento de ansiedad durante el aislamiento...
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 45-52.
Es preciso entonces determinar que el 29 % de la
población femenina detenida en la Unidad Peniten-
ciaria N° IV presentó algún síntoma o trastorno de
ansiedad que requirió tratamiento psicofarmacológi-
co durante el período de ASPO y que, además, esto
implicó no solo el aumento porcentual de tratamien-
tos realizados, sino también la modicación del perl
de las nuevas indicaciones.
En cuanto a los motivos de administración de
psicofármacos en respuesta a ansiedad, podemos re-
ferir que de los 13 tratamientos instaurados el 54 %
(7) de los mismos se debieron a ansiedad reactiva. Si
bien ésta no representa un trastorno de ansiedad en sí
mismo, responde generalmente a la situación de estrés
que supone el encierro, no sólo por la privación de la
libertad, que en muchos casos se presenta acompaña-
da de la incertidumbre por la situación procesal, sino
también por las condiciones de detención y por lo que
ocurre fuera de la unidad, prevaleciendo las relaciones
familiares y la preocupación por la vida de los hijos.
Del resto de los tratamientos realizados, 3 corres-
ponden a tratamientos por trastornos de ansiedad no
especicados, y los otros 3, a ansiedad secundaria a
policonsumo, trastorno de ansiedad generalizado y
a otras causas, en partes iguales, lo que de ninguna
manera excluye que la ansiedad reactiva pueda formar
parte de la clínica de estos trastornos denidos.
En relación a los motivos de administración de psi-
cofármacos en respuesta a ansiedad, podemos referir
que de los 17 tratamientos instaurados el 59 % (10)
de los mismos se debieron a ansiedad reactiva. Fun-
damentalmente a partir del ASPO la prohibición de
la visita presencial, no así de las llamadas telefónicas,
expuso reacciones emocionales vinculadas a la pro-
fundización de la soledad.
Los conictos y situaciones de salud intrafamiliares,
el miedo a factores desconocidos que suponía la pande-
mia, sumado por supuesto a las condiciones de deten-
ción, ya detalladas y claramente no favorables, en lo que
a una situación de emergencia sanitaria respecta.
Del resto de los tratamientos, 3 corresponden a
trastorno de ansiedad no especicados, y los otros; 1
a ansiedad secundaria a policonsumo, 1 a trastorno
de ansiedad generalizado, 1 a otras causas. Al mismo
tiempo, se presentó 1 episodio de ataque de pánico en
una paciente que ya realizaba tratamiento.
Dentro de la distribución de los psicofármacos an-
siolíticos administrados durante el período pre ASPO
(Tabla 5), 10 de los tratamientos incluyeron el uso de
benzodiacepinas como tratamiento único y solo 3 el
uso de Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Se-
Nota: UPN4= Unidad Penitenciaria N° 4.
Nota: UPN4= Unidad Penitenciaria N° 4.
Nota: UPN4= Unidad Penitenciaria N° 4.
Tabla 1. Distribución del tratamiento psicofarmacológico
pre ASPO. UPN IV, n=59
Distribución n %
Sin tratamiento p/ansiedad 38 64 %
Con tratamiento p/ansiedad 13 22 %
Indeterminada 8 14 %
Tabla 3. Motivos para la prescripción de psicofármacos
antes del ASPO. UPN IV, n=13
Motivos/diagnósticos n %
Ansiedad reactiva 7 54 %
T. de ansiedad no especicado 3 23 %
Ansiedad secundaria a policonsumo 1 7 %
T. de ansiedad generalizado 1 8 %
Otros 1 8 %
Tabla 2. Distribución del tratamiento psicofarmacológi-
co durante el ASPO. UPN IV, n=59
Situación n %
Sin tratamiento para ansiedad 34 58 %
Con tratamiento para ansiedad 17 29 %
Indeterminado 8 13 %
Nota: UPN4= Unidad Penitenciaria N° 4.
Tabla 4. Motivos por los que fueron prescriptos duran-
te el ASPO. UPN IV, n=17
Motivo/ diagnóstico n %
Ansiedad reactiva 10 59 %
T. de ansiedad no especicado 3 17 %
Ansiedad secundaria a policonsumo 1 6 %
Ataque de pánico 1 6 %
T. de ansiedad generalizada 1 6 %
Otros 1 6 %
Nota: UPN4=Unidad Penitenciaria N° 4.
ISRS: Inhibidor Selectivo de la Recaptación de Serotonina. BZP: benzo-
diacepinas.
Tabla 5. Psicofármacos prescriptos antes del ASPO.
UPN IV, n=13
Grupo n %
BZP 10 77 %
ISRS + BZP 3 23 %
49
Uso de psicofármacos para el tratamiento de ansiedad durante el aislamiento...
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 45-52.
rotonina (ISRS) en combinación con una benzodiace-
pina, llevando entonces a determinar que el 100 % de
los casos fueron tratados con ansiolíticos benzodia-
cepínicos. Es importante aclarar en este sentido que
todos estos tratamientos se prolongaron durante el
tiempo de evaluación que incluye esta investigación.
De acuerdo a la distribución de los psicofármacos
elegidos para los tratamientos, se evidencia una clara
preferencia por la administración de clonazepam, en
comparación con el resto de los tratamientos, totali-
zando 9, ya sea de manera individual o en combina-
ción con un ISRS (ver Figura 1). Del total se puede
desprender que solo se eligen otras benzodiacepinas
de manera aislada, habiendo solo 2 tratamientos con
alprazolam (1 en combinación con uoxetina), 1 trata-
miento con diazepam y 1 tratamiento con lorazepam,
en ningún caso es explicado en las historias clínicas
la elección de preferencia por uno u otro. De los ISRS
utilizados en 3 de los tratamientos en combinación,
sólo puede referirse que en la unidad solo se cuentan
como opción la sertralina y la uoxetina y que el tra-
tamiento que incluye escitalopram, es controlado por
un psiquiatra de manera particular, al que asiste la in-
terna. Existe una limitación propia del sistema ante la
posibilidad de elección de un tratamiento debido a la
disponibilidad de un vademecum limitado. Más allá
de este aspecto, puede inferirse que la elección de un
ISRS para el tiempo en el que se extendieron los trata-
mientos sería la más adecuada, quizás ante una buena
evaluación diagnóstica.
Dentro de la distribución de los psicofármacos an-
siolíticos administrados durante el período del ASPO
(ver Tabla 6), 11 de los tratamientos incluyeron el uso
de benzodiacepinas como tratamiento único, 2 el uso
de ISRS en combinación con una benzodiacepina, 2 el
uso de ISRS junto con una benzodiacepina y levome-
promazina y 2 en donde se eligieron benzodiacepinas
en combinación con levomepromazina, llevando en-
tonces a determinar que el 100 % de los casos fueron
tratados con ansiolíticos benzodiacepínicos solos o en
combinación.
Se destaca, además de las combinaciones, la adi-
ción de un antipsicótico típico de perl sedativo en el
uso de los síntomas de ansiedad. Al respecto de lo an-
tedicho, las indicaciones de levomepromazina como
elección para combinación de los tratamientos, res-
pondió en todos los casos a una indicación del médico
psiquiatra. Es importante aclarar en este sentido, que
todos estos tratamientos se prolongaron durante el
tiempo de evaluación que incluye esta investigación.
Se detallan a continuación los tratamientos em-
pleados en detalle: 6 pacientes en tratamiento con clo-
nazepam, 2 pacientes en tratamiento con diazepam,
indicados por el médico de guardia, 2 pacientes en
tratamiento con lorazepam, 1 con alprazolam y 6 tra-
tamientos en combinación. A los 2 que realizaban con
isrs + bdz se suma levomepromazina, a 2 que se en-
contraban solo con bdz se adiciona levomepromazina
y a 1 paciente que solo estaba medicada con clonaze-
pam se le suma uoxetina, indicación que realiza el
psiquiatra también, cuando sucede su crisis de pánico.
Con respecto a los tratamientos administrados du-
rante el ASPO (ver Tabla 7), se identicaron un total
de 17 tratamientos; 4 tratamientos nuevos en compa-
ración con el periodo pre-ASPO.
Del total, 10 tratamientos continuaron igual, tota-
lizando el 59 %, el 18 % (3) sufrió modicaciones y
se registraron 4 nuevos tratamientos ya nombrados.
Esto permite ver en primera instancia un aumen-
to de los tratamientos necesarios en este período en
comparación al anterior de casi ¼ de los mismos, con
modicaciones necesarias en los esquemas de algunas
pacientes que ya realizaban tratamiento.
Nota: UPN4= Unidad Penitenciaria N° 4.
Tabla 6. Psicofármacos prescriptos durante el ASPO
UPN4: n=17
Psicofármacos/Tratamientos n %
BDZ 11 64 %
ISRS + BDZ 2 12 %
ISRS + BDZ + Levomepromazina 2 12 %
BDZ + Levomepromazina 2 12 %
Figura 1. Psicofármacos prescriptos antes del ASPO
50
Uso de psicofármacos para el tratamiento de ansiedad durante el aislamiento...
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 45-52.
Discusión
En conformidad con los resultados encontrados en la
investigación, se ha caracterizado el perl de uso de
psicofármacos evidenciando una clara preferencia por
la utilización de las benzodiazepinas por sobre otros
fármacos, entre ellas principalmente, de clonazepam,
que fueron utilizadas en la totalidad de las indicacio-
nes en ambos períodos. Al mismo tiempo no ha sido
signicativo en cuanto a la comparación, pero si se han
utilizado ISRS, como segunda alternativa. La principal
diferencia en cuanto a ambos períodos, radica en que
durante el ASPO se ha utilizado la levomepromazina
en combinación ante síntomas de ansiedad reactiva en
pacientes que ya realizaban tratamiento. Esta situación,
conduce a inferir que dentro del vademécum con el que
se cuenta, este antipsicótico es el elegido en la mayoría
de las situaciones en donde son insucientes los tra-
tamientos con benzodiacepinas a dosis elevadas para
reducir la ansiedad, al mismo tiempo, que en muchas
situaciones el insomnio forma parte de la clínica.
Al respecto de los motivos encontrados, es clara la
ansiedad reactiva como principal diagnóstico en am-
bos períodos, que justica los tratamientos adminis-
trados, encontrándose un aumento en el porcentaje
de los mismos durante el ASPO. De lo mencionado
en esta tesis, la prohibición de la visita presencial, fue
un condicionante fundamental ante la sintomatología
a manera de crisis. La soledad en contexto de encie-
rro, se profundizó ante lo inédito de la situación. Esto
permite establecer una relación entre la instalación de
la pandemia y la consecuente medida de aislamiento
administrada, con el impacto en la salud mental de la
población detenida.
Teniendo en cuenta lo anterior, es importante des-
tacar las implicancias prácticas que podría tener la
utilización de este trabajo de investigación. En pri-
mer lugar, en relación a la necesidad de revisión de
los diagnósticos de manera longitudinal, en cuanto
a variables propias de la evolución y la consecuente
adecuación de los tratamientos en función de evalua-
ciones minuciosas que reduzcan la necesidad de los
mismos a largo plazo en mujeres detenidas.
En segundo lugar, incluir seguimientos psicológi-
cos regulares y estrategias terapéuticas grupales, que
aporten una condición de identicación propia de la
realidad que cada una de las detenidas vivencia y que
permita trabajar para la prevención de las crisis sinto-
máticas.
Por último, la ampliación del vademécum en situa-
ciones excepcionales de acuerdo a necesidades clíni-
cas especícas debería ser considerada.
Figura 2. Tratamientos prescriptos durante el ASPO
Nota: UPN4= Unidad Penitenciaria N° 4.
Tabla 7. Tratamientos durante el ASPO con respecto al
periodo pre ASPO. UPN4: n=17
Tratamientos n %
Continúan igual 10 59 %
Continúan c/modicaciones 3 18 %
Nuevos 4 23 %
51
Uso de psicofármacos para el tratamiento de ansiedad durante el aislamiento...
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 45-52.
La pandemia dejó como aprendizaje la necesidad
de protocolizar intervenciones, para garantizar un
lenguaje común e intervenciones precisas. La salud
mental no queda por fuera de estas necesidades. Si
bien, ésta es una investigación que incluye una mues-
tra signicativa, las limitaciones se encuentran funda-
mentalmente ligadas a la accesibilidad de los registros,
como fue la imposibilidad de acceder a la totalidad de
las historias clínicas. Al mismo tiempo, no considera
otras cuestiones diagnósticas más allá de los síntomas
de ansiedad, lo que deja por fuera cuál fue el escenario
completo en ese momento.
El hecho de realizar esta investigación luego de casi
4 años del inicio de la pandemia, si bien permite evi-
denciar cuestiones inherentes a lo que sucedió y logra
delimitar un perl en cuanto a los diagnósticos y tra-
tamientos de ansiedad propios de la situación vivida;
no evalúa en profundidad cada una de las condiciones
que estas mujeres vivieron en lo particular.
Cabe suponer ante lo expuesto, que quizás no exis-
ta nuevamente en el corto plazo, una situación similar
que posibilite la profundización de este análisis, pero
sí permitirá continuar estableciendo cuál es el perl
de las mujeres detenidas en cuanto a la salud mental
de las mismas. La posibilidad de establecer la preva-
lencia de determinadas situaciones de salud mental en
las unidades de detención podría denir nuevas líneas
de investigación al respecto que garanticen luego, la
racionalización en el uso de psicofármacos y la eca-
cia de intervenciones terapéuticas de toda índole.
Conclusiones
Con respecto al objetivo general, se concluye que se
ha caracterizado el perl de uso de psicofármacos
antes y durante el ASPO, observando un aumento en
el número de tratamientos durante el ASPO en com-
paración con el periodo pre-ASPO. Se evidencia una
prevalencia signicativa de síntomas o trastornos de
ansiedad, que requirieron tratamiento psicofarmaco-
lógico durante el ASPO, lo que sugiere, una variación
en la necesidad de tratamiento durante la pandemia.
A partir de los objetivos especícos planteados en
origen se observó que durante el ASPO, el 29 % de las
mujeres detenidas en la U4 presentaron síntomas o
trastornos de ansiedad que requirieron tratamiento psi-
cofarmacológico, lo que indica una explícita aparición
y modicación de estos síntomas durante la pandemia.
Del mismo modo, se identicaron también los mo-
tivos por los cuales se prescribieron psicofármacos,
siendo la ansiedad reactiva la causa principal de pres-
cripción tanto antes como durante el ASPO.
Por otra parte, se realizó la comparación del uso de
psicofármacos entre los periodos pre-ASPO y durante
el ASPO, comprobando un aumento en el número de
tratamientos durante el ASPO en comparación con el
periodo pre-ASPO. Al profundizar en la modicación
de la prescripción en ambos períodos, se comprobó
la utilización de benzodiacepinas solas o en combina-
ción en la totalidad de los tratamientos establecidos, y
la utilización de un antipsicótico típico como la levo-
mepromazina, de perl sedativo, durante el ASPO, no
habiéndose utilizado en el periodo previo.
En resumen, los datos de la investigación respal-
dan los objetivos generales y especícos planteados,
ya que proporcionan información relevante sobre el
perl de uso de psicofármacos en respuesta a síntomas
de ansiedad durante la pandemia por COVID-19 y el
ASPO en mujeres privadas de libertad en la U4 de la
ciudad de Santa Fe.
Con respecto a la hipótesis planteada, los resul-
tados obtenidos muestran una correlación entre el
ASPO y la presencia de síntomas de ansiedad, así
como el aumento en el uso de psicofármacos durante
este periodo. La proporción de mujeres detenidas que
requirieron tratamiento psicofarmacológico para sín-
tomas de ansiedad aumentó, en comparación con el
periodo pre-ASPO, lo que respalda la hipótesis plan-
teada. En síntesis:
1. se evidencia un aumento en la prevalencia de sín-
tomas/trastornos de ansiedad durante el ASPO en
mujeres privadas de libertad en la U4 de la ciudad
de Santa Fe,
2. la ansiedad reactiva fue la causa principal de pres-
cripción de psicofármacos ansiolíticos tanto antes
como durante el ASPO,
3. hubo una variación signicativa en el uso de psico-
fármacos ansiolíticos entre los periodos pre-ASPO
y durante el ASPO, con un aumento en el número
de tratamientos durante este último.
Los hallazgos sugieren que el contexto de la pande-
mia y el ASPO, tuvieron un impacto signicativo en
la salud mental de esta población y en la necesidad de
intervenciones farmacológicas para abordar los sínto-
mas de ansiedad.
Finalmente, se concluye que esta investigación pro-
picia la posibilidad de ampliar el perl de las mujeres
detenidas en cuanto a su salud mental, establecer líneas
de tratamiento en continua revisión para la población
estudiada y la necesidad de continuar el estudio del im-
pacto del encierro como condicionante clínico promo-
tor de patologías que deterioran la salud mental de las
mujeres privadas de la libertad.
52
Uso de psicofármacos para el tratamiento de ansiedad durante el aislamiento...
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 45-52.
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Conicto de intereses: la autora declara no tener
conictos de interés.
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Investigación original
53
Resumen
Introducción: el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se caracteriza por obsesiones y compulsiones relacio-
nadas, con una prevalencia en la población general del 2,5 % y un predominio en hombres (3:1). A pesar de
la existencia de numerosas hipótesis, su etiología es desconocida. Este estudio exploró la frecuencia de SOC
entre estudiantes de Medicina de segundo año de la Universidad de Buenos Aires e investigó su posible aso-
ciación con antecedentes de faringitis a repetición. Materiales y métodos: este estudio involucró a una muestra
de 494 estudiantes de Fisiología y Biofísica del año 2023. Los participantes completaron cuestionarios au-
toadministrados que evaluaban datos demográcos, historia clínica y el cuestionario DOCS para la evaluación
del TOC. Se aplicaron criterios de inclusión y exclusión, y se realizaron análisis estadísticos que incluyeron
chi-cuadrado, razón de posibilidades y regresión logística multivariante utilizando IBM® SPSS®. Resultados: en-
tre los 494 participantes analizados, la frecuencia de síntomas obsesivos-compulsivos (SOC) fue del 26,92 %.
El análisis bivariado reveló asociaciones de SOC con el género, el dolor de garganta recurrente en la infancia
y el dolor de garganta recurrente en la adultez. El análisis multivariado conrmó la asociación entre SOC y
el dolor de garganta recurrente en la adultez, desaando la noción de que el PANDAS se maniesta princi-
palmente durante la infancia. Conclusión: este estudio sugiere un posible vínculo entre el TOC mediado por el
sistema inmunitario y las infecciones estreptocócicas repetidas en la adultez, lo que enfatiza la necesidad de
realizar más investigaciones sobre anticuerpos especícos e intervenciones terapéuticas. Estos hallazgos abren
caminos para estudios más amplios y enfocados para validar estos resultados y explorar nuevas estrategias
terapéuticas.
Palabras clave: trastorno obsesivo-compulsivo, infección estreptocócica, faringitis, estudiantes de Medicina,
estudios transversales
Frecuencia de síntomas obsesivo-compulsivos (SOC) en
estudiantes de Medicina y su posible asociación con antecedentes
de faringitis a repetición
Frequency of obsessive-compulsive symptoms (OCS) in medical students and their possible
association with a history of repeated pharyngitis
Juan Manuel Duarte1, Osvaldo Juan Ponzo2, Marcelo Fabián Garro3, Francisco José
Appiani4
RECIBIDO 31/5/2024 - ACEPTADO 3/7/2024
1.Médico Neurólogo. División Neuropsicofarmacología, Departamento de Salud Mental. Hospital de Clínicas “José de San Martín”. Universidad de
Buenos Aires. Instituto de Neurociencias, Hospital Alemán, Buenos Aires. https://orcid.org/0000-0003-0408-0178
2.Doctor en Medicina. Profesor Titular Unidad Académica 2, Departamento de Ciencias Fisiológicas, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos
Aires. https://orcid.org/0000-0003-2034-2457
3.Médico. Unidad Neuropsicofarmacología, Departamento de Salud Mental, Hospital de Clínicas “José de San Martín”, Universidad de Buenos Aires.
https://orcid.org/0000-0003-3750-1055
4.Médico Psiquiatra, Profesor Adjunto de Psiquiatría. Departamento de Salud Mental, Hospital de Clínicas “José de San Martín”. Universidad de Bue-
nos Aires. https://orcid.org/0000-0003-3581-4373
Autor correspondiente:
Juan Manuel Duarte
jduarte@fmed.uba.ar
Institución donde se realizó la Investigación: Cátedra de Fisiología y Biofísica. Departamento de Ciencias Fisiológicas, Unidad Académica 2,
Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires; División Neuropsicofarmacología, Departamento de Salud Mental, Hospital de
Clínicas “José de San Martín”. Universidad de Buenos Aires.
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 53-59. https://doi.org/10.53680/vertex.v36i168.835
https://doi.org/10.53680/vertex.v36i168.835
54
Frecuencia de síntomas obsesivo-compulsivos (SOC) en estudiantes de Medicina...
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 53-59.
Abstract
Introduction: obsessive-compulsive disorder (OCD) is characterized by obsessions and related compulsions, with a
prevalence of 2.5 % in the general population and a predominance in men (3:1). Despite numerous hypotheses, its
aetiology remains unknown. This study explored the frequency of obsessive-compulsive symptoms (OCS) among se-
cond-year medical students at the University of Buenos Aires, and investigated its possible association with a history of
repeated pharyngitis. Materials and methods: this study involved a sample of 494 Physiology and Biophysics students
from 2023. The participants completed self-administered questionnaires assessing demographic data, medical history,
and the DOCS questionnaire for the assessment of OCD. Inclusion and exclusion criteria were applied, and statistical
analyses including chi-square, odds ratio, and multivariate logistic regression were performed using IBM SPSS®. Results:
among the 494 participants analyzed, the frequency of OCS was 26.92 %. Bivariate analysis revealed associations be-
tween SOC and gender, recurrent sore throat in childhood, and recurrent sore throat in adulthood. Multivariate analysis
conrmed the association between SOC and recurrent sore throat in adulthood, challenging the notion that PANDAS
manifests primarily during childhood. Conclusion: this study suggests a possible link between immune-mediated OCD
and repeated streptococcal infections in adulthood, emphasizing the need for further research on specic antibodies
and therapeutic interventions. These ndings open avenues for larger, more focused studies to validate these results
and explore new therapeutic strategies.
Keywords: obsessive-compulsive disorder, streptococcal infection, pharyngitis, medical students, cross-sectional studies
Introducción
El TOC se caracteriza por obsesiones y compulsiones
relacionadas. La prevalencia de este trastorno en la
población general es del 2,5 % con un predominio en
hombres (3:1). Suele tratarse con ISRS; sin embargo, en
un 30-40 % de los casos, la respuesta a estos tratamien-
tos es insuciente o nula (Pittenger, & Bloch, 2014).
En estudiantes de Medicina, diferentes estudios han
reportado tasas de prevalencia del SOC entre 3,8 %
(Rojas Larre, 2018) y 64 % (Torres et al., 2016), y duran-
te la pandemia de COVID-19 entre 30,3 % (Taher et al.,
2021) y 43 % (Nahidi et al., 2023).
Su etiología es desconocida, y muchas hipótesis
vinculan este trastorno con traumas psíquicos, des-
equilibrio de neurotransmisores, mal funcionamiento
de circuitos neuronales, alteraciones genéticas y re-
acciones inmunológicas. Aunque las relaciones exac-
tas entre el TOC y los procesos inmunitarios aún no
están claras, muchos investigadores han asociado el
TOC con infecciones estreptocócicas, especialmente
durante la infancia (Laeur et al., 2011; Baumgartner,
& Grozdanovic, 1998; Ting, & Feng, 2011; Pauls, 2010;
Marazziti, Mucci, & Fontenelle, 2018).
Los trastornos neuropsiquiátricos autoinmunitarios
pediátricos asociados con el síndrome de infección por
estreptococo hemolítico beta del grupo A (PANDAS)
se describieron por primera vez en 1998 al analizar a 50
niños con trastorno obsesivo-compulsivo o un trastor-
no de tics asociado con una infección por estreptoco-
co hemolítico beta del grupo A. También se asocia con
otras anomalías neurológicas (hiperactividad, impulsi-
vidad, distracciones) (Swedo et al., 1998).
Si bien el PANDAS se ha descrito en pacientes pe-
diátricos, existen algunos informes de casos y estudios
pequeños de pacientes con este síndrome en la edad
adulta. En la descripción original, el evento desenca-
denante inicial correspondía a una infección estrepto-
cócica, pero las exacerbaciones pueden corresponder a
otras infecciones virales o bacterianas o a inamación
no infecciosa. Este síndrome es causado por la presen-
cia de anticuerpos antineuronales, que reaccionan con-
tra los ganglios basales a través de mimetismo molecu-
lar con antígenos estreptocócicos (Swedo et al., 1998).
Varios estudios han evaluado la presencia de an-
ticuerpos contra los ganglios basales en adultos con
trastorno obsesivo-compulsivo, con resultados varia-
bles y contradictorios (Marazziti, Mucci, & Fontene-
lle, 2018; Navarro Trujillo, 2018; Edwards et al., 2004;
Black, Lamke, & Walinokis, 1998).
El objetivo principal de este estudio fue determi-
nar la asociación entre la presencia de síntomas ob-
sesivo-compulsivos y el dolor de garganta recurrente
en la edad adulta en una muestra de estudiantes de
Medicina de segundo año.
El objetivo secundario fue determinar la frecuen-
cia de los síntomas obsesivo-compulsivos y la asocia-
ción entre estos síntomas y antecedentes de angina
recurrente durante la infancia en esta población.
55
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Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 53-59.
Materiales y métodos
Población
Estudiantes de todos los géneros matriculados en la
materia Fisiología y Biofísica en la Unidad Académica
II del Departamento de Ciencias Fisiológicas de la Fa-
cultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires
durante el año 2023.
Criterios de inclusión
Estudiantes de todos los géneros que cursen la materia
Fisiología y Biofísica durante el año 2023.
Criterios de exclusión
Aquellos que no den su consentimiento para respon-
der las preguntas de este trabajo. Aquellos que no
respondan el 80 % del cuestionario. Aquellos que re-
porten antecedentes de consumo de cocaína, éxtasis
o PACO. Aquellos con antecedentes de diabetes, en-
fermedades reumáticas, cáncer, infección por VIH,
enfermedad celíaca, colitis ulcerosa, enfermedad de
Crohn, esclerosis múltiple, enfermedad tiroidea o con
tratamiento crónico con corticoides o inmunomodu-
ladores. Trastorno depresivo mayor, trastorno bipolar,
esquizofrenia u otros trastornos psicóticos.
Los cuestionarios autoadministrados se enviaron
de forma virtual. Los resultados se analizaron en la
División de Neurofarmacología del Hospital de Clíni-
cas “José de San Martín.
Este proyecto se llevó a cabo bajo las normas éticas
que rigen la investigación en seres humanos de acuer-
do con la Ley Nacional de Protección de Datos Perso-
nales Nº 25326 (Ley de Habeas Data) y la última ver-
sión de la Declaración de Helsinki (Fortaleza 2013).
El proyecto se realizó con la aprobación del Comité
de Ética del Hospital de Clínicas “José de San Martín
(número de autorización 1184/23). Los participantes
debían completar un formulario de consentimiento
informado diseñado para este propósito.
Cálculo del tamaño muestral: 266 para un interva-
lo de conanza del 95 %, tomando un valor teórico de
prevalencia del 30 %
(https://openepi.com/SampleSize/SSPropor.htm).
Cuestionarios
Los participantes debían responder los siguientes
cuestionarios:
Cuestionario demográco: Se les preguntó a los
participantes sobre género, edad en años, anteceden-
tes de enfermedades crónicas, si estaban recibiendo
tratamiento con corticoides o fármacos inmunomo-
duladores, antecedentes de consumo de sustancias
(cocaína, éxtasis), si estaban recibiendo tratamiento
psiquiátrico actual (por depresión, trastorno bipolar
o psicosis), antecedentes de faringitis recurrente en la
infancia, faringitis recurrente actual, antecedentes de
tics o tratamiento para trastorno por décit de aten-
ción e hiperactividad en la infancia.
Si bien el PANDAS puede presentarse con un solo
episodio de infección estreptocócica, el historial de
infecciones repetidas aumentaría la posibilidad de
detectar el síndrome (Reddy, & Pal, 2007). Debido a
esta situación, se utilizaron los criterios para faringitis
recurrente en adultos y niños.
Los criterios para la faringitis recurrente en adul-
tos se denen como:
■ Tres o más episodios en cuatro meses.
■ Cuatro episodios en 12 meses (Menculini et al.,
2021).
Los criterios para la faringitis recurrente en la in-
fancia se denieron como:
■ Seis o más episodios por año.
■ Tres o más episodios en seis meses.
■ Tres o más ataques de dolor de garganta por año, a
pesar del tratamiento médico adecuado (Rojas La-
rre, 2018; Torres et al., 2016).
Cuestionario DOCS: Se utilizó el cuestionario DOCS
para evaluar el grado de afectación en trastornos ob-
sesivo-compulsivos (Abramowitz et al., 2010) (valida-
do en español (López-Solá, et al., 2014).
La escala tiene un alfa de Cronbach del 93 % (al-
tamente conable) y un puntaje de corte de 18 puntos
es apropiado para la distinción entre trastorno obsesi-
vo-compulsivo y adultos no clínicos (Abramowitz et
al., 2010).
La frecuencia se evaluó según la siguiente fórmula:
número de estudiantes con una puntuación DOCS ≥
18 / total de estudiantes encuestados × 100.
Se estimó la X2 y la razón de posibilidades, el valor
p y el intervalo de conanza del 95 % para la varia-
ble "puntuación DOCS ≥ 18 puntos" en relación con
las siguientes cuatro variables: presencia de dolor de
garganta recurrente en la edad adulta, antecedentes
de dolor de garganta recurrente durante la infancia,
antecedentes de tics durante la infancia e historial de
trastorno por décit de atención e hiperactividad tra-
tado durante la infancia.
Se realizaron análisis bivariados y multivariados
para determinar la asociación entre las variables inde-
pendientes y del estudio.
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Análisis estadístico
Se utilizó el programa IBM® SPSS® para Mac®, ver-
sión 26, para realizar estos cálculos.
Resultados
Los resultados del análisis de las muestras se muestran
en la Tabla 1.
No se observaron diferencias signicativas en cuan-
to a la edad. Estadística de Kruskal-Wallis 2.827, p:
0.419.
Un total de 206 participantes que cumplían con al-
guno de los criterios de exclusión fueron descartados.
Por lo tanto, se analizaron los resultados de los 494
participantes restantes. De acuerdo con el cuestionario
DOCS, la frecuencia de síntomas obsesivo-compulsi-
vos (puntaje total ≥ 18 puntos) fue del 26,92 % (n =
133).
Análisis bivariado
1. Asociación entre "género" y "presencia de SOC se-
gún la escala DOCS". En este caso, como solo hubo
dos participantes con género "no binario" y 2 partici-
pantes con género "sin especicar", se excluyeron de
este análisis estadístico:
Tabla 1
Género Edad promedio (mínimo-máximo)
Femenino 22 (19-56)
Masculino 23 (20-62)
No binario 24.50 (24-25)
No especicado 23 (20-30)
Nota: X2=4.217, p:0.04
Tabla 2. Asociación entre género y presencia de SOC
Género Sin SOC SOC Total
Femenino 240 (70.6 %) 100 (29.4 %) 340
Masculino 120 (79.5 %) 31 (20.5 %) 151
2. Asociación entre "faringitis recurrente en la in-
fancia" y "SOC"
Tabla 3
Faringitis
recurrente
en la infancia
Sin SOC SOC Total
No 262 (77.1 %) 78 (22.9 %) 340
100 (64.3 %) 55 (35.7 %) 155
Nota: X2=8.789, p:0.003
3. Asociación entre "faringitis recurrente en la adul-
tez" y "TOC"
Tabla 4. Asociación entre faringitis recurrente en la
adultez y TOC
Faringitis
recurrente
en la infancia
Sin SOC SOC Total
No 305 (76.44 %) 94 (23.56%) 399
56 (58.33 %) 40 (41.67%) 96
Nota: X2= 13.165, p<0.0001
4.- Análisis multivariado: regresión logística binaria
(ver tabla 5)
Discusión
A pesar de décadas de investigación, la etiología de las
patologías psiquiátricas primarias no ha sido dilucida-
da. Se han propuesto causas inamatorias, genéticas,
neurobiológicas y ambientales; sin embargo, hasta la
fecha, ninguna ha sido conrmada (Menculini et al.,
2021).
Este estudio se basa en las consecuencias de una
condición pediátrica llamada "PANDAS".
"PANDAS" es la abreviatura de Trastornos Neurop-
siquiátricos Autoinmunitarios Pediátricos Asociados
con Infecciones por Estreptococo. Este síndrome se
caracteriza por el desarrollo agudo de síntomas del es-
pectro obsesivo-compulsivo después de una infección
por estreptococo, como faringitis o escarlatina (Swedo
et al., 1998; López-Solá et al., 2014). La hipótesis de
este estudio fue determinar si las infecciones estrepto-
cócicas repetidas, tanto en la infancia como en la edad
adulta, están asociadas con la presencia de síntomas
obsesivo-compulsivos en adultos jóvenes. Dado que
el PANDAS es una condición infradiagnosticada, se
consideró apropiado evaluar directamente el historial
de dolor de garganta recurrente en lugar del historial
de diagnóstico de PANDAS. Si bien el PANDAS puede
presentarse con un solo episodio de infección estrep-
tocócica, se evaluó a los encuestados con antecedentes
de infecciones repetidas para aumentar la posibilidad
de detectar su asociación con la presencia de los SOC
(Hutanu et al., 2022).
La novedad de esta investigación radica en que
analiza las consecuencias de la infección pediátrica en
adultos, así como la posibilidad de que pueda desa-
rrollarse "de novo" tras infecciones en adultos. Este es
un tema no resuelto y poco estudiado, aunque existen
informes de casos que sugieren que esto puede ocurrir
(Wald et al., 2023).
57
Frecuencia de síntomas obsesivo-compulsivos (SOC) en estudiantes de Medicina...
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Entre los hallazgos de esta investigación, el aná-
lisis bivariado de esta población mostró que existía
una asociación entre el antecedente de faringitis recu-
rrente en la infancia y la presencia de SOC en la edad
adulta. También se observó que existe una asociación
entre la presencia de dolor de garganta recurrente en
la edad adulta y la presencia de SOC. Sin embargo,
el análisis multivariado descartó la asociación entre
la infección repetida en la infancia, pero conrmó la
asociación entre la infección repetida en la edad adul-
ta y la presencia de SOC. Este hallazgo permite hacer
algunas consideraciones al respecto.
El PANDAS generalmente se maniesta desde los 3
años hasta la pubertad. Las reacciones a las infecciones
estreptocócicas se consideran raras después de los 12
años, aunque pueden ocurrir con poca frecuencia entre
los adolescentes. El consenso actual es que es probable
que alguien experimente estos síntomas neuropsiquiá-
tricos secundario a dolor de garganta recurrente por
primera vez en la edad adulta; sin embargo, este tema
no se ha evaluado sistemáticamente, salvo por algunos
informes de casos o estudios retrospectivos pequeños
(Reddy & Pal, 2007; Prato et al., 2021; Kulumani Ma-
havedan et al., 2023; Deshmukh, Mane & Singh, 2022;
Bodner, Morshed & Peterson, 2001).
Aunque los datos son escasos, el TOC se ha rela-
cionado con enfermedades inmunológicas como el
lupus y los trastornos de la tiroides. Por lo tanto, los
resultados de este estudio son de gran interés y abren
la puerta a estudios posteriores para determinar el
vínculo entre la reacción inmunológica a la infección
estreptocócica y el desarrollo del trastorno obsesi-
vo-compulsivo. En este punto, se abrirían otras líneas
de investigación, como la detección de anticuerpos es-
pecícos relacionados con este trastorno y estrategias
terapéuticas, como la plasmaféresis o la inmunotera-
pia (Navarro Trujillo, 2018).
La relación entre la infección estreptocócica y el
TOC puede estar mediada por anticuerpos que re-
accionan de forma cruzada con el Streptococcus y el
SNC, similar a lo que ocurre en la corea de Sydenham.
Se especula que el daño generado por estos anticuer-
pos en los ganglios basales (más especícamente en el
caudado) podría ser la base etiopatogénica del TOC
(Morer et al., 2005; Bloch et al., 2006; Adams et al.,
2018). Un estudio anatomopatológico realizado en
el cerebro de un paciente encontró que los linfocitos
T CD4 y CD25 positivos pueden jugar un papel im-
portante en la patogenia del PANDAS en adultos. La
presencia de TOC también se ha relacionado con un
aumento signicativo de los niveles de quimiocinas
plasmáticas (CCL3, CXCL8, sTNFR1 y sTNFR2) (Na-
varro Trujillo, 2018; Cabo López et al., 2010; Shephard
et al., 2022).
Basándose en estudios realizados en un número
reducido de casos, el TOC se puede clasicar en tres
tipos: de inicio en la infancia (asociado con títulos al-
tos de ASLO, una mayor frecuencia de antecedentes
de trastornos de tics y amigdalitis en la infancia), de
inicio tardío o de inicio en la edad adulta. Sin embar-
go, no se encontraron diferencias en los títulos de an-
ticuerpos D8/17 (anticuerpo vinculado al PANDAS y
la Corea de Sydenham) ni en otros parámetros autoin-
munitarios (Nicholson et al., 2012).
Otro punto a considerar es que los pacientes re-
fractarios al tratamiento podrían pertenecer al PAN-
DAS. Se necesitan más estudios para determinar si
este subgrupo tiene daño inamatorio que lo haga re-
sistente a los tratamientos farmacológicos y conduc-
tuales habituales (Morer et al., 2005).
En cuanto a las limitaciones de este estudio, se debe
considerar que los datos se obtuvieron mediante cues-
tionarios autoadministrados validados, por lo tanto,
no es prudente hablar de presencia de TOC, sino de
presencia de síntomas obsesivo-compulsivos (SOC).
A pesar de que los autores de la escala DOCS conside-
ran que puede diagnosticar TOC, es posible que una
escala autoadministrada podría generar un sesgo me-
todológico. Por lo tanto, en este trabajo, se considera
a aquellos que tienen una puntuación posible en la es-
cala como portadores de síntomas obsesivo-compul-
sivos (SOC) en lugar de TOC. Las entrevistas clínicas
son el método más preciso para determinar patologías
de salud mental.
Sin embargo, la población estudiada proviene de
un grupo etario especíco que también tiene una alta
prevalencia de TOC. Otros factores, como el estrés
ambiental, pueden inuir en el empeoramiento de los
Tabla 5. Análisis multivariado: regresión logística binaria
Variable Coeciente B p-valor OR (Razón de probabilidades) IC 95 %
Género -0.365 0.127 0.695 0.435-1.109
Faringitis recurrente en la infancia 0.335 0.147 1.398 0.889-2.199
Faringitis recurrente en la adultez 0.697 0.007 2.008 1.212-3.319
58
Frecuencia de síntomas obsesivo-compulsivos (SOC) en estudiantes de Medicina...
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 53-59.
SOC. Es bien sabido que la población estudiada tiene
una alta prevalencia de estrés ambiental (superior al
90 %) y de TOC (Torres et al., 2016; Taher et al., 2021;
Bloch et al., 2006; Adams et al., 2018).
Por último, cabe señalar que el hecho de tener in-
fecciones recurrentes no implica necesariamente el
desarrollo de PANDAS, aunque se considera una con-
dición común que puede tener una prevalencia de 1 de
cada 200 niños en Estados Unidos (Sultan et al., 2021;
Vogel, 2018). La infección puede aumentar la proba-
bilidad de identicar personas que han padecido este
síndrome, pero no lo determina especícamente.
En conclusión, de acuerdo con lo observado, este
trabajo plantea la posibilidad de que los adultos po-
drían padecer de TOC mediado por el sistema inmu-
nitario secundario a una infección estreptocócica; sin
embargo, se deben realizar estudios más amplios y
especícos.
Conicto de intereses: Los autores declaran no tener
conicto de intereses.
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Investigación original
60
Resumen
Introducción: La cibercondría es el aumento de la ansiedad o angustia tras buscar excesiva o repetidamente
información relacionada con la salud en Internet. No se ha encontrado estudios que exploren los factores que
se relacionan con la cibercondría en estudiantes de Medicina hispanos. El objetivo fue determinar los facto-
res que se relacionan con la cibercondría en estudiantes de Medicina de una universidad peruana en el 2018.
Materiales y Métodos: Se llevó a cabo un estudio transversal analítico con 657 estudiantes de Medicina de una
universidad privada peruana. Los estudiantes rellenaron una encuesta que recolectó información sobre sus
niveles de cibercondría, mediante la Escala de Severidad de la Cibercondría - 12. Se utilizó la Regresión Lineal
para el cálculo de los betas con intervalos de conanza al 95 %. Resultados: La media del puntaje de cibercon-
dría fue de 25,1±9,1. Se evidenció una asociación entre la cibercondría y el año de estudio (p<0,001), siendo
el segundo año el que reportó las mayores puntuaciones y los de sexto, las menores. Asimismo, los estudiantes
con un familiar de primer grado médico reportaron niveles más bajos (p=0,01). Se evidenció una correlación
inversa débil con la edad (p<0,001). No se encontró asociación con el sexo, el lugar de nacimiento, el taba-
quismo o el tener un familiar de primer grado personal de salud. Conclusiones: Se encontró que la edad, el año
de estudios y el tener un familiar de primer grado médico se encontraron relacionados con la cibercondría.
Se precisan más estudios, sobre todo de naturaleza longitudinal.
Palabras clave: cibercondría, ansiedad por la salud, escala de severidad de la cibercondría, estudiantes de
Medicina
Abstract
Introduction: Cyberchondria is dened as increased anxiety or distress after excessive or repeated searching for
health-related information on the Internet. No studies have been found that explore the factors associated with cyber-
chondria in Hispanic medical students. The objective was to determine the factors associated with cyberchondria in
medical students from a Peruvian university in 2018. Materials and Methods: An analytical cross-sectional study was
conducted with 657 medical students from a private Peruvian university. The students responded to a survey in which
information about cyberchondria levels was collected using the Cyberchondria Severity Scale - 12. Linear Regression
was used to calculate the betas with 95 % condence intervals. Results: The mean cyberchondria score was 25,1±9,1.
An association between cyberchondria and the year of study was evidenced (p<0,001), with the second year reporting
Factores asociados a la cibercondría en estudiantes de Medicina
peruanos: un estudio transversal analítico
Factors associated with cyberchondria in Peruvian medical students: an analytical
cross-sectional study
Rodrigo Robles-Mariños1, Juan Carlos Bazo-Alvarez2, Germán F. Alvarado3
RECIBIDO 13/2/2024 - ACEPTADO 22/7/2024
1.Programa de Medicina, Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), Lima, Perú. https://orcid.org/0000-0002-0046-4003
2.Research Department of Primary Care and Population Health, University College London (UCL), London, United Kingdom. Grupo MedFam, Escuela
de Medicina, Universidad Cesar Vallejo (UCV), Trujillo, Perú. https://orcid.org/0000-0002-6169-8049
3.Programa de Medicina, Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), Lima, Perú. https://orcid.org/0000-0003-4531-7717
Autor correspondiente:
Rodrigo Robles-Mariños
pcmerrob@upc.edu.pe
Institución en la que se realizó la investigación: Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), Lima, Perú.
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 60-72. https://doi.org/10.53680/vertex.v36i168.836
https://doi.org/10.53680/vertex.v36i168.836
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Factores asociados a la cibercondría en estudiantes de Medicina peruanos: un estudio transversal analítico
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 60-72.
the highest scores and the sixth year reporting the lowest. Likewise, students with a rst-degree medical relative repor-
ted lower levels (p=0,01). A weak inverse correlation with age was evidenced (p<0,001). No association was found with
sex, place of birth, smoking or having a rst-degree relative that is a health worker. Conclusions: It was found that
age, year of studies, and having a rst-degree medical relative were associated with cyberchondria. Further studies are
needed, especially of a longitudinal nature.
Key words: cyberchondria, health anxiety, cyberchondria severity scale, medical students
Introducción
Se ha observado que las personas más preocupadas
por su salud buscan información en Internet de forma
frecuente y prolongada (Sunderland et al., 2013). En
muchos casos, las personas incluso intentan hacerse
un autodiagnóstico, lo que puede ser un problema
porque no necesariamente se dispone de las habilida-
des para poder interpretar adecuadamente la infor-
mación médica y determinar la validez de las fuen-
tes consultadas (Tan & Goonawardene, 2017). Como
ejemplo de ello, una encuesta llevada a cabo en Es-
tados Unidos reveló que el 35 % de los encuestados
había utilizado Internet para autodiagnosticarse una
afección médica durante el año anterior (Fox & Dug-
gan, 2013). Además, se ha noticado una sobrecarga
de información debido al empleo de las redes sociales
como fuente de consulta, conllevando a un incremen-
to de los niveles de cibercondría (Farooq et al., 2020).
La cibercondría se produce cuando una persona
experimenta un aumento de ansiedad o angustia tras
buscar excesiva o repetidamente información relacio-
nada con la salud en Internet (McMullan et al., 2019),
y se considera un patn de comportamiento anormal,
más que una afección o entidad diagnóstica (White &
Horvitz, 2009). Se considera especialmente frecuente
en personas con un nivel elevado de "ansiedad por la
salud" (McMullan et al., 2019), que se dene como un
estado de preocupación excesiva, irreal y persistente
respecto al padecimiento de una enfermedad (Baum-
gartner & Hartmann, 2011; Eastin & Guinsler, 2006).
Sin embargo, no se ha llegado a un consenso sobre la
direccionalidad de la relación entre ambos conceptos.
Por un lado, la ansiedad por la salud podría ser un
motivador principal para buscar información sobre la
salud en línea (Muse et al., 2012). No obstante, alter-
nativamente, el buscar información sanitaria en línea
en ausencia de ansiedad signicativa podría desenca-
denar una elevación del nivel de ansiedad por la salud
(Weck et al., 2014).
La cibercondría está compuesta por 4 dimensiones,
que consisten en búsquedas excesivas y repetitivas de
información sobre la salud en Internet (Excesividad),
búsqueda de tranquilidad como objetivo (Seguri-
dad), aumento de la angustia o ansiedad (Angustia)
e interferencia con otros aspectos de la vida por esta
conducta compulsiva (Compulsión) (McElroy et al.,
2019). Para evaluarla de forma exhaustiva, se ha pro-
puesto la Escala de Severidad de la Cibercondría - 12
(CSS-12, por sus siglas en inglés) como una de las me-
jores herramientas (McElroy et al., 2019). Con dicha
escala se han reportado puntuaciones en países como
Italia (Ambrosini et al., 2022), Irán (Seyed Hashemi et
al., 2020) o Turqa (Eşkisu et al., 2023; Özkent et al.,
2023; Yalçın et al., 2022); sin embargo, las medias más
elevadas se registraron en estudiantes universitarios
indios (Bhatt et al., 2022) y en estudiantes de Medicina
iraníes (Foroughi et al., 2022).
Aún se sabe muy poco con respecto a los factores
asociados con los altos niveles de cibercondría. Por
ejemplo, hay estudios que informan de niveles más
elevados en las mujeres, aunque no necesariamente
de forma signicativa (Kurcer et al., 2022; Maei &
Holman, 2020; Shailaja et al., 2020; Wu et al., 2021).
También se ha descrito una asociación con la edad,
con niveles más altos de cibercondría en adultos en
comparación con personas más jóvenes (Durak Batı-
gün et al., 2021), y niveles más altos en personas que
viven solas (Kurcer et al., 2022). En Croacia se han re-
portado niveles más altos de cibercondría asociados
a conductas de evitación intensas (Jokic-Begic et al.,
2020) y en Italia se observó que la calidad de vida y la
autoestima estaban inversamente relacionadas con la
cibercondría (Vismara et al., 2021).
Niveles elevados de cibercondría se han relaciona-
do con una mala calidad del sueño y con la presen-
cia de síntomas obsesivo-compulsivos (Yalçın et al.,
2022). Además, niveles elevados generan interferen-
cias en el ámbito laboral y social, debido a la excesiva
inversión de tiempo en indagar sobre posibles enfer-
62
Factores asociados a la cibercondría en estudiantes de Medicina peruanos: un estudio transversal analítico
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 60-72.
medades que uno cree que padece (Singh & Brown,
2014). También predispone a las personas a acudir a
centros de salud y someterse a pruebas auxiliares, ge-
nerando un malgasto de recursos sanitarios e innece-
saria exposición a efectos adversos (Singh & Brown,
2014; Starcevic, 2017; Starcevic & Berle, 2013), así
como puede predisponer a la automedicación (Singh
& Brown, 2014; Starcevic & Berle, 2015). Sin embar-
go, debido a lo anteriormente descrito, también se han
buscado medidas para disminuir los elevados niveles
de cibercondría, de tal forma que un estudio realiza-
do en pacientes con trastorno de síntomas somáticos
y trastorno de ansiedad por enfermedad demostró que
la terapia cognitivo-conductual por Internet guiada por
un personal clínico tendría un impacto positivo en la
reducción de la cibercondría (Newby & McElroy, 2020).
Los estudiantes de Medicina suelen presentar ni-
veles elevados de ansiedad por la salud, un fenómeno
conocido como "hipocondría transitoria" (Azuri et al.,
2010). Se cree que algunos síntomas se conceptualizan
con la nueva información que se aprende y se inter-
preta como evidencia médica (Azuri et al., 2010; Bati
et al., 2018). Se han descrito puntuaciones más altas de
cibercondría en estudiantes de Medicina, en compa-
ración con población general (Foroughi et al., 2022).
Ello, sumado a que esta población se caracteriza por
tener afectada su salud mental (Nair et al., 2023), así
como el hecho de que serán futuros médicos, pobla-
ción en quien también se reporta bastante deterioro
de la salud mental (Harvey et al., 2021), genera la
necesidad de explorar más a fondo en el campo de
dicho aspecto de la salud. Sin embargo, actualmente
existen pocos estudios epidemiológicos que evalúen
sus factores sociodemográcos y de riesgo asociados,
y no se encontraron estudios que la examinen en es-
tudiantes de Medicina hispanos a la fecha (mayo de
2024) en buscadores como PubMed, SciELO o Goo-
gle Académico. Sin duda, la escasa evidencia impide
profundizar en la investigación de los orígenes de esta
afección. De esta forma, surge la necesidad de evaluar
los niveles de cibercondría en esta población e identi-
car sus factores asociados. Debido a ello, el objetivo
del presente estudio fue determinar los factores que se
relacionan con la cibercondría en estudiantes de Me-
dicina de una universidad peruana en el 2018.
Materiales y Métodos
Diseño y contexto del estudio
Se llevó a cabo un estudio transversal analítico a partir
de encuestas realizadas presencialmente a estudiantes
de Medicina de una universidad privada de Lima, Perú,
durante el mes noviembre en el año 2018. Este trabajo
es complementario a una investigación realizada so-
bre la ansiedad por la salud, por lo que la metodología
utilizada está relacionada con dicha investigación (Ro-
bles-Mariños et al., 2022).
Población del estudio
La población objetivo fueron los estudiantes de Medici-
na de segundo a sexto año de una universidad privada
peruana. Fueron incluidos los alumnos de medicina
mayores de 18 años de la universidad privada peruana
seleccionada, matriculados y que asistieron a las clases
los días en que se realizó la encuesta. Se eliminaron las
encuestas incompletas.
Variables y fuentes de medición
La variable de desenlace fue la cibercondría, denida
como el aumento de ansiedad o angustia relacionado
con búsquedas excesivas o repetidas en Internet de in-
formación relacionada con la salud durante los últimos
6 meses. Para medir esta variable se utilizó la CSS-12
en su versión adaptada al español (Robles-Mariños et
al., 2023). Esta escala consta de 12 ítems, que se res-
ponden con una escala Likert de 5 opciones, otorgan-
do una puntuación de 1 a 5 para cada pregunta y una
puntuación total entre 12 y 60 puntos. Estos ítems, a su
vez, se dividen en cuatro dimensiones, cada una de las
cuales consta de tres preguntas. Estas dimensiones son
las siguientes: “Excesividad, denida como el carácter
creciente o repetido de las búsquedas; “Angustia, de-
nida como la ansiedad o angustia como resultado de las
búsquedas; “Seguridad”, denida como las búsquedas
que llevan a los individuos a buscar consejo médico pro-
fesional; y “Compulsión, denida como las búsquedas
en la web que intereren con otros aspectos de la vida
dentro y fuera de internet. En Perú se llevó a cabo un
análisis factorial conrmatorio, obteniendo una adecua-
da validez de constructo. Se utilizaron los índices omega
de McDonald y alfa de Cronbach para estimar la cona-
bilidad, reportando una abilidad global de la escala de
0,93 para ambos estimadores, una consistencia interna
alta y favorable (Robles-Mariños et al., 2023).
Las covariables incluidas en el estudio fueron:
sexo, reportado como hombre o mujer; edad, reporta-
da en años; lugar de nacimiento, dividido en las cate-
gorías de Lima, provincia u otro país; año de estudios,
considerado desde el segundo hasta el sexto año; ta-
baquismo, dividido en las categorías de fumador ha-
bitual, ocasional, pasivo o no fumador; antecedente de
familiar de primer grado médico; y familiar de primer
grado personal de salud.
63
Factores asociados a la cibercondría en estudiantes de Medicina peruanos: un estudio transversal analítico
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 60-72.
Recolección de datos
Se solicitó autorización a los docentes para poder
ingresar a las aulas 5 minutos previos a nalizar las
clases, con el n de poder encuestar a los alumnos.
Primero se empleó un tiempo para la lectura del con-
sentimiento informado y, seguido de ello, se procedió
con el llenado de la encuesta. En total, se estimó una
población a encuestar de 764 estudiantes de Medicina.
Un 88,2 % (674 estudiantes) cumplieron los criterios
de inclusión y rellenaron la encuesta, pero se elimina-
ron 17 de estas por estar incompletas. Así, se obtuvo un
total de 657 encuestas, lo que correspondió al 86,0 %
del total de encuestas potenciales a realizar.
Cálculo de poder estadístico
Se realizó un cálculo de poder estadístico para poder
determinar la capacidad de detectar asociaciones con
el tamaño de población nalmente obtenido, el cual
fue de 657 encuestas. Para efectuar este cálculo se uti-
lizó el programa Epidat 4.2 para Windows, y se em-
plearon 2 medidas de asociación distintas. Primero se
realizó el cálculo para una comparación de medias in-
dependientes, tomando como referencia los datos de
una investigación realizada en estudiantes universita-
rios la cuál reportó una diferencia de medias de 2,38
puntos en la CSS-12 (p<0.01) según el sexo, reportan-
do una media de 34,35±9,41 para los hombres y de
36,73±7,74 para las mujeres (Sabir & Naqvi, 2023). De
esta forma, con una razón de tamaños muestrales de
1 y a un nivel de conanza del 95 %, se calculó un
poder estadístico de 94,2 %. Luego se realizó un cálculo
para un coeciente de correlación, tomando como re-
ferencia un coeciente de correlación de Spearman de
-0,17 reportado en un estudio que evaluó la relación de
la edad con el puntaje de la CSS-12, obteniéndose tam-
bién una diferencia estadísticamente signicativa (In-
fanti et al., 2023). De esta forma, a un nivel de conanza
del 95 %, se calculó un poder estadístico de 99,3 %.
Tratamiento y análisis de datos
Una vez obtenidos los datos, estos pasaron por un
proceso de doble digitación en MS Excel, se revisa-
ron las bases de datos individualmente y luego fueron
comparadas. Posteriormente, la información se ex-
portó al programa STATA 17.0 para Windows (Stata
Corp., College Station, TX) con el n de efectuar el
análisis correspondiente. Respecto al análisis univa-
riado, se utilizó la mediana y el rango intercuartílico
(RIC) para la edad y las puntuaciones de la CSS-12
(total y por dimensiones). Además, se calculó el pro-
medio y desviación estándar de la puntuación total
obtenida por la CSS-12. Se calcularon frecuencias y
porcentajes del sexo, lugar de nacimiento, año de estu-
dio, tabaquismo y antecedentes de familiar de primer
grado médico y personal de salud.
Se utilizaron tres pruebas estadísticas para el aná-
lisis bivariado. Para el cruce de las puntuaciones de
la CSS-12 con el sexo, el antecedente de familiar de
primer grado médico y personal de salud, se usó la
prueba U de Mann Whitney. Para cruzar las puntua-
ciones de la CSS-12 con el lugar de nacimiento, el año
de estudio y el tabaquismo, se realizó la prueba esta-
dística de Kruskal-Wallis, tras la cual se llevó a cabo
un análisis post hoc utilizando el comando kwallis2
con el n de evaluar las diferencias entre las diversas
categorías de forma especíca. Para evaluar la asocia-
ción de la puntuación CSS-12 con la edad, se utilizó la
correlación de Spearman. Por último, para el análisis
multivariable, se realizó una regresión lineal para cal-
cular los coecientes beta (βc: beta crudo y βa: beta
ajustado), que reejaron diferencias de medias, con
intervalos de conanza al 95 % (IC95 %). Los modelos
crudos se calcularon como parte del análisis antes de
ajustar el modelo por el resto de variables; esto se llevó
a cabo realizando la regresión lineal de forma bivaria-
da. Las variables que entraron en el modelo ajustado
se seleccionaron por criterio epidemiológico, es decir,
se tuvieron en cuenta las variables sociodemográcas
y los antecedentes importantes descritos en estudios
anteriores. Los supuestos de la regresión empleada se
evaluaron mediante el análisis de residuos y la multi-
colinealidad fue evaluada mediante el factor de ina-
ción de la varianza.
Aspectos éticos y administrativos
La recolección de datos se aprobó por el comité de éti-
ca de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas,
con el código FCS/CEI211-10-18. Asimismo, median-
te documento FCS/CEI255-10-19, se aprobó la reali-
zación del estudio. Todos los encuestados llenaron un
consentimiento informado en el que se explicó el ob-
jeto la investigación y el tipo de preguntas a realizarse.
El estudio no implicó un riesgo para los participantes;
sólo consistía en rellenar una encuesta anónima. La
participación fue libre y se dio la posibilidad de in-
terrumpir la encuesta de ser necesario. Por último, al
nalizar la encuesta, todos los participantes recibie-
ron folletos informativos sobre el tema con números
de contacto.
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Factores asociados a la cibercondría en estudiantes de Medicina peruanos: un estudio transversal analítico
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 60-72.
Resultados
Características generales de los estudiantes
encuestados
Se analizaron 657 encuestas, de las cuales el 60,3 %
perteneció a mujeres, la mediana de la edad fue de 21
años (RIC 20-23), y el 63,8 % reportó a Lima, capi-
tal del Perú, como su lugar de nacimiento, el 32,9 %
a alguna provincia y el 3,3 % a otro país. El 14,0 % de
los estudiantes cursaba el sexto año, el 11,1 % el quinto,
el 28,5 % el cuarto, el 20,2 % el tercero y el 26,2 % el
segundo. De los estudiantes, el 56,3 % declaró no tener
ningún familiar de primer grado personal de salud y
el 73,7 % declaró no tener ningún familiar de primer
grado médico. En cuanto al tabaquismo, el 41,6 % de-
claró ser fumador pasivo; el 18,7 % fumador ocasional
y el 2,9 % fumador habitual. En cuanto a la puntuación
de la cibercondría, se halló una mediana de 24 puntos
(RIC 18-31) y un promedio de 25,1±9,1. En cuanto a las
dimensiones de la cibercondría, se halló una mediana
de 8 puntos (RIC 6-10) para la Excesividad, 5 puntos
(RIC 3-7) para la Angustia, 5 puntos (RIC 4-7) para la
Seguridad y 5 puntos (RIC 4-7) para la Compulsión.
Factores asociados a la cibercondría, análisis
bivariado
Se halló una correlación inversa débil entre la
puntuación de la cibercondría y la edad (p<0,001).
Además, se observó una asociación con el anteceden-
te de tener en un familiar de primer grado médico
(p=0,01), siendo los que tenían este antecedente los
que reportaron una puntuación más baja. Asimismo,
hubo una asociación con el año de estudios (p<0,001),
evidenciándose puntuaciones más altas en el segundo
y tercer año, y puntuaciones más bajas en el quinto y
sexto año. Tras realizar el análisis post hoc, se obser
que la diferencia era estadísticamente signicativa en-
tre el quinto y segundo año (p<0,001); y entre el sexto
y segundo (p<0,001), tercero (p<0,001) y cuarto año
(p<0,001), información no reportada en las tablas. No
se encontró diferencias estadísticamente signicati-
vas según el sexo, lugar de nacimiento, tabaquismo o
antecedente de familiar de primer grado personal de
salud (p>0,05) (ver Tabla 1).
Al evaluar las dimensiones de la cibercondría en
asociación con las mismas variables, se halló una co-
rrelación inversa débil entre la puntuación de todas las
dimensiones y la edad (p<0,05). Además, en la dimen-
sión Compulsión, se halló una asociación con el sexo,
siendo la puntuación mayor en los hombres (p=0,03).
Respecto al tener un familiar de primer grado médi-
co, tenerlo se relacionó con una menor puntuación en
las dimensiones de Excesividad (p=0,003), Angustia
(p=0,04) y Seguridad (p=0,04), y respecto al tener un
familiar de primer grado personal de salud, en la di-
mensión de Excesividad se encontró una menor pun-
tuación en los estudiantes que sí lo tenían (p=0,04).
Asimismo, se evidenció una asociación entre todas las
dimensiones de la cibercondría con el año de estudios
(p<0,001). Tras realizar el análisis post hoc, se obser-
vó que la diferencia fue estadísticamente signicativa
entre el quinto año con el segundo (p<0,001); y sex-
to año con el segundo (p<0,001), tercero (p<0,001) y
cuarto (p<0,001) en todas las dimensiones, informa-
ción no reportada en las tablas. No se hallaron dife-
rencias estadísticamente signicativas según el lugar
de nacimiento o el tabaquismo con ninguna de las di-
mensiones de la cibercondría (p>0,05) (ver Tabla 1).
Factores asociados a la cibercondría, análisis
multivariable
En cuanto al modelo multivariable (ajustado por sexo,
lugar de nacimiento, año de estudio, tabaquismo y fa-
miliar de primer grado médico) aplicado para la ci-
bercondría, se evidenció una asociación con el año
de estudio y el antecedente de tener un familiar de
primer grado médico. Se halló que la puntuación de
cibercondría, en comparación con los estudiantes de
sexto año, fue en promedio 4,9 puntos mayor en los
de cuarto (p<0,001); 5,0 puntos mayor en los de ter-
cero (p<0,001); y 6,0 puntos mayor en los de segundo
(p<0,001). Asimismo, los participantes que no tenían
un familiar de primer grado médico tenían en prome-
dio 2,1 puntos más que los que sí lo tenían (p=0,01).
No se encontró asociación con el sexo, el lugar de na-
cimiento o el tabaquismo (p>0,05) (ver Tabla 2).
En cuanto al modelo multivariable (ajustado por
sexo, lugar de nacimiento, año de estudio, tabaquis-
mo y familiar de primer grado médico) aplicado para
cada una de las dimensiones, se encontró diferencias
signicativas similares a las reportadas con la ciber-
condría general. En relación con la puntuación de Ex-
cesividad, los estudiantes de quinto, cuarto, tercero y
segundo año exhibieron un promedio 1,0, 2,0, 2,0 y
2,2 puntos mayor respectivamente, en comparación
con los estudiantes de sexto año (p=0,02, p<0,001,
p<0,001, p<0,001). Aquellos sin un familiar de primer
grado médico presentaron, en promedio, 0,7 puntos
más que sus contrapartes (p=0,01). En cuanto al ta-
baquismo, los fumadores ocasionales registraron 0,7
puntos más en promedio que los fumadores pasivos
(p=0,02). En relación con la puntuación de Angustia,
65
Factores asociados a la cibercondría en estudiantes de Medicina peruanos: un estudio transversal analítico
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 60-72.
Tabla 1. Factores asociados a la cibercondría, análisis bivariado (n=657)
Variables
Puntaje total
CSS-12
Mediana
[RIC]
p
Excesividad
Mediana
[RIC]
p
Angustia
Mediana
[RIC]
p
Seguridad
Mediana
[RIC]
p
Compulsión
Mediana
[RIC]
p
Sexo
Mujeres 23 [18-31] 0,44 8 [6-10] 0,70 5 [4-7] 0,77 5 [4-7] 0,13 5 [4-7] 0,03
Varones 24 [17-32] 8 [6-10] 5 [3-7] 6 [4-8] 6 [4-8]
Edad (años)* - 0,14 <0,001 - 0,14 <0,001 - 0,14 0,001 - 0,09 0,03 - 0,11 0,005
Lugar de nacimiento
Lima 24 [17-32] 0,70 8 [6-10] 0,56 5 [3-7] 0,96 5 [3-8] 0,79 5 [3-7] 0,13
Provincia 24,5 [18-31] 8 [6-10] 5 [3-7] 5 [4-7] 6 [4-8]
Otro país 23,5 [21-29] 8,5 [6-12] 6 [4-6] 5 [4-6] 5 [4-6]
Año de estudios
Sexto 19 [14-24] <0,001 6 [4-8] <0,001 4 [3-6] <0,001 4,5 [3-6] <0,001 4 [3-6] <0,001
Quinto 19 [16-28] 7 [5-9] 4 [3-6] 4 [3-7] 4 [3-6]
Cuarto 24 [18-33] 8 [6-10] 6 [3-7] 6 [4-8] 5 [4-8]
Tercero 27 [18-32] 8 [6-10] 5 [4-8] 6 [4-8] 6 [4-8]
Segundo 27 [21-32] 8 [6,5-10] 6 [4-8] 6 [4-8] 6 [4-8]
Familiar de primer grado médico
22 [17-29] 0,01 7 [6-9] 0,003 5 [3-6] 0,04 5 [4-7] 0,04 5 [3-7] 0,10
No 24 [18-32] 8 [6-10] 5 [3-7,5] 6 [4-8] 5,5 [4-8]
Familiar de primer grado personal de salud
24 [18-31] 0,33 7 [6-9] 0,04 5 [4-7] 0,65 5 [4-7] 0,48 5 [4-7] 0,96
No 24 [18-32] 8 [6-10] 5 [3-8] 6 [3-8] 5 [4-8]
Tabaquismo
Fumador
pasivo 23 [17-31] 0,40 8 [6-10] 0,17 5 [4-7] 0,37 6 [4-7] 0,71 5 [4-8] 0,27
Fumador
ocasional 24 [19-32] 8 [5-10] 5 [3-7] 5 [3-7] 5 [4-7]
Fumador
regular 21 [17-27] 8 [6-10] 6 [4-7] 5 [4-8] 5 [4-7]
No fumador 24 [18-32] 7 [5-9] 4 [3-6] 6 [4-7] 4 [3-6]
*Rho de Spearman.
CSS-12: Escala de Severidad de la Cibercondría – 12.
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Factores asociados a la cibercondría en estudiantes de Medicina peruanos: un estudio transversal analítico
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 60-72.
Tabla 2. Factores asociados a la cibercondría, análisis multivariable (n=657)
Variables Puntaje total CSS-12
βc (95 % CI) pβa (95 % CI)* p
Sexo
Mujeres Referencia - Referencia -
Varones 0,6 (-0,8 a 2,0) 0,40 1,0 (-0,4 a 2,4) 0,15
Edad (años) -0,5 (-0,8 a -0,1) 0,004
Lugar de nacimiento
Lima Referencia - Referencia -
Provincia 0,4 (-1,1 a 1,9) 0,61 0,3 (-1,2 a 1,8) 0,69
Otro país 0,7 (-3,2 a 4,6) 0,72 1,0 (-2,8 a 4,8) 0,60
Año de estudios
Sexto Referencia - Referencia -
Quinto 1,9 (-0,8 a 4,7) 0,16 1,9 (-0,9 a 4,6) 0,18
Cuarto 5,1 (2,9 a 7,3 <0,001 4,9 (2,6 a 7,1) <0,001
Tercero 5,0 (2,6 a 7,4) <0,001 5,0 (2,6 a 7,3) <0,001
Segundo 6,1 (3,8 a 8,3) <0,001 6,0 (3,8 a 8,3) <0,001
Familiar de primer grado médico
Referencia - Referencia -
No 2,2 (0,6 a 3,8) 0,01 2,1 (0,6 a 3,7) 0,01
Familiar de primer grado personal de salud
Referencia -
No 1,0 (-0,4 a 2,4) 0,17
Tabaquismo
Fumador pasivo Referencia - Referencia -
Fumador ocasional 1,1 (-0,9 a 3,0) 0,28 1,2 (-0,7 a 3,1) 0,21
Fumador regular -2,2 (-6,4 a 2,1) 0,32 -1,9 (-6,1 a 2,3) 0,37
No fumador 0,4 (-1,2 a 1,9) 0,65 0,3 (-1,3 a 1,8) 0,72
CSS-12: Escala de Severidad de la Cibercondría – 12.
*Modelo de regresión lineal múltiple ajustado por sexo, año de estudio, lugar de nacimiento, familiar de primer grado médico y tabaquismo (la edad
y el familiar de primer grado personal de salud no se tuvieron en cuenta debido a la multicolinealidad con el año de estudio y el familiar de primer
grado médico, respectivamente).
los estudiantes de cuarto, tercero y segundo año pre-
sentaron un promedio 1,0, 1,0 y 1,2 puntos mayor res-
pectivamente, en comparación con los estudiantes de
sexto año (p=0,003, p=0,004, p<0,001). Aquellos sin un
familiar de primer grado médico tuvieron, en prome-
dio, 0,5 puntos más que aquellos que sí contaron con
dicho familiar (p=0,03). Respecto a la puntuación de
Seguridad, los alumnos de cuarto, tercero y segundo
año mostraron un promedio 1,0, 1,0 y 1,3 puntos ma-
yor respectivamente, en comparación con los estudian-
tes de sexto año (p=0,002, p=0,01, p<0,001). Aquellos
sin un familiar de primer grado médico obtuvieron,
en promedio, 0,6 puntos más que aquellos con dicho
antecedente (p=0,01), y los varones, en promedio, 0,4
puntos más que las mujeres (p=0,03). Finalmente, en
relación con la puntuación de Compulsión, los alum-
nos de cuarto, tercero y segundo año presentaron un
promedio 1,0, 1,1 y 1,3 puntos mayor respectivamen-
te, en comparación con los estudiantes de sexto año
(p=0,001, p=0,001, p<0,001). Además, los hombres ob-
tuvieron un promedio 0,6 puntos mayor que las muje-
res (p=0,002) (ver Tabla 3).
67
Factores asociados a la cibercondría en estudiantes de Medicina peruanos: un estudio transversal analítico
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 60-72.
Tabla 3. Factores asociados a las dimensiones de la cibercondría, análisis multivariable (n=657)
Variables Excesividad Angustia
βc (95 % CI) pβa (95 % CI)* pβc (95 % CI) pβa (95 % CI)* p
Sexo
Mujeres Referencia - Referencia - Referencia - Referencia -
Varones -0,1 (-0,6 a 0,3) 0,56 -0,01 (-0,4 a 0,4) 1,0 -0,1 (-0,5 a 0,3) 0,71 0,02 (-0,4 a 0,4) 0,93
Edad (años) -0,2 (-0,3 a -0,1) 0,001 -0,1 (-0,2 a -0,03) 0,01
Lugar de nacimiento
Lima Referencia - Referencia - Referencia - Referencia -
Provincia 0,1 (-0,4 a 0,5) 0,77 0,04 (-0,4 a 0,5) 0,87 0,00 (-0,4 a 0,4) 1,00 -0,01 (-0,4 a 0,4) 0,95
Otro país 0,9 (-0,3 a 2,1) 0,16 1,0 (-0,2 a 2,1) 0,10 0,02 (-1,1 a 1,1) 1,00 0,1 (-1,0 a 1,2) 0,80
Año de estudios
Sexto Referencia - Referencia - Referencia - Referencia -
Quinto 1,0 (0,2 a 1,8) 0,02 1,0 (0,1 a 1,8) 0,02 0,3 (-0,5 a 1,1) 0,46 0,3 (-0,5 a 1,1) 0,46
Cuarto 2,0 (1,3 a 2,6) <0,001 1,9 (1,2 a 2,6) <0,001 1,0 (0,4 a 1,7) 0,002 1,0 (0,3 a 1,6) 0,003
Tercero 2,0 (1,3 a 2,7) <0,001 1,9 (1,2 a 2,7) <0,001 1,0 (0,3 a 1,7) 0,003 1,0 (0,3 a 1,7) 0,004
Segundo 2,2 (1,5 a 2,9) <0,001 2,2 (1,5 a 2,9) <0,001 1,2 (0,6 a 1,9) <0,001 1,2 (0,5 a 1,8) <0,001
Familiar de primer grado médico
Referencia - Referencia - Referencia - Referencia -
No 0,7 (0,2 a 1,2) 0,004 0,7 (0,2 a 1,1) 0,01 0,5 (0,1 a 1,0) 0,02 0,5 (0,1 a 0,9) 0,03
Familiar de primer grado personal de salud
Referencia - Referencia -
No 0,5 (0,1 a 0,9) 0,03 0,2 (-0,2 a 0,6) 0,32
Tabaquismo
Fumador
pasivo Referencia - Referencia - Referencia - Referencia -
Fumador
ocasional 0,6 (0,05 a 1,2) 0,03 0,7 (0,1 a 1,2) 0,02 0,2 (-0,4 a 0,7) 0,55 0,2 (-0,3 a 0,8) 0,44
Fumador
regular -0,2 (-1,5 a 1,1) 0,72 -0,2 (-1,4 a 1,1) 0,80 -0,8 (-2,0 a 0,4) 0,18 -0,7 (-1,9 a 0,5) 0,22
No fumador 0,2 (-0,3 a 0,6) 0,49 0,1 (-0,4 a 0,6) 0,71 -0,04 (-0,5 a 0,4) 0,87 -0,1 (-0,5 a 0,4) 0,80
*Modelo de regresión lineal múltiple ajustado por sexo, año de estudio, lugar de nacimiento, familiar de primer grado médico y tabaquismo (la edad
y el familiar de primer grado personal de salud no se tuvieron en cuenta debido a la multicolinealidad con el año de estudio y el familiar de primer
grado médico, respectivamente).
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Factores asociados a la cibercondría en estudiantes de Medicina peruanos: un estudio transversal analítico
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Tabla 3. Factores asociados a las dimensiones de la cibercondría, análisis multivariable (n=657). (continuación pag. 67)
Variables Seguridad Compulsión
βc (95 % CI) pβa (95 % CI)* pβc (95 % CI) pβa (95 % CI)* p
Sexo
Mujeres Referencia - Referencia - Referencia - Referencia -
Varones 0,3 (-0,1 a 0,7) 0,11 0,4 (0,03 a 0,8) 0,03 0,5 (0,1 a 0,9) 0,01 0,6 (0,2 a 1,0) 0,002
Edad (años) -0,1 (-0,2 a 0,00) 0,05 -0,1 (-0,2 a -0,01) 0,04
Lugar de nacimiento
Lima Referencia - Referencia - Referencia - Referencia -
Provincia 0,00 (-0,4 a 0,4) 1,00 -0,01 (-0,4 a 0,4) 0,95 0,3 (-0,1 a 0,7) 0,12 0,3 (-0,1 a 0,7) 0,15
Otro país -0,1 (-1,3 a 1,0) 0,80 -0,1 (-1,2 a 1,0) 0,80 -0,02 (-1,1 a 1,0) 0,97 0,05 (-1,0 a 1,1) 0,93
Año de estudios
Sexto Referencia - Referencia - Referencia - Referencia -
Quinto 0,4 (-0,4 a 1,1) 0,38 0,3 (-0,5 a 1,1) 0,42 0,3 (-0,4 a 1,0) 0,43 0,3 (-0,5 a 1,0) 0,45
Cuarto 1,1 (0,4 a 1,7) 0,001 1,0 (0,4 a 1,6) 0,002 1,0 (0,4 a 1,6) 0,001 1,0 (0,4 a 1,6) 0,001
Tercero 1,0 (0,3 a 1,6) 0,01 1,0 (0,3 a 1,7) 0,01 1,0 (0,4 a 1,7) 0,002 1,1 (0,4 a 1,7) 0,001
Segundo 1,3 (0,7 a 2,0) <0,001 1,3 (0,7 a 2,0) <0,001 1,3 (0,7 a 1,9) <0,001 1,3 (0,7 a 1,9) <0,001
Familiar de primer grado médico
Referencia - Referencia - Referencia - Referencia -
No 0,6 (0,1 a 1,0) 0,01 0,6 (0,1 a 1,0) 0,01 0,4 (-0,02 a 0,8) 0,06 0,4 (0,00 a 0,8) 0,05
Familiar de primer grado personal de salud
Referencia - Referencia -
No 0,3 (-0,1 a 0,7) 0,18 0,03 (-0,3 a 0,4) 0,87
Tabaquismo
Fumador
pasivo Referencia - Referencia - Referencia - Referencia -
Fumador
ocasional 0,3 (-0,3 a 0,8) 0,34 0,3 (-0,2 a 0,9) 0,27 0,00 (-0,5 a 0,5) 1,00 0,02 (-0,5 a 0,5) 0,94
Fumador
regular -0,04 (-1,2 a 1,2) 0,95 0,01 (-1,2 a 1,2) 0,99 -1,1 (-2,2 a 0,1) 0,07 -1,0 (-2,1 a 0,1) 0,09
No fumador 0,3 (-0,2 a 0,7) 0,26 0,3 (-0,2 a 0,7) 0,24 -0,02 (-0,4 a 0,4) 0,92 -0,01 (-0,4 a 0,4) 0,95
*Modelo de regresión lineal múltiple ajustado por sexo, año de estudio, lugar de nacimiento, familiar de primer grado médico y tabaquismo (la edad
y el familiar de primer grado personal de salud no se tuvieron en cuenta debido a la multicolinealidad con el año de estudio y el familiar de primer
grado médico, respectivamente).
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Factores asociados a la cibercondría en estudiantes de Medicina peruanos: un estudio transversal analítico
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 60-72.
Discusión
Hallazgos principales
La mediana de la cibercondría fue de 24 puntos (RIC
18-31) y la media de 25,1±9,1. Se observó una asocia-
ción entre la cibercondría y el año de estudio, con el
sexto año registrando las puntuaciones más bajas y el
segundo las más altas. Se evidenció una débil e inver-
sa correlación con la edad. Asimismo, los estudiantes
con el antecedente de un familiar de primer grado
médico informaron niveles más bajos de cibercondría.
No se observó ninguna asociación con el sexo, el lugar
de nacimiento, el tabaquismo y el hecho de tener un
familiar de primer grado personal de salud.
Comparación con otros estudios
Se analizó la cibercondría en estudiantes de Medicina,
encontrando una media global de 25,1±9,1 puntos en
la CSS-12. Cuando se compara con estudios previos
que también utilizaron esta herramienta, se observa
que los niveles de cibercondría se han reportado bas-
tante cercanos en diferentes poblaciones (Ambrosini
et al., 2022; Bhatt et al., 2022; Eşkisu et al., 2023; Fo-
roughi et al., 2022; Özkent et al., 2023; Seyed Hashemi
et al., 2020; Yalçın et al., 2022). En la población ge-
neral se han reportado promedios que oscilan entre
21,4±7,9 (Ambrosini et al., 2022) y 30,7±10,9 (Eşkisu
et al., 2023). Los promedios más altos se han comuni-
cado en estudiantes universitarios, con 31,5±8,4 pun-
tos (Bhatt et al., 2022) y en estudiantes de Medicina,
con 31,1±10,0 puntos (Foroughi et al., 2022). Es im-
portante tener en cuenta que los estudiantes de Me-
dicina pueden experimentar hipocondría transitoria
durante los primeros años de estudio, cuando están
expuestos a la teoría de la enfermedad (Robles-Mari-
ños et al., 2022), lo que podría estar relacionado con
niveles más altos de cibercondría. Sin embargo, a me-
dida que progresan en la carrera y tienen contacto con
pacientes en entornos hospitalarios, se ha observado
que el nivel de ansiedad por la salud se reduce (Azuri
et al., 2010), posiblemente porque la práctica clínica
les proporciona una comprensión más realista de la
enfermedad. Esto podría explicar los niveles más ba-
jos reportados cuanto más avanzados estaban los es-
tudiantes en la carrera, siendo nalmente más bajos
en los últimos años: la mayor diferencia se dio entre
los estudiantes de segundo y sexto año, siendo esta de
6 puntos en promedio, diferencia que mostró una ten-
dencia decreciente al comparar los años más cercanos.
Esta reducción del puntaje a medida que los estudian-
tes se acercan al nal de la carrera podría signicar
que esta transición en los niveles de cibercondría po-
dría desempeñar un papel protector frente a esta con-
dición en los futuros médicos, por lo que se sugiere
que futuros estudios profundicen en este aspecto.
Aunque los estudios previos no reportan diferen-
cias estadísticamente signicativas entre los niveles de
cibercondría según el sexo, los estudios generalmente
informan de niveles más altos en las mujeres (Kurcer
et al., 2022; Maei & Holman, 2020; Shailaja et al.,
2020; Wu et al., 2021). Cabría esperar que las mujeres
obtuvieran puntuaciones más altas debido a la mayor
frecuencia de trastornos de salud mental en general
(Kiely et al., 2019), lo que se complementa con la teo-
ría de que las mujeres tienen una mayor probabilidad
de presentar trastornos de ansiedad (Dagher et al.,
2015). Esta mayor susceptibilidad a las enfermedades
neuropsiquiátricas podría explicarse por una mayor
actividad de los circuitos extrahipotalámicos del fac-
tor liberador de corticotropina, que duplica la proba-
bilidad de presentar algún trastorno de ansiedad (Pleil
& Skelly, 2018). Por todo ello, habría sido esperable
hallar diferencias por sexo en el presente estudio; no
obstante, ello no se obser. Además, cabe destacar
que las puntuaciones más altas las presentaron los
varones, aunque esta diferencia sólo fue estadística-
mente signicativa en las dimensiones de Seguridad
y Compulsión. Esto fue similar a lo que se reportó
en una investigación hecha en Pakistán, en la cual se
reportó que la puntuación global de cibercondría fue
ligeramente mayor en el sexo masculino, puntuando
más alto también en las cuatro dimensiones, aunque
ninguna diferencia fue estadísticamente signicativa
(Akhtar & Fatima, 2020). Es importante recordar que
cada trastorno de salud mental funciona de forma di-
ferente, y parece que el sexo no sería un factor deter-
minante en los niveles de cibercondría.
Según estudios anteriores, los trastornos mentales
del adulto se originan en la adolescencia (Jones, 2013).
Una investigación realizada entre dentistas durante la
pandemia de COVID-19 informó de que por cada au-
mento de un año en la edad, se reducía la probabilidad
de tener un alto nivel de cibercondría (Serra-Negra et
al., 2022). Otro estudio realizado en países europeos
reportó una débil e inversa correlación entre la edad
y el puntaje de cibercondría durante la pandemia de
COVID-19 (Infanti et al., 2023). Sin embargo, un
estudio realizado en Turquía descubrió que la ciber-
condría era más alta en los adultos en comparación
con los jóvenes (Durak Batıgün et al., 2021). En el
presente estudio, la puntuación de cibercondría esta-
ba inversa y débilmente correlacionada con la edad,
aunque, como se ha comentado anteriormente, esta
asociación podría atribuirse a la relación entre el año
de estudio y la consiguiente reducción de los niveles
70
Factores asociados a la cibercondría en estudiantes de Medicina peruanos: un estudio transversal analítico
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 60-72.
de cibercondría en los estudiantes de Medicina (Azuri
et al., 2010). Además, es probable que la relación en-
tre la edad y la cibercondría no sea lineal en todas las
edades y contextos, lo que podría explicar la variación
noticada en los distintos estudios previos.
En el análisis de esta investigación, se observó una
relación interesante entre tener un familiar de primer
grado médico y presentar mayores niveles de ciber-
condría. Los resultados indicaron que aquellos estu-
diantes de Medicina que tenían un familiar de primer
grado médico presentaban en promedio 2,1 puntos
menos en sus niveles de cibercondría, en comparación
con los estudiantes que no lo tenían. Esta asociación
puede sugerir que la exposición temprana y el conoci-
miento contextual de la Medicina pueden inuir en la
manera en que se perciben y abordan los síntomas de
las enfermedades, un efecto similar al que se consigue
a medida que los estudiantes de Medicina progresan
en la carrera (Azuri et al., 2010). Estos resultados su-
gieren la relevancia de los factores sociales y educati-
vos en la cibercondría, y podrían tener implicaciones
signicativas en el abordaje de los problemas de salud
en el entorno digital. No obstante, se requieren de más
estudios que permitan comprender plenamente los
mecanismos subyacentes de esta asociación.
Una teoría sugiere que las personas fuman con el
n de aliviar los síntomas psiquiátricos (Boden et al.,
2010; Chaiton et al., 2009). Sin embargo, también hay
evidencia que apoya otra teoría, la cual arma que la
exposición al tabaco se asocia a trastornos como el an-
sioso y el depresivo en etapas posteriores de la vida
(Fluharty et al., 2017). A pesar de estos antecedentes,
en esta investigación no se reportó diferencias entre
el nivel de cibercondría según el hábito tabáquico,
aunque sí se reportó una asociación estadísticamente
signicativa en la dimensión de Excesividad, especí-
camente entre las categorías de fumador pasivo y fu-
mador ocasional, teniendo los fumadores ocasionales
en promedio 0,7 puntos más altos en esta dimensión
que los fumadores pasivos. Aunque no se ha encon-
trado información previa sobre la relación de la ciber-
condría con esta variable, se reporta que, en términos
de ansiedad por la salud, los fumadores ocasionales
tenían una media 2.3 puntos mayor en la ansiedad por
la salud en comparación con los no fumadores (Ro-
bles-Mariños et al., 2022). Algunos autores informan
que, aunque existen pruebas sólidas de una asociación
entre el tabaquismo y la ansiedad, sigue habiendo dis-
crepancias importantes sobre el papel preciso de esta
última en los resultados relativos al inicio, la grave-
dad y el abandono del tabaquismo (Garey et al., 2020).
Como puede verse, sigue siendo necesario ampliar los
estudios que relacionan el tabaquismo con los trastor-
nos de ansiedad, incluida la cibercondría, que incluye
un componente de ansiedad o angustia. Es importante
tener en cuenta las diferentes categorías de fumadores
y otras variables implicadas para aclarar mejor el papel
del tabaquismo en este tipo de trastornos mentales.
Por último, se considera relevante mencionar que
este estudio se realizó antes de la pandemia por CO-
VID-19, contexto que afectó de diversas formas a la
salud mental (Pfeerbaum & North, 2020). Un estudio
que se encontraba recolectando sus datos cuando ini-
ció la pandemia y se aplicaron las medidas de restric-
ción de movilización reportó que esta situación afectó
a varias dimensiones de la cibercondría (Infanti et al.,
2023). Por ejemplo, reportan un aumento estadística-
mente signicativo en los componentes de Angustia
y Compulsión, mientras que reportan una disminu-
ción en el componente de Seguridad. No obstante, el
componente de la Excesividad no se vio afectado, así
como tampoco se evidenciaron cambios en los pun-
tajes globales de la cibercondría (Infanti et al., 2023).
Esto podría reejar que, si bien los puntajes globales
podrían mantenerse sin una variación evidente, las
dimensiones y formas de afectación producto de ele-
vados niveles de cibercondría operarían de forma dis-
tinta, tomando en cuenta que aumentando la compul-
sividad de las búsquedas estas intereren más con el
funcionamiento de la persona y, al no buscar obtener
seguridad por medio de una evaluación profesional,
lo cual podría haberse visto limitado por el colapso
del sistema sanitario, se genera que la angustia pro-
ducto de toda esta situación también aumente.
Limitaciones y fortalezas
Dado que la encuesta fue por medio de un autorepor-
te, podría producirse un sesgo de deseabilidad social.
Sin embargo, se intentó que la información sea lo más
conable posible, enfatizando que no había respuesta
incorrecta, así como que la información recolectada
sería tratada de forma anónima. El instrumento uti-
lizado para evaluar la cibercondría fue traducido al
español, luego adaptado culturalmente y validado en
la población del presente estudio (Robles-Mariños
et al., 2023), obteniendo adecuadas propiedades psi-
cométricas, lo que garantiza una adecuada validez y
conabilidad de los datos. Es importante destacar que
la herramienta empleada para evaluar la cibercondría
no equivale a un diagnóstico médico, hecho que se
tuvo en cuenta durante la realización de todo el es-
tudio. Asimismo, debido a que el estudio se realizó
únicamente en estudiantes de una universidad priva-
da peruana, estos resultados no son generalizables y
71
Factores asociados a la cibercondría en estudiantes de Medicina peruanos: un estudio transversal analítico
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 60-72.
no se puede armar que las asociaciones reportadas
sean exactamente las mismas en otras poblaciones
de estudiantes de Medicina. También es importante
mencionar que podrían existir variables no medidas
que podrían afectar los niveles de cibercondría de ma-
nera importante y confundir las asociaciones presen-
tadas, generando confusión residual. Este estudio fue
de naturaleza exploratoria, por lo que los resultados
son aún preliminares, y deberán ser reevaluados con
diseños epidemiológicos especícos para que cada re-
lación sea claricada en el futuro. No obstante, se debe
destacar que la información es novedosa y puede ser-
vir como referencia inicial para investigaciones en el
futuro, ya que es la primera investigación que analiza
la cibercondría en estudiantes de Medicina de habla
hispana, por lo que consideramos que la información
reportada, aunque preliminar, es relevante.
Recomendaciones
Dado que no existe mucha información sobre la ci-
bercondría, ni se ha encontrado mucha información
en América Latina, se recomienda realizar más estu-
dios para comprender mejor este fenómeno, así como
los factores asociados al mismo. Esto afecta a la salud
y se debe tomar con importancia dadas sus implica-
ciones. Se recomienda estudiar otros posibles factores
que pudieran estar asociados, generar diseños epide-
miológicos especícos para cada relación a evaluar y
estudiarlos longitudinalmente, ya que esto contribuirá
a una adecuada comprensión del origen de este pro-
blema de salud. También se recomienda ampliar su es-
tudio a más poblaciones, siendo este el primer estudio
en estudiantes de Medicina de habla hispana.
Conclusiones
En conclusión, este estudio mostró que la edad, el año
de estudio y tener un familiar de primer grado médi-
co se asoció con la cibercondría en los estudiantes de
Medicina de una universidad peruana. La media de la
cibercondría fue de 25 puntos y no se encontraron di-
ferencias según sexo, lugar de nacimiento, tabaquismo
o tener un familiar de primer grado personal de salud.
En base a los resultados obtenidos, se sugiere reevaluar
y continuar el análisis de la cibercondría, un tema no-
vedoso y relevante, pero sobre el cual se sabe muy poco.
Conicto de intereses: los autores declaran no tener
conicto de intereses.
Financiamiento: Dirección de Investigación de la Uni-
versidad Peruana de Ciencias Aplicadas, bajo el código
A-086-2024.
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Artículo de revisión
73
Primer Consenso Argentino sobre el manejo del Trastorno por
Décit de Atención e Hiperactividad en la adultez. Tercera parte:
tratamiento integral del TDAH
First Argentine Consensus on the Management of Attention Decit Hyperactivity Disorder
in Adults. Part Three: Comprehensive Treatment of ADHD in Adults
Andrea Abadi1, Marcelo Cetkovich-Bakmas2, Hernán Klijnjan3, Norma Echavarria4,
Alicia Lischinsky5, Pablo López6, Claudio Michanie7, Tomás Maresca8, Carolina Remedi9,
Osvaldo Rovere10, Fernando Torrente11, Marcela Waisman Campos12, Gerardo Maraval13,
Teresa Torralva14, Diego Canseco15, Amalia Dellamea16, Andrea López Mato17, Gustavo
Vázquez18, Alejo Corrales19
RECIBIDO 1/12/2024 - ACEPTADO 25/3/2025
1.Psiquiatra infantojuvenil. Directora del Departamento Infanto-Juvenil y docente, Universidad Favaloro.
2.Vicepresidente de la Asociación Argentina de Psiquiatras (AAP). Director médico de INECO. Profesor del Departamento de Psiquiatría y Salud
Mental, Universidad Favaloro. https://orcid.org/0000-0001-6822-1406
3.Presidente de la Asociación de Psiquiatría de Rosario. Cátedra de Psiquiatría de Universidad Nacional de Rosario, Argentina.
4.Presidente Capítulo TDAH (AAP). Miembro de la Federación Mundial de TDAH. https://orcid.org/0009-0006-3655-3434
5.Directora del Departamento de Salud Mental y Psiquiatría. FCM. Universidad Favaloro. Directora Diplomatura en TDAH en la adultez, Universidad
Favaloro. https://orcid.org/0000-0002-2610-3492
6.Secretario académico de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Conducta, Universidad Favaloro. Director de la Carrera de Psicología, Universi-
dad Favaloro. Director académico de INECO. Coordinador de Centro Cochrane Aliado-Fundación INECO. Docente de la Facultad de Psicología,
Universidad de Buenos Aires (UBA), Argentina. https://orcid.org/0000-0002-7368-2220
7.Psiquiatra infantojuvenil. Jefe de Sección Infanto-Juvenil del Departamento de Psiquiatría de CEMIC. Buenos Aires, Argentina.
8.Presidente de la Asociación Argentina de Psiquiatría Biológica(AAPB), Argentina.
9.Universidad Católica de Córdoba, Argentina.
10.Miembro Capítulo TDAH (AAP).
11.Director de Psicoterapia del Grupo INECO. Decano, Facultad de Ciencias Humanas y de la Conducta, Universidad Favaloro. Investigador del Insti-
tuto de Neurociencias Cognitivas y Traslacionales (CONICET-Fundación INECO-Universidad Favaloro). https://orcid.org/0000-0001-7470-6979
12.Psiquiatra. Neuróloga cognitiva. Magíster en Neuropsicofarmacología. Directora del Centro Neomed. Docente titular, Maestría de Neuropsicofar-
macología, Universidad Favaloro, y de Maestría de adicciones, USAL. https://orcid.org/0000-0003-2728-7876
13.Asociación de Psiquiatría de Rosario.
14.Instituto de Neurociencia Cognitiva y Traslacional (INCYT), Instituto de Neurología Cognitiva, Universidad Favaloro, Buenos Aires, Argentina.
15.Farmacéutico. Especialista en Biotecnología Bioquímico-Farmacéutica y divulgador cientíco por la Facultad de Farmacia y Bioquímica (FFyB),
Universidad de Buenos Aires (UBA).
16.Directora y profesora de los cursos de Redacción de Materiales Cientícos y de Divulgación Cientíca, de la Secretaría de Posgrado de la Facultad
de Farmacia y Bioquímica, Universidad de Buenos Aires (UBA). Posgraduada en el Programa de Divulgación Cientíca (CONICET-UBA). Magíster en
Educación Social y Animación sociocultural (Universidad de Sevilla).
17.Instituto de Psiquiatría Biológica Integral (IPBI). Buenos Aires, Argentina.
18.Department of Psychiatry, School of Medicine, Queen's University. Kingston, Ontario, Canadá. https://orcid.org/0000-0002-2918-3336
19.Magíster en Biología Molecular e Ingeniería Genética, Universidad Favaloro. Docente de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Presidente del
Capítulo de Psiquiatría genética (AAP), Buenos Aires, Argentina. https://orcid.org/0000-0002-5224-5267
Autor correspondiente
Alejo Corrales
alejocorrales@hotmail.com
Institución donde se realizó el estudio: Asociación Argentina de Psiquiatría Biológica (AAPB).
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 73-99. https://doi.org/10.53680/vertex.v36i168.838
https://doi.org/10.53680/vertex.v36i168.838
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Primer Consenso Argentino sobre el manejo del Trastorno por Décit de Atención e Hiperactividad en la adultez
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 73-99.
Resumen
Este documento corresponde a la tercera y ultima parte del Primer Consenso Argentino sobre el manejo del
trastorno por décit de atención e hiperactividad en la adultez, enfocada en sintetizar la evidencia actualizada so-
bre los abordajes terapéuticos de esta patología en los pacientes adultos. Siguiendo la metodología descripta en
la primera y segunda parte del Consenso, el panel de expertos realizó una exhaustiva revisión de la bibliografía
y, como consecuencia de un posterior debate sobre la información disponible, se elaboró la última parte de este
documento para abarcar el tratamiento integral de las personas adultas que padecen este trastorno. Durante
la etapa de debate y discusión, se decidió estructurar este apartado nal de consenso con algunos puntos que
estimamos serán de gran utilidad para el equipo interdisciplinario encargado del manejo de pacientes con TDAH
del adulto. En tal sentido, en esta parte, se podrán encontrar las recomendaciones generales para el tratamiento
farmacológico y el manejo de los efectos adversos, abordajes terapéuticos de las comorbilidades, las interven-
ciones no farmacológicas (INF) así como el impacto que tiene el TDAH no tratado.
Palabras clave: abordaje del TDAH del adulto, tratamiento farmacológico, metilfenidato, dexanfetamina,
lisdexanfetamina, intervenciones no farmacológicas, TDAH no tratado
Abstract
This document corresponds to the third and nal part of the First Argentine Consensus on the management of atten-
tion decit hyperactivity disorder in adults, focused on summarizing the current evidence on therapeutic approaches to
this pathology in adult patients. Following the methodology described in the rst and second parts of the Consensus,
the panel of experts conducted an exhaustive review of the literature and, as a result of a subsequent debate on the
available information, the nal part of this document was prepared, covering the comprehensive treatment of adults
with this disorder. During the debate and discussion stage, it was decided to structure this nal section of the consen-
sus with some points that we believe will be of great use to the interdisciplinary team responsible for managing adult
ADHD patients. In this section of the document, you will nd general recommendations for pharmacological treatment
and the management of adverse effects, comorbidity treatment, non-pharmacological interventions (NPI), as well as
the impact of untreated ADHD.
Keywords: approach to ADHD in adults, pharmacological treatment, methylphenidate, dexamphetamine, lisdexamfe-
tamine, non-pharmacological interventions, untreated ADHD
18. Tratamiento farmacológico del
TDAH en la edad adulta1
Antes de explorar las estrategias del abordaje farma-
cológico para adultos con TDAH, es crucial enfatizar
la necesidad de un tratamiento integral y multidisci-
plinario. Este enfoque debe incluir psicoeducación,
farmacoterapia, terapia cognitivo-conductual (TCC)
y entrenamiento especíco para el TDAH, conforme
a lo sugerido por Kooij et al. (2019) en el consenso
europeo. Aunque no todos los pacientes requerirán la
aplicación simultánea de todos estos recursos, el trata-
miento siempre debería ser multimodal.
La ecacia sintomática del tratamiento farmacoló-
gico a corto plazo está bien documentada por nume-
rosos estudios metaanalíticos. Sin embargo, aún hay
escasez de investigación sobre los efectos del trata-
miento prolongado y su impacto a largo plazo (Caye
et al., 2019).
Dada la diversidad y la heterogeneidad del TDAH
en adultos, los tratamientos pueden variar signicati-
vamente entre individuos en términos de la selección
de medicamentos, la dosicación y la integración con
intervenciones no farmacológicas (Pallanti y Salerno,
2020).
1. La numeración de los apartados es correlativa de la primera y segunda parte de este Consenso, publicadas respectivamente en los números
166 y 167 de Vertex Revista Argentina de Psiquiatría, disponibles en los siguientes enlaces:
Enlace a primera parte https://revistavertex.com.ar/ojs/index.php/vertex/article/view/725/608
Enlace a segunda parte https://revistavertex.com.ar/ojs/index.php/vertex/article/view/802/667
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Primer Consenso Argentino sobre el manejo del Trastorno por Décit de Atención e Hiperactividad en la adultez
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 73-99.
La Guía de la Alianza de Recursos para el TDAH
de Canadá (CADDRA por sus siglas en inglés) reco-
mienda un abordaje escalonado para el tratamiento
farmacológico del TDAH, que incluye: a) el estable-
cimiento de objetivos terapéuticos; b) la selección del
esquema de tratamiento; c) el ajuste y el monitoreo de
los medicamentos prescritos; y d) el seguimiento con-
tinuo (CADDRA, 2020).
18.1 El establecimiento de los objetivos far-
macoterapéuticos
En la etapa inicial del tratamiento del TDAH, es esen-
cial identicar los síntomas y evaluar su impacto fun-
cional en las diversas áreas de la vida del paciente. Es
crucial que los clínicos aclaren que, aunque el trata-
miento farmacológico es primordial para atenuar los
síntomas principales del TDAH, las intervenciones no
farmacológicas son igualmente necesarias para miti-
gar las consecuencias de estos síntomas y mejorar la
calidad de vida (May et al., 2023). El plan terapéutico
debe personalizarse para alinearse con las preferen-
cias y necesidades del paciente, teniendo en cuenta
sus fortalezas y limitaciones, así como cualquier otra
condición concurrente (NICE, 2018).
Según la CADDRA (2020), los objetivos del trata-
miento deben ser especícos, medibles, alcanzables,
relevantes y temporales, facilitando así una mejora
sustancial en la calidad de vida del paciente.
Antes de comenzar cualquier tratamiento farmaco-
lógico, es imperativo realizar una evaluación exhausti-
va que incluya: una conrmación de la persistencia de
los criterios y la necesidad de tratamiento del TDAH
mediante escalas estandarizadas; una revisión de la si-
tuación social, académica, laboral y neuropsiquiátrica
del paciente para identicar posibles comorbilidades;
y un examen físico completo que revise condiciones
médicas, medicamentos actuales, peso, frecuencia
cardíaca y presión arterial basal, además de una eva-
luación de riesgo cardiovascular. Aunque un electro-
cardiograma (ECG) o la consulta con un cardiólogo
generalmente no se recomienda antes de iniciar el tra-
tamiento, estas prácticas son esenciales en caso que se
presenten algunas de las características de la Tabla 12
(Kooij, 2022).
18.2 La selección del tratamiento farmaco-
lógico
El tratamiento farmacológico para el TDAH se cla-
sica comúnmente: a) por el tipo de medicamentos
utilizados, diferenciando entre estimulantes y no
estimulantes; y b) según su prioridad de uso, distin-
guiendo entre opciones de primera, de segunda y de
tercera línea. Mientras que la clasicación por tipo
de fármaco se basa en aspectos farmacodinámicos
sobre la neurotransmisión catecolaminérgica, la asig-
Tabla 12. Características que requieren la interconsulta con cardiólogo antes de iniciar el tratamiento
Síntomas actuales
Palpitaciones
Hipertensión
Percepción de latidos irregulares
Malestar durante el ejercicio
Fatiga inusual asociada a la actividad física
Dicultad para respirar asociada a la actividad física
Presíncope o síncope durante o después del ejercicio o de eventos emocionales
Uso de sustancias
Historial médico
Historia de problemas cardíacos congénitos
Hipertensión sistémica
Historia de ebre reumática
Historia de convulsiones o desmayos con el ejercicio o ante sustos
Historia de enfermedad de Kawasaki
Historial familiar
Enfermedad coronaria
Desbrilador cardíaco implantado o marcapasos
Historia de miocardiopatía
Síndrome de QT alterado, síndrome de Brugada u otras arritmias familiares
Historia familiar de muerte súbita
Historia familiar de hipertensión pulmonar primaria
Nota. Adaptado de Adult ADHD: Diagnostic assesment and treatment. 4 edit, de J. J. S. Kooij, 2022, Springer Nature Switzerand AG.
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Primer Consenso Argentino sobre el manejo del Trastorno por Décit de Atención e Hiperactividad en la adultez
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 73-99.
nación de líneas de tratamiento varía de acuerdo con
las directrices y recomendaciones establecidas en di-
versas guías y consensos internacionales (Cortese et
al., 2018). Sin embargo, el propósito fundamental de
todos estos medicamentos es incrementar la funcio-
nalidad catecolaminérgica, esencial para mitigar los
síntomas del TDAH.
Por otro lado, es relevante mencionar que ciertos
medicamentos ampliamente utilizados para el trata-
miento del TDAH en otros países aún no están dispo-
nibles en la Argentina. No obstante, serán considera-
dos en este documento para ofrecer una perspectiva
global del manejo de este trastorno.
Las guías médicas habitualmente categorizan los
medicamentos para el TDAH en tres niveles: de pri-
mera, de segunda y de tercera línea. Además, es cru-
cial diferenciar entre los fármacos de primera línea,
que son los recomendados basados en evidencia ro-
busta, y los fármacos de primera elección, que se se-
leccionan dentro de los de primera línea conforme a
las características especícas del medicamento y las
necesidades individuales del paciente.
18.2.1 Fármacos de primera línea: el metilfe-
nidato, la dexanfetamina y la lisdexanfetamina
La CADDRA (2020) sugiere solo psicoestimulantes de
acción prolongada en la primera línea ya que son más
efectivos, tienen menos riesgo de efectos adversos,
disminuyen la necesidad de múltiples dosis y mejoran
la adherencia al tratamiento. Además, reducen el ries-
go de uso indebido, el riesgo de rebote y se toleran me-
jor que los psicoestimulantes de liberación inmediata.
La guía NICE de 2018 recomienda la lisdexanfe-
tamina como tratamiento inicial para adultos con
TDAH, y sugiere cambiar al metilfenidato si no hay
una respuesta efectiva después de seis semanas de
tratamiento. Se recomienda reservar la dexanfetami-
na para pacientes que muestran una buena respuesta
farmacoterapéutica a la lisdexanfetamina pero experi-
mentan dicultades con sus efectos de larga duración.
En términos de ecacia y tolerancia, tanto el metil-
fenidato como los derivados anfetamínicos son compa-
rables y mejoran el rendimiento cognitivo de adultos
con TDAH (Pievsky y McGrath, 2018). Sin embargo,
en mercados como el de la Argentina, las opciones es-
tán limitadas al metilfenidato ya que es el único medi-
camento de este grupo comercialmente disponible.
El metilfenidato actúa como un inhibidor de los
transportadores de dopamina y noradrenalina, cono-
cidos por sus siglas en inglés como DAT y NAT. Según
estudios de laboratorio, este fármaco muestra una alta
anidad por el DAT y, en menor medida, por el NAT,
sin afectar al transportador de serotonina (SERT).
Además, inuye en la redistribución del transporta-
dor vesicular de monoaminas-2 (VMAT-2), esencial
para la recaptura de dopamina y noradrenalina en el
citoplasma, de modo que desempeña un papel crucial
en la regulación de la neurotransmisión. Por lo tan-
to, el metilfenidato incrementa la disponibilidad de
dopamina y noradrenalina y protege al sistema do-
paminérgico del “desgaste, manteniendo las reservas
de neurotransmisores en las vesículas (Jaeschke et al.,
2021). Finalmente, a diferencia de las anfetaminas, el
metilfenidato no provoca la liberación de dopamina
de las vesículas presinápticas (Shellenberg et al., 2020)
(ver Tabla 13).
18.2.1.1 Consideraciones al prescribir estimulantes
En la selección de formas farmacéuticas para el trata-
miento del TDAH, es esencial considerar varios fac-
tores para optimizar la terapia (NICE, 2018). Aquellas
de liberación inmediata ofrecen cierta exibilidad en
los regímenes y pueden ser útiles durante la titulación
inicial para establecer los niveles de dosicación más
Tabla 13. Contraindicaciones relativas y absolutas de
los estimulantes
Contraindicaciones
relativas
Epilepsia
Hipertiroidismo
Hipertensión arterial
Glaucoma
Arritmia
Trastorno de ansiedad severo
Tics
TB no tratado
Síndrome de Reynaud
Contraindicaciones
absolutas
Embarazo
Historia de psicosis
Glaucoma de ángulo estrecho
Feocromocitoma
Arritmia congénita
Enfermedad cardiovascular sintomática
Tratamiento con IMAOs, dentro de los
14 días de discontinuación
Hipertensión moderada a severa
Hipotiroidismo no tratado
Hipersensibilidad o alergia conocida al
principio activo
Nota. TB: trastorno bipolar; IMAO: inhibidores de la monoaminoxidasa
Tomado de Canadian ADHD Resource Alliance: Canadian ADHD Practice
Guidelines, de CADDRA, 2020, 4.1 Edition, Toronto.
77
Primer Consenso Argentino sobre el manejo del Trastorno por Décit de Atención e Hiperactividad en la adultez
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 73-99.
efectivos. También se podrían combinar preparados
de liberación modicada por la mañana con una do-
sis de liberación inmediata por la tarde si se requie-
re lograr una cobertura más prolongada, pero nunca
los dos juntos por la mañana. Al elegir una forma de
liberación determinada, los clínicos deben evaluar la
magnitud y la duración del efecto deseado, así como
los efectos secundarios potenciales, que pueden va-
riar de un paciente a otro. Además, es crucial tener
en cuenta la propensión al abuso y los efectos como la
supresión del apetito.
En lo referente al marco regulatorio, los profesio-
nales prescriptores deben estar familiarizados con las
normativas de dispensación de medicamentos vigen-
tes. En la Argentina, por ejemplo, la ley 19.303/71 so-
bre psicotrópicos clasica al metilfenidato en la lista II,
exigiendo su prescripción en formularios ociales por
triplicado y limitando las prescripciones a un máximo
de 20 días de tratamiento. De este modo, la normativa
enfatiza la necesidad de un manejo prudente y regula-
do de los medicamentos mencionados.
18.2.1.2 Segunda línea: la atomoxetina y la guan-
facina de liberación modicada
En la Argentina, la atomoxetina es el único agente no
estimulante disponible para el tratamiento del TDAH.
Se recurre a ella cuando los estimulantes de primera
línea resultan inecaces, no son bien tolerados o están
contraindicados. Aunque presenta una relación ries-
go-benecio menos favorable y evidencia de efectivi-
dad reducida, la atomoxetina puede usarse en mono-
terapia o en combinación con estimulantes, siempre y
cuando se consideren cuidadosamente las interaccio-
nes medicamentosas (CADDRA, 2020).
Este fármaco actúa incrementando los niveles de
noradrenalina al inhibir de forma selectiva su trans-
portador presináptico. A diferencia de los estimulan-
tes, no aumenta los niveles de dopamina en el núcleo
accumbens ni en las vías de recompensa, lo que mi-
nimiza su potencial de abuso y reduce el riesgo de in-
ducir tics (Garnock-Jones y Keating, 2009). Debido a
su menor ecacia y al inicio de acción más lento en
comparación con los estimulantes, se la considera una
opción de segunda línea (Pallanti y Salerno, 2013).
18.2.1.3 Tercera línea: el bupropión, la clonidina,
el modanilo, la imipramina, la venlafaxina y los
antipsicóticos atípicos
Estos medicamentos se utilizan de manera o-label
o “fuera de etiqueta”—es decir, para indicaciones no
aprobadas ocialmente en su prospecto— lo que po-
dría implicar mayores riesgos y efectos secundarios. El
orden de prescripción de estas opciones no sigue una
secuencia especíca (May et al., 2023). Ciertamente,
su prescripción se limita a casos que son resistentes a
los tratamientos estándares y que requieren una aten-
ción especializada (CADDRA, 2020). La guía NICE de
2018 recomienda evitar el uso de estos medicamentos
sin la supervisión de un especialista en TDAH.
La utilización de dosis mayores a las que recomien-
dan las indicaciones establecidas por el prospecto es
considerada también un tratamiento de tercera línea,
y solo debe ser utilizado luego de haber agotado otras
opciones (CADDRA, 2020).
Los antipsicóticos atípicos pueden ser utilizados en
presencia de comorbilidades, pero no se los usa para
tratar los síntomas del TDAH (CADDRA, 2020).
El bupropión se utiliza de manera o-label para
tratar el TDAH en adultos, a pesar de estar aproba-
do únicamente para la depresión mayor y la depen-
dencia al tabaco. Algunos estudios han mostrado que
este principio activo es más ecaz que el placebo para
adultos con TDAH y supera en ecacia al modanilo,
la guanfacina y la clonidina. Sin embargo, no alcanza
la efectividad de los estimulantes o la atomoxetina en
el manejo de este trastorno (Pallanti y Salerno, 2013;
Cortese et al., 2018).
La clonidina, un agonista alfa-2 adrenérgico, ha
mostrado benecios en la reducción de comporta-
mientos hiperactivos e impulsivos y, en menor me-
dida, en la atención. Es especialmente recomendada
para pacientes con TDAH que también presentan
trastornos de tics o síndrome de Tourette (Kolar et al.,
2008). En la Argentina, la clonidina no está disponible
como especialidad medicinal, por lo que se requiere
su prescripción y dispensación como un medicamen-
to magistral. Su uso en adultos aún carece de suciente
evidencia y no se aconseja en personas con depresión
preexistente debido al riesgo de agravar los síntomas
depresivos (Briars y Todd, 2016).
El modanilo es un agente promotor de la vigilia
aprobado por la FDA para el tratamiento de la som-
nolencia excesiva asociada a la narcolepsia o la apnea
obstructiva del sueño. Actuaría activando los recep-
tores alfa-1 adrenérgicos mediante el bloqueo de la
recaptación de dopamina en áreas cerebrales como la
corteza y el caudado, además de incrementar la libera-
ción de glutamato en el hipocampo y el tálamo, lo que
mejoraría la vigilia. No obstante, en un estudio de fase
3, el modanilo no evidenció ecacia en el tratamien-
to del TDAH en adultos y registró una alta incidencia
de efectos secundarios y deserción (Pallanti y Salerno,
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Primer Consenso Argentino sobre el manejo del Trastorno por Décit de Atención e Hiperactividad en la adultez
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 73-99.
2013; Arnold et al., 2014).
Por último, la guía australiana de práctica clíni-
ca basada en la evidencia para el TDAH (May et al.,
2023) plantea una cuarta línea que sugiere la utiliza-
ción de la lamotrigina, el aripiprazol, la agomelatina,
el armodanilo o la desvenlafaxina, sin seguir ningu-
na secuencia en particular.
18.3 La titulación y el monitoreo
La titulación de medicamentos en el tratamiento del
TDAH debe ser gradual para monitorear la respuesta
del paciente y los posibles efectos adversos. Esta etapa
incluye la evaluación continua de los cambios clínicos,
un seguimiento periódico y la denición de objetivos
especícos de tratamiento. La práctica recomenda-
da es iniciar con una dosis baja y aumentarla como
máximo semanal o quincenalmente hasta alcanzar los
objetivos terapéuticos planteados, la dosis máxima to-
lerada o hasta que los efectos secundarios limiten su
incremento. Cada paciente puede requerir una dosis
óptima diferente, inuenciada por factores indivi-
duales como la sensibilidad genética a la medicación
(NICE, 2018; CADDRA, 2020; Kooij, 2022).
Además, en pacientes con trastornos concurrentes
del neurodesarrollo como el TEA, tics o discapacidad
intelectual, así como aquellos con condiciones psi-
quiátricas o médicas (como epilepsia o enfermedad
cardíaca), la titulación de la dosis debe ser más caute-
losa y el seguimiento más riguroso para garantizar la
seguridad y la ecacia del tratamiento.
18.4 El control y el seguimiento
18.4.1 Monitoreo y ajuste del tratamiento a
largo plazo
El seguimiento de los pacientes con TDAH debe adop-
tar un enfoque similar al de las enfermedades cróni-
cas. Esto incluye una atención proactiva e integrada
que sea accesible, facilitando así la participación activa
del paciente en su propio cuidado para prevenir con-
secuencias negativas fácilmente evitables. Además, se
recomienda que el enfoque de tratamiento multimo-
dal también incluya educación para los familiares y los
acompañantes del paciente (CADDRA, 2020).
18.4.2 Manejo de efectos adversos
Los efectos adversos asociados al tratamiento del
TDAH suelen ser leves y temporales, especialmente si
la dosicación es precisa y se administra de acuerdo
con las recomendaciones médicas. Los efectos más co-
munes se observan al inicio del tratamiento o al ajus-
tar la dosis, y generalmente disminuyen con el tiempo.
Es crucial monitorear estos efectos desde el inicio del
tratamiento para gestionar adecuadamente cualquier
complicación (NICE, 2018).
18.4.3 Evaluación regular de indicadores clínicos
Es importante monitorear regularmente ciertos indi-
cadores clínicos en pacientes tratados con estimulan-
tes, como la frecuencia cardíaca, la presión arterial,
los patrones de sueño y los cambios en el peso, ya que
están vinculados con los principales efectos adversos.
Estas medidas deben revisarse al menos cada seis me-
ses para asegurar la seguridad y la ecacia del trata-
miento (Kooij, 2022).
18.4.4 Reevaluación continua
Es crucial revisar anualmente el plan de tratamiento
de pacientes con TDAH para decidir si se continúa
con el esquema de medicamentos propuesto. Esta
evaluación debe ser exhaustiva, considerando varios
aspectos clave: las preferencias del paciente, los bene-
cios obtenidos del tratamiento, los efectos adversos
experimentados y el impacto general en su rendi-
miento. También se debe evaluar la necesidad clínica
y la optimización del tratamiento, incluyendo el efecto
de las posibles dosis omitidas, las reducciones de las
dosis planicadas y los períodos sin medicamentos.
De este modo, al ajustarse a las necesidades cambian-
tes del paciente, la revisión anual contribuye a garanti-
zar que el tratamiento siga siendo relevante y efectivo.
19. Evaluación, balance y manejo de los
efectos adversos de los fármacos uti-
lizados para el tratamiento del TDAH
en la edad adulta
El manejo de los efectos adversos de los medicamen-
tos ha sido un reto constante en la medicina, parti-
cularmente en pacientes con trastornos psiquiátricos,
quienes pueden presentar baja adherencia al trata-
miento, menor tolerancia a la sintomatología adversa
y una comprensión limitada de la necesidad terapéu-
tica (Goldberg, 2021). En este marco, las decisiones
sobre el tratamiento implican equilibrar cuidadosa-
mente los riesgos y benecios. Los médicos psiquia-
tras deben evaluar qué medicamentos son apropiados
para un paciente en función de su presentación clínica
y de las alternativas disponibles. Estas opciones pue-
den incluir no administrar tratamiento, aplicar inter-
venciones psicosociales o no farmacológicas o utilizar
tratamientos basados en dispositivos.
La farmacodinamia es una rama esencial de la far-
macología que se centra en el estudio de los efectos
bioquímicos y siológicos de los fármacos en el orga-
nismo, así como de sus mecanismos de acción en el
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Primer Consenso Argentino sobre el manejo del Trastorno por Décit de Atención e Hiperactividad en la adultez
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 73-99.
contexto molecular. De este modo, la farmacodinamia
no solo estudia cómo los fármacos ejercen sus efectos
terapéuticos, sino también cómo producen efectos se-
cundarios o tóxicos tras alcanzar su sitio de acción.
Más en detalle, todos los principios activos —e
incluso los placebos— tienen el potencial de causar
efectos no deseados. La pericia clínica en el análisis
de la relación riesgo-benecio de los medicamentos
psicotrópicos implica la consideración de varios fac-
tores clave:
■ La determinación de la causa probable de un sínto-
ma, o la identicación de cuándo una queja física
es más probable que reeje un efecto iatrogénico
en lugar de una manifestación de psicopatología
no tratada.
■ La diferenciación entre efectos adversos transito-
rios y duraderos, así como entre complicaciones
molestas pero inocuas.
■ La identicación de factores farmacocinéticos que
puedan inuir en la respuesta al fármaco, como
compensar interacciones medicamentosas conoci-
das.
■ El reconocimiento de oportunidades para explotar
y capitalizar un efecto secundario deseable (por
ejemplo, la supresión del apetito por psicoestimu-
lantes).
■ La priorización de la seguridad frente a la posible
ecacia cuando existen otras opciones de trata-
miento viables.
■ La identicación de factores que puedan aumentar
el riesgo de efectos adversos, como el consumo de
alcohol.
Existe una creciente evidencia de la alta comorbili-
dad del TDAH con otras afecciones, lo que complica la
presentación clínica y la respuesta al tratamiento. Así,
las condiciones comórbidas deben considerarse de for-
ma conjunta para mejorar el diagnóstico y optimizar el
tratamiento. Esto plantea el reto de discriminar entre
una reacción adversa a un fármaco y la exacerbación
de una enfermedad subyacente, como un trastorno de
ansiedad que se maniesta con el uso de metilfenidato.
Por ejemplo, la taquicardia inducida por el tratamien-
to puede ser percibida como un ataque de pánico, lo
que diculta la evaluación del efecto del fármaco. En
estos casos, es preferible tratar primero el trastorno de
ansiedad con un inhibidor selectivo de la recaptación
de serotonina (ISRS) antes de introducir metilfenida-
to. Por otro lado, no todos los estudios que investigan
la seguridad de los medicamentos abordan de mane-
ra adecuada la prevención o minimización del sesgo
metodológico, lo cual debe considerarse al evaluar los
eventos adversos reportados en los tratamientos farma-
cológicos (Clavenna y Bonati, 2016).
Los fármacos aprobados para el tratamiento del
TDAH actúan, al menos en parte, modulando la trans-
misión de dopamina y/o noradrenalina. Estos neuro-
transmisores son esenciales para el funcionamiento de
circuitos cerebrales que regulan la atención, el proce-
samiento de recompensas y los niveles de actividad,
elementos clave en la siopatología del TDAH. Como
se muestra en la Figura 3, tanto la deciencia como el
exceso de dopamina y noradrenalina resultan en un
funcionamiento cognitivo subóptimo, además de estar
relacionados con la aparición de efectos secundarios y
disfunciones cognitivas (Huss, 2016) (ver Figura 3).
En ocasiones, los pacientes en tratamiento con psi-
coestimulantes reeren sentirse como un “zombi”, y
describen esta experiencia como una sensación de len-
titud, apatía o restricción emocional. Este es un efecto
indeseado que debe diferenciarse de los síntomas de
una depresión comórbida o de una sobredosicación
del fármaco. En el caso de que la dosis sea demasiado
alta, el paciente puede experimentar una inhibición
excesiva, lo que conlleva a la pérdida de iniciativa. En
tales casos, la solución no es suspender el tratamiento
con el estimulante, sino ajustar la dosis a un nivel infe-
rior. Si se detecta una depresión comórbida, esta debe
ser tratada de manera independiente.
Figura 3. Inuencia en forma de U invertida de la nora-
drenalina y la dopamina en la corteza prefrontal
Nota. Tanto la noradrenalina (NA) como la dopamina (DA) ejercen una
inuencia en forma de U invertida sobre la siología y el rendimiento
cognitivo de la corteza prefrontal (CPF): un nivel insuciente o excesivo
de cualquiera de estos neurotransmisores compromete su función.
(Modicado de A. F. Arnsten, 2009).
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Primer Consenso Argentino sobre el manejo del Trastorno por Décit de Atención e Hiperactividad en la adultez
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 73-99.
Se considerará una falta de respuesta terapéutica
cuando el paciente haya recibido una dosis adecuada
y sostenida del medicamento, el tratamiento haya sido
prolongado, los efectos secundarios se hayan contro-
lado, no existan comorbilidades no detectadas y se
haya asegurado una buena adherencia al tratamiento.
Si no se observa una mejoría signicativa bajo estas
condiciones, el metilfenidato deberá ser suspendido.
Dada su corta vida media, no es necesario reducir la
dosis de manera gradual (Kooij, 2022).
La Tabla 14 resume los efectos secundarios más
comunes según el principio activo administrado (Pa-
llanti y Salerno, 2020). Muchos de estos efectos ad-
versos son transitorios y dependientes de la dosis, y
en algunos casos pueden estar inuenciados por el
genotipo del paciente. Por ejemplo, los individuos
identicados como “metabolizadores lentos” —es de-
cir, aquellos que poseen las dos copias del gen de la
enzima CYP2D6 inactivas— tienen un mayor riesgo
de presentar efectos adversos con la atomoxetina. Por
otro lado, la pérdida de apetito es un efecto que puede
persistir en algunos pacientes (Connolly et al., 2015).
19.1 Efectos adversos relacionados con el
metilfenidato
Los efectos adversos más comunes incluyen el aumen-
to de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, re-
ducción del apetito, cefalea al inicio del tratamiento, y
en menor medida, sequedad bucal y dicultades para
conciliar el sueño (Epstein, 2014; Mick, 2013). Por lo
tanto, es fundamental medir la frecuencia cardíaca, la
presión arterial y el peso del paciente antes de iniciar
el tratamiento, y realizar un seguimiento al menos dos
veces al año durante su administración (Kooij, 2019).
Las complicaciones cardíacas graves son infrecuen-
tes (Martínez-Raga et al., 2013; Habel et al., 2011), con
un riesgo informado de infarto de miocardio, muerte
cardíaca súbita, arritmias ventriculares o accidente ce-
rebrovascular del 0.2-0.4 % en un estudio (Schelleman
et al., 2012). El metilfenidato puede desencadenar arrit-
mias en pacientes con enfermedades cardíacas congéni-
tas (Shin et al., 2016), por lo que se debe actuar con pre-
caución en estos casos, aunque el riesgo general es bajo.
En raras ocasiones, el metilfenidato puede inducir
psicosis en pacientes predispuestos. Un historial de psi-
cosis contraindica el uso de este fármaco, por lo que es
crucial investigar antecedentes psicóticos antes de ini-
ciar el tratamiento. Si a pesar de estas precauciones se
desarrolla psicosis, se debe interrumpir inmediatamen-
te el uso del estimulante y tratar el cuadro psicótico. Lo
mismo ocurre con los episodios de manía o hipomanía
en pacientes con trastorno bipolar (TB): si se identi-
can, deben ser tratados de manera prioritaria. En caso
de que aparezca manía o hipomanía inesperadamente,
Tabla 14. Efectos secundarios para cada categoría farmacológica
Metilfenidato Atomoxetina Bupropión Modanilo Agonistas
adrenérgicos
Disminución del apetito Disminución del apetito Boca seca Disminución del
apetito Somnolencia
Boca seca Boca seca Constipación Insomnio Dolor de cabeza
Insomnio inicial Dolor de cabeza Dolor de cabeza Dolor de cabeza Fatiga
Dolor de cabeza Constipación Insomnio Eritema multiforme
(raro) Dolor abdominal
Irritabilidad Problemas sexuales Náuseas Náuseas
Náuseas Náuseas Transpiración Irritabilidad
Ansiedad Insomnio inicial Mayor riesgo de
convulsiones Disminución del apetito
Hipertensión leve Hipertensión leve Tics (raro) Boca seca
Taquicardia Taquicardia Hipertensión Bradicardia
Irritación de la piel
(cuando se administra
como parche
transdérmico)
Transpiración Hipertensión ortostática
(raro)
Tics (raro) Daño hepático Aumento de la
frecuencia urinaria (raro)
Erupción (raro) Convulsiones (sobredosis)
Ideas de autolesión (raro) Ideas de autolesión (raro)
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Primer Consenso Argentino sobre el manejo del Trastorno por Décit de Atención e Hiperactividad en la adultez
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 73-99.
el estimulante debe suspenderse y administrarse un es-
tabilizador del ánimo. Posteriormente, se puede reanu-
dar el estimulante bajo la protección del estabilizador
del estado de ánimo (Kooij, 2022).
Es habitual una pérdida de peso de entre uno y dos
kilogramos durante las primeras semanas de trata-
miento (Kooij et al., 2004); tras este periodo, el peso
suele estabilizarse. Los pacientes con un bajo peso ini-
cial pueden tener dicultades para mantener su peso
bajo tratamiento con estimulantes, por lo que es ne-
cesario realizar un seguimiento regular del peso, re-
comendarles ingerir al menos tres comidas al día en
horarios jos y sugerirles una consulta con un nutri-
cionista (Kooij, 2022).
El dolor de cabeza suele ser un síntoma transitorio.
Una causa frecuente es la disminución del apetito, que
puede llevar a que los pacientes descuiden su ingesta
de líquidos, lo que, a su vez, puede desencadenar ce-
falea. Para prevenir este efecto secundario, es funda-
mental informarles sobre la importancia de mantener
una adecuada hidratación (Kooij, 2022).
La sequedad bucal es otro efecto secundario que
puede aumentar el riesgo de caries, especialmente
cuando se combinan otros medicamentos que compar-
ten este mismo efecto adverso. Se recomienda cepillar-
se los dientes regularmente y, en algunos casos, utilizar
un gel bucal para reducir las molestias (Kooij, 2022).
Un efecto adverso menos común es la disminución
de la acomodación visual, reportada por algunos pa-
cientes tras iniciar el tratamiento (Kooij, 2022).
Las dicultades para conciliar el sueño durante el
tratamiento con el metilfenidato pueden ser un efecto
adverso directo del fármaco, aunque también podrían
surgir al desaparecer su efecto. De hecho, este fenóme-
no de “rebote” va acompañado de un incremento tem-
poral en los síntomas del TDAH, tales como malestar,
irritabilidad, problemas de concentración, olvidos,
cambios de humor y comportamiento impulsivo. Du-
rante este período, pueden aparecer además síntomas
físicos como sudoración, palpitaciones y molestias
gastrointestinales (Kooij, 2022).
El rebote cerca de la hora de dormir puede retra-
sar el inicio del sueño. Para evitarlo, es fundamental
asegurar una concentración plasmática adecuada de
metilfenidato hasta las 23:00 horas, permitiendo así
que los pacientes se encuentren lo sucientemente
tranquilos para conciliar el sueño. Esto puede lograrse
ajustando la toma de preparados de metilfenidato de
acción prolongada, alargando su efecto y retrasando
el momento del rebote, o añadiendo una dosis baja de
metilfenidato de liberación inmediata cuando el efecto
del de acción prolongada comienza a desaparecer. De
este modo, es crucial contemplar los tiempos de dosi-
cación para evitar que los pacientes tengan dicultades
para dormir o que no logren dormir en absoluto.
19.2 Efectos adversos relacionados con la
atomoxetina
La atomoxetina requiere precauciones especiales en
pacientes con hipertensión, taquicardia, enfermeda-
des cerebrovasculares y cardiovasculares y aquellos
con predisposición a la hipotensión. Si se presentan
signos de ictericia o daño hepático en los análisis de la-
boratorio, el tratamiento debe suspenderse de manera
permanente (Kooij, 2022). Asimismo, se recomienda
monitorear la presión arterial y el pulso, ya que ambos
pueden aumentar ligeramente. Otros efectos secunda-
rios comunes incluyen disminución del apetito, dolor
estomacal, náuseas, vómitos, pérdida de peso, sínto-
mas gripales, sarpullido, fatiga, somnolencia, mareos,
palpitaciones y efectos anticolinérgicos (como disuria
inicial, sequedad de boca y estreñimiento). También
pueden presentarse efectos adversos sexuales. Por otro
lado, se ha informado de menos problemas de sueño en
comparación con el metilfenidato (Sangal et al., 2006).
En los EE.UU., la FDA ha emitido una adverten-
cia de “recuadro negro” (black box warning) para la
atomoxetina, debido al riesgo asociado de ideación
suicida. Aunque la relación entre la conducta suicida
y el uso de la atomoxetina es incierta y poco frecuente,
se recomienda un monitoreo constante durante el tra-
tamiento. Es fundamental que los profesionales de la
salud pregunten rutinariamente sobre pensamientos
y conductas suicidas en cada visita, dado que ambas
son más comunes en pacientes con TDAH (Rodler et
al., Guía de la Federación Mundial de TDAH, 2019).
Una revisión exhaustiva de más de una década de
investigación, que abordó siete temas de seguridad
predenidos (tendencias suicidas, agresión/hostili-
dad, psicosis/manía, convulsiones, efectos hepáticos,
efectos cardiovasculares y crecimiento/desarrollo)
y que incluyó tanto a niños como a adultos tratados
con atomoxetina, concluyó que la incidencia de estos
eventos adversos es poco común o rara. No se encon-
traron asociaciones claras entre la atomoxetina y un
mayor riesgo de tendencias suicidas, convulsiones o
agresión/hostilidad. Aunque el principio activo pue-
de afectar el sistema cardiovascular, en la mayoría de
los pacientes estos efectos no son clínicamente signi-
cativos. Además, las reducciones en el crecimiento
observadas durante el tratamiento parecieron ser re-
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Primer Consenso Argentino sobre el manejo del Trastorno por Décit de Atención e Hiperactividad en la adultez
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 73-99.
versibles a largo plazo (Reed et al., 2016).
Si se prescribe una dosis única diaria, una opción
es dividirla en dos tomas para reducir ciertos efectos
adversos (Stahl, 2021). Sin embargo, si la atomoxetina
provoca somnolencia, es recomendable administrarla
por la noche para minimizar este efecto durante el día.
19.3 Efectos adversos relacionados con el bu-
propión
En pacientes con función hepática o renal reducida,
es necesario ajustar las dosis de bupropión a niveles
más bajos, ya que este fármaco es metabolizado por
el CYP2B6. Según Lamba et al. (2003), el 7.1 % de las
mujeres y el 20 % de los varones presentan decien-
cias en la expresión de esta enzima.
Los efectos secundarios del bupropión incluyen
dolor de cabeza, sequedad de boca, náuseas, insom-
nio, estreñimiento, sarpullido, mareos, tinnitus, alte-
raciones visuales y aumento de la presión arterial. El
riesgo de convulsiones aumenta notablemente cuando
se usa el fármaco de acción corta a dosis superiores a
300 mg. En el caso del bupropión de liberación prolon-
gada, hasta 300 mg, la probabilidad de convulsiones es
del 0.1 %, (es decir, 1 en 1000). Al aumentar la dosis a
más de 400 mg, este riesgo se eleva al 0.4 %. Aunque
el tratamiento ecaz del TDAH puede requerir dosis
superiores a 300 mg —se han evaluado dosis de hasta
450 mg en estudios controlados—, los pacientes deben
ser advertidos sobre el riesgo de convulsiones. En pa-
cientes con epilepsia, se recomienda consultar con un
neurólogo antes de prescribir el fármaco. Se debe tener
precaución en situaciones clínicas que puedan incre-
mentar el riesgo de convulsiones, como el abuso de al-
cohol, la retirada súbita de alcohol o benzodiacepinas,
la diabetes tratada con insulina o hipoglucemiantes y el
uso de estimulantes o anorexígenos. El uso simultáneo
de inhibidores de la monoaminoxidasa (IMAO) está
contraindicado y no se debe administrar hasta dos se-
manas después de haberlos suspendido. En caso de que
ocurra una convulsión mientras se toma bupropión, el
fármaco debe suspenderse inmediatamente y no volver
a administrarse (Kooij, 2022).
El bupropión de liberación prolongada se reco-
mienda cuando el metilfenidato y la atomoxetina no
son sucientemente efectivos o bien tolerados. En
pacientes con TDAH y depresión comórbida, espe-
cialmente aquellos que deseen dejar de fumar, el bu-
propión puede ser una opción ideal. No obstante, para
aumentar las probabilidades de éxito terapéutico, se
recomienda tratar ambos trastornos con fármacos de
primera línea (Kooij, 2022).
19.4 Efectos adversos relacionados con el
modanilo
En relación con el modanilo, los efectos secundarios
más comunes reportados incluyen cefalea, náuseas, an-
siedad e insomnio. Aunque menos frecuentes, la hiper-
tensión y la taquicardia se presentan en menos del 5 %
de los pacientes, pero con mayor incidencia en compa-
ración con el placebo. No se ha estudiado exhaustiva-
mente su seguridad en pacientes con cardiopatías signi-
cativas, como aquellos con antecedentes de infarto de
miocardio. Este fármaco ha sido vinculado a reacciones
adversas graves como el síndrome de Stevens-Johnson,
angioedema e hipersensibilidad multiorgánica.
En casos de sobredosis, los síntomas predominan-
tes incluyen agitación, trastornos gastrointestinales,
desorientación y confusión, además de manifestacio-
nes cardiovasculares como taquicardia, hipertensión
y dolor torácico. No se han reportado fallecimientos
relacionados con sobredosis de modanilo adminis-
trado como único fármaco, ni se ha identicado un
síndrome de abstinencia característico asociado a su
interrupción abrupta (Human, 2018).
19.5 Efectos adversos relacionados con la
clonidina
Otros fármacos no estimulantes utilizados en el trata-
miento del TDAH incluyen a la guanfacina y la cloni-
dina. No obstante, es importante resaltar nuevamente
que solo la última está disponible en la Argentina en
forma de medicamento magistral.
La clonidina se absorbe rápidamente y alcanza
concentraciones plasmáticas máximas elevadas, lo
que se asocia con efectos secundarios como sedación
y sequedad de boca. Para superar estos inconvenientes
farmacocinéticos, se han desarrollado formulaciones
de liberación prolongada (Huss et al., 2016).
19.6 Relación entre los fármacos utilizados
para el tratamiento del TDAH y las enferme-
dades cardiovasculares
A pesar de la ecacia comprobada y el favorable per-
l de seguridad de los medicamentos para el TDAH,
persisten preocupaciones sobre el riesgo de eventos
cardiovasculares adversos. Aunque la relación entre
el tratamiento prolongado del TDAH y el riesgo de
desarrollar enfermedades cardiovasculares (ECV) no
está completamente esclarecida, un estudio reciente
realizado en Suecia abordó esta cuestión (Zhang et
al., 2022). El estudio incluyó a individuos de entre 6
y 64 años con diagnóstico reciente de TDAH o que
habían recibido prescripciones de medicamentos para
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Primer Consenso Argentino sobre el manejo del Trastorno por Décit de Atención e Hiperactividad en la adultez
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 73-99.
el TDAH entre 2007 y 2020. Se evaluaron tanto fár-
macos estimulantes (metilfenidato, dexanfetamina y
lisdexanfetamina) como no estimulantes (atomoxeti-
na y guanfacina). Los resultados mostraron que el uso
prolongado de estos fármacos se asocia con un mayor
riesgo de ECV, especialmente hipertensión y enfer-
medad arterial, siendo este riesgo más pronunciado
con los estimulantes. Estos hallazgos subrayan la im-
portancia de sopesar cuidadosamente los benecios y
riesgos al considerar tratamientos a largo plazo para el
TDAH. Además, es crucial que los médicos realicen
un monitoreo estricto de los pacientes, en particular
aquellos que reciben dosis elevadas, en busca de sig-
nos y síntomas de ECV, manteniendo un control con-
tinuo durante todo el tratamiento.
19.7 Control de los efectos adversos
A continuación se detallan las estrategias para con-
trolar los efectos adversos relacionados con el peso, el
sistema cardiovascular, los tics, las convulsiones y el
sueño (NICE Guide, 2018).
19.7.1 Peso
Si la pérdida de peso se considera clínicamente rele-
vante, se pueden adoptar las siguientes medidas:
■ Administrar la medicación con las comidas o in-
mediatamente después, en lugar de antes.
■ Incluir comidas o refrigerios adicionales en mo-
mentos en los que el efecto del estimulante haya
disminuido, como temprano en la mañana o tarde
en la noche.
■ Consultar con un especialista en nutrición.
■ Priorizar alimentos con alta densidad calórica y un
adecuado valor nutricional.
■ Planicar pausas programadas en el uso del medi-
camento.
■ Considerar la rotación del fármaco.
19.7.2 Sistema cardiovascular
En cuanto al sistema cardiovascular, es importante te-
ner en cuenta lo siguiente:
■ Monitorizar la frecuencia cardíaca y la presión ar-
terial, comparando con los valores de referencia
normales antes y después de cualquier ajuste en la
dosis y realizar controles cada seis meses.
■ No se recomienda realizar análisis de sangre de
rutina o electrocardiogramas (ECG) en pacientes
que toman medicamentos para el TDAH, a menos
que haya una indicación clínica clara.
■ En caso de taquicardia en reposo persistente (es
decir, mayor a 120 latidos/minuto), arritmias o
presión arterial sistólica sostenida por encima del
percentil 95 (o un aumento signicativo), medido
en dos ocasiones, se debe reducir la dosis del me-
dicamento y derivar al paciente a un especialista.
■ Si un paciente en tratamiento con clonidina pre-
senta hipotensión ortostática o episodios de des-
mayo, se debe reducir la dosis o cambiar a otro tra-
tamiento.
19.7.3 Tics
En pacientes que desarrollan tics durante el trata-
miento con metilfenidato, se deben considerar los si-
guientes aspectos:
■ Evaluar si los tics están verdaderamente asociados
al uso del estimulante, considerando que su apari-
ción puede uctuar de forma natural.
■ Determinar si el impacto negativo de los tics supe-
ra los benecios terapéuticos del estimulante.
■ Si se conrma que los tics están relacionados con
el estimulante, es recomendable reducir la dosis y
considerar cambiar a atomoxetina o clonidina.
19.7.4 Convulsiones
Si el paciente desarrolla nuevas convulsiones o se agra-
van las preexistentes, es necesario revisar los medica-
mentos y suspender cualquier fármaco para el TDAH
que pueda estar contribuyendo a este efecto.
19.7.5 Sueño
Es fundamental monitorear de cerca el patrón de sue-
ño del paciente y ajustar la medicación según sea ne-
cesario para optimizar la calidad del descanso.
19.8 Interacciones farmacológicas
Se han identicado algunas interacciones farmacociné-
ticas clínicamente signicativas en relación con el uso
del metilfenidato (Childress et al., 2019; Schoretsanitis
et al., 2019). A continuación, la Tabla 15 presenta un
resumen de las interacciones más frecuentes asociadas
con este principio activo, basadas en la información
proporcionada por la CADDRA (2020) (ver Tabla 15).
La liberación del metilfenidato, especialmente en
sus formulaciones de liberación prolongada, está in-
uenciada por el pH gástrico. Esto signica que la
coadministración de moduladores del ácido gástrico,
como los inhibidores de la bomba de protones (por
ejemplo, el omeprazol, el esomeprazol y el pantopra-
zol), bloqueadores H2 (como la famotidina) o antiá-
cidos (como el bicarbonato de sodio), puede alterar la
liberación del fármaco, modicando su perl farmaco-
cinético y farmacodinámico. Por lo tanto, se desacon-
seja su uso simultáneo (Food and Drug Administration,
2017b, 2019). Además, el consumo de alcohol puede
acelerar la liberación de los principios activos en las
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Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 73-99.
formulaciones de acción prolongada. Se ha observado
que estas formulaciones liberan el fármaco más rápi-
damente cuando se administran con bebidas alcohó-
licas con un contenido de etanol igual o superior al
40 % (Childress et al., 2019). La interacción entre el
etanol y el metilfenidato, tanto en su forma racémica
como en su isómero enantiopuro d, aumenta la con-
centración máxima (Cmax) en un 22 % y 15 %, res-
pectivamente, intensicando los efectos estimulantes
del fármaco (Zhu et al., 2017).
El metilfenidato racémico no inhibe signicativa-
mente las enzimas del citocromo P450, como las iso-
morfas 1A2, 2C8, 2C9, 2C19, 2D6, 2E1 y 3A, lo que
implica que su impacto en el metabolismo de otros
fármacos y en los procesos de desintoxicación es limi-
tado. Sin embargo, su metabolismo principal se lleva
a cabo a través de la carboxilesterasa 1A1 (CES1A1),
lo que exige precaución en pacientes que reciben in-
hibidores potentes de esta enzima. Fármacos como el
aripiprazol, la perfenazina, la tioridazina y la uoxe-
tina, que presentan una alta anidad por la CES1A1,
pueden aumentar las concentraciones plasmáticas del
metilfenidato (Dini-Oliveira, 2017; Zhu et al., 2010).
Una revisión sistemática (Schoretsanitis et al.,
2019) indica que la politerapia con metilfenidato y
potentes inductores de enzimas metabolizadoras de
fármacos, como la carbamazepina (así como el feno-
barbital, la fenitoína o la rifampicina), puede reducir
considerablemente las concentraciones plasmáticas
del metilfenidato. En contraste, la coadministración
de imipramina puede aumentar su biodisponibilidad.
Además, el alcohol inhibe el metabolismo del metilfe-
nidato al reducir la actividad de la CES1A1 y promo-
ver la transestericación, lo que conduce a la forma-
ción de etilfenidato, un metabolito que en ocasiones
se busca por su uso recreativo, ya que aumenta la a-
nidad por las proteínas transportadoras de dopamina
(Childress et al., 2019).
Aunque las interacciones farmacológicas entre el
metilfenidato y otros medicamentos no son frecuen-
Nota. FC: frecuencia cardíaca; IMAO: inhibidores de la monoaminoxidasa IRSN: inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina; IRMA:
inhibidor reversible de la monoaminoxidasa A; ISRS: inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina; PA: presión arterial; RIN: razón internacio-
nal normalizada.
Tabla 15. Interacciones farmacológicas vinculadas con el metilfenidato
Clasicación
farmacológica
Principio(s) activo(s)
implicado(s) Descripción de la interacción Recomendación
Antibacteriano Linezolid Puede aumentar los efectos
hipertensivos del metilfenidato Evitar combinación.
Anticoagulante Warfarina El metilfenidato puede aumentar la
concentración sérica de la warfarina.
Aumentar la monitorización de la
RIN cuando se inicia o se interrum-
pe el tratamiento con el metilfeni-
dato, o se cambia la dosis.
Anticonvulsivos Fenobarbital, fenitoína
y primidona
El metilfenidato puede aumentar la
concentración sérica de los
anticonvulsivos.
Monitorear la concentración sérica
de los anticonvulsivos cuando se
inicia o se interrumpe el tratamien-
to con el metilfenidato, o se cambia
la dosis.
Antidepresivos
IMAO, IRMA (por ejemplo,
moclobemida y selegilina)
El metilfenidato puede aumentar el
efecto hipertensivo y provocar una
crisis hipertensiva.
Evitar combinación.
Están contraindicados durante 14
días después de la suspensión de la
terapia con IMAO/IRMA.
ISRS, IRSN (por ejemplo,
paroxetina y venlafaxina)
El metilfenidato puede aumentar los
efectos adversos/tóxicos de los ISRS/
IRSN y aumentar el riesgo de síndro-
me serotoninérgico.
Monitorear signos/síntomas del
síndrome serotoninérgico.
Tricíclicos (por ejemplo,
amitriptilina)
El metilfenidato puede aumentar los
niveles séricos y los efectos adversos/
tóxicos de los tricíclicos.
Monitorear los niveles séricos y la
toxicidad de los tricíclicos.
Antihipertensivo Clonidina
El metilfenidato puede aumentar
los efectos adversos/tóxicos de la
clonidina.
Monitorear signos de toxicidad.
Descongestivos Efedrina y pseudoefedrina El metilfenidato puede aumentar el
efecto hipertensivo y taquicárdico.
Monitorear la PA y la FC regular-
mente.
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Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 73-99.
tes, es fundamental tener precaución cuando se coad-
ministra el estimulante con antidepresivos tricíclicos,
el fenobarbital, la fenitoína o la warfarina. Además, el
uso concomitante del metilfenidato con inhibidores
de la monoaminoxidasa (IMAO) está contraindicado,
ya que esta combinación puede causar crisis hiperten-
sivas debido a la inhibición de la MAO por los psi-
coestimulantes.
En cuanto a los fármacos que modulan el sistema
noradrenérgico, como la duloxetina o la venlafaxina,
su uso combinado con el metilfenidato puede tener un
efecto aditivo, incrementando el riesgo de hiperten-
sión y otros eventos cardiovasculares adversos, lo que
exige un monitoreo más riguroso (Kooij et al., 2019).
Finalmente, la Tabla 16 recoge las interacciones
más comunes asociadas a la atomoxetina (CADDRA,
2020). Entre las más importantes, se encuentran los
inhibidores del CYP2D6, como la uoxetina y la
paroxetina. Aproximadamente el 7 % de la pobla-
ción caucásica presenta una mutación en el gen del
CYP2D6, lo que los clasica como “metabolizadores
lentos de la atomoxetina, y requiere ajustes en la do-
sis. Asimismo, se contraindica el uso simultáneo de
IMAO con atomoxetina hasta dos semanas después de
suspender los primeros (Kooij, 2022).
20. Manejo farmacoterapéutico inte-
gral del TDAH en pacientes adultos
con comorbilidades
El TDAH es una condición psiquiátrica bien estable-
cida, reconocida inicialmente en niños pero que ha
despertado un interés creciente en adultos debido a
su profundo impacto en la calidad de vida. Durante
Tabla 16. Interacciones farmacológicas vinculadas con la atomoxetina
Clasicación
farmacológica
Principio(s) activo(s)
implicado(s) Descripción de la interacción Recomendación
Antiarrítmico Quinidina
Puede aumentar la concentración
sérica de la atomoxetina a través de la
inhibición del CYP2D6.
Iniciar el uso de la atomoxetina con
una dosis reducida.
Controlar el efecto de la atomoxetina.
Antiasmático Salbutamol (solo oral o
intravenoso)
La atomoxetina puede aumentar el
efecto taquicárdico del salbutamol.
Monitorear la PA y el FC cuando se
use conjuntamente el salbutamol sisté-
mico con la atomoxetina.
Antibacteriano Linezolid Puede aumentar el efecto neurotóxico
de la atomoxetina Evitar combinación.
Antidepresivos
Bupropión
Puede aumentar la concentración
sérica de la atomoxetina a través de la
inhibición de CYP2D6.
Iniciar el tratamiento con una dosis
reducida de la atomoxetina.
Titular lentamente según necesidad.
Controlar el efecto de la atomoxetina.
IMAO, IRMA (por
ejemplo, moclobemida y
selegilina)
Pueden aumentar el efecto neurotóxi-
co de la atomoxetina. Evitar combinación.
ISRS (por ejemplo,
paroxetina)
Pueden aumentar la concentración
sérica de la atomoxetina a través de la
inhibición del CYP2D6.
Iniciar el tratamiento con una dosis
reducida de la atomoxetina.
Titular lentamente según necesidad.
Controlar el efecto de la atomoxetina.
Tricíclicos (por ejemplo,
desipramina)
Pueden aumentar la concentración
sérica de la atomoxetina y potenciar
efectos noradrenérgicos.
No se recomienda la combinación.
Ajustar la dosis si fuera necesario.
Descongestivos Efedrina y pseudoefe-
drina
La atomoxetina puede aumentar el
efecto hipertensivo y taquicárdico de
los descongestivos.
Monitorear la PA y la FC.
Inhibidores del
CYP2D6
Terbinana, ritonavir y
bupropión
Pueden aumentar la concentración
sérica de la atomoxetina a través de la
inhibición del CYP2D6.
Iniciar el tratamiento con una dosis
reducida de la atomoxetina.
Controlar el efecto de la atomoxetina.
Agentes
prolongadores del
intervalo QTC
Quinidina, quetiapina y
sotalol
La atomoxetina puede aumentar el
intervalo QTC.
Considerar alternativas.
Monitorear con ECG.
Nota. ECG: electrocardiograma; FC: frecuencia cardíaca; IMAO: inhibidores de la monoaminoxidasa; IRMA: inhibidores reversibles de la monoami-
noxidasa A; PA: presión arterial; ISRS: inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.
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la infancia, el TDAH a menudo coexiste con varios
trastornos comórbidos. En la adultez, se observan
comorbilidades en aproximadamente el 80 % de los
casos, incluyendo trastornos del ánimo como el tras-
torno bipolar (TB) (5-47 %), la depresión (9-16 %),
los trastornos de ansiedad (50 %), el abuso de sustan-
cias (20-30 %) y los trastornos de personalidad (27 %)
(Katzman et al., 2017; Salvi et al., 2021). Estas comor-
bilidades pueden enmascarar el TDAH, dicultando
su diagnóstico y complicando la implementación de
un tratamiento efectivo.
Las personas con TDAH presentan una mayor
prevalencia de desórdenes psiquiátricos comparadas
con la población sin TDAH, según se destaca en un
reciente metaanálisis. Los desórdenes evaluados in-
cluyen ansiedad, depresión mayor, TB y abuso de
sustancias. Además, el estudio revela que no existen
diferencias signicativas en la prevalencia de estos
trastornos psiquiátricos entre varones y mujeres en
comparación con la población general que no presen-
ta TDAH (Hartman et al., 2023).
Frecuentemente, el tratamiento de los desórde-
nes comórbidos con TDAH solo logra remisiones
parciales cuando se diagnostican y tratan de for-
ma aislada. Sin embargo, abordar adecuadamente el
TDAH asociado puede modicar considerablemente
la evolución y el pronóstico del cuadro en cuestión.
La selección criteriosa de fármacos y la planicación
detallada del tratamiento para cada desorden comór-
bido son cruciales. Una historia clínica completa y
una evaluación del estado mental son esenciales para
desarrollar un plan terapéutico más efectivo, que tam-
bién integre aproximaciones no farmacoterapéuticas.
Ante la presencia de múltiples comorbilidades junto
con el TDAH, es prioritario determinar cuál de ellas
impacta más sustancialmente en la funcionalidad del
individuo (Faraone et al., 2021).
20.1 TB y TDAH
El tratamiento del TDAH comórbido con TB supone
un desafío considerable, principalmente debido a pre-
ocupaciones sobre los posibles efectos desestabilizado-
res de los estimulantes en el curso del TB. Un estudio
realizado por Viktorin et al. (2017), basado en registros
suecos de 2.307 pacientes con TB tratados con metil-
fenidato entre 2006 y 2014, reveló que aquellos bajo
tratamiento con estabilizadores del ánimo experimen-
taron una disminución de episodios maníacos, contra-
riamente a aquellos sin estabilizadores. Este hallazgo
sugiere que el metilfenidato, administrado con un se-
guimiento riguroso, puede ser seguro y viable en pa-
cientes con esta comorbilidad. Un estudio de registro
danés dirigido por Jefsen et al. (2023) analizó a pacien-
tes a quienes se les prescribió metilfenidato entre enero
de 2000 y enero de 2018, empleando un diseño de es-
tudio en espejo pre-post. Los resultados indicaron que
los episodios maníacos disminuyeron en un 48 % (p <
0.01). Esta disminución fue del 50 % en aquellos pa-
cientes que recibían estabilizadores del ánimo y del 45
% en aquellos que no los recibían, destacando la efec-
tividad del metilfenidato en la reducción de la manía
independientemente del uso de estabilizadores.
Las investigaciones indican que la comorbilidad
entre el TB y el TDAH constituye un grupo de pacien-
tes con alta complejidad e importante carga sintomá-
tica. De este modo, Salvi et al. (2021) proponen un
enfoque sistemático para el manejo de estos pacientes:
I. Priorizar la estabilización del ánimo mediante es-
tabilizadores del ánimo.
II. Vericar rigurosamente el diagnóstico de TDAH.
III.Prescribir metilfenidato o atomoxetina, con un
monitoreo cuidadoso de la aparición de síntomas
maníacos o hipomaníacos.
I V. Considerar el uso de la lisdexanfetamina, un fár-
maco aprobado para el tratamiento de la depresión
en pacientes con TB, como parte del enfoque tera-
péutico. Es importante reiterar que esta opción no
está disponible en nuestro país.
En un esfuerzo por evaluar la seguridad y ecacia de
los psicoestimulantes en los TB, Tsapakis et al. (2021)
realizaron una revisión sistemática y un metaanálisis
sobre el uso de la lisdexanfetamina, el modanilo y
el armodanilo en la depresión bipolar. Sus hallazgos
conrman que estos fármacos no incrementan el ries-
go de viraje maníaco ni de conducta suicida. Por otro
lado, Miskowiak et al. (2024), en una revisión sistemá-
tica para el grupo de trabajo sobre trastornos cogniti-
vos del TB de la ISBD, analizaron el uso de tratamien-
tos tanto convencionales como o-label para el TDAH
y los síntomas de deterioro cognitivo asociados al TB.
Distinguieron que fármacos como el metilfenidato y
la anfetamina son efectivos y seguros para tratar el
TDAH cuando coexiste con TB, especialmente si los
pacientes están bajo tratamientos estabilizadores del
ánimo. Sin embargo, destacan que aún no se ha de-
mostrado la ecacia de estos estimulantes en tratar
los décits cognitivos especícos del TB, subrayando
la necesidad de más investigaciones en esta área (ver
Figura 4).
En conclusión, la literatura cientíca sugiere que es
viable utilizar estimulantes para tratar el TDAH cuan-
do coexiste con el TB, siempre y cuando los pacien-
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tes estén bajo un tratamiento estabilizador del ánimo
que sea efectivo y sean rigurosamente monitoreados
para detectar cualquier indicio de viraje maníaco. El
tratamiento con estabilizadores del ánimo facilita la
implementación de estrategias farmacoterapéuticas
adicionales (MacDonald y Sadek, 2023).
20.2 Distimia y depresión
La distimia y la depresión mayor a menudo coexisten
con el TDAH, y presentan una prevalencia que osci-
la entre el 18.6 % y el 53.3 %. Esta comorbilidad agra-
va notablemente la funcionalidad de las personas, en
comparación con aquellas sin TDAH. Los individuos
con TDAH tienden a desarrollar baja autoestima y en-
frentan desafíos adicionales que afectan su capacidad
para disfrutar de la vida, además de otros síntomas de-
presivos como anhedonia, trastornos del sueño e irrita-
bilidad. Frecuentemente, estos pacientes buscan ayuda
médica por sus síntomas anímicos y son tratados con
antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación
de serotonina (ISRS), los cuales no suelen mejorar los
síntomas del TDAH (Katzman et al., 2017).
La elección del tratamiento para el episodio depre-
sivo mayor o la distimia se determinará en función
de la presentación clínica del paciente, las comorbi-
lidades existentes y el perl de efectos secundarios
del tratamiento. En este contexto, fármacos como el
bupropión, los antidepresivos de acción dual como la
venlafaxina y la desvenlafaxina, la vilazodona, la vi-
loxazina y la vortioxetina, pueden ser considerados
como tratamientos de primera línea, dependiendo del
perl sintomático especíco y del subtipo de TDAH
del paciente (Williams et al., 2023).
De acuerdo con las directrices de la CANMAT, el
esquema terapéutico de primera elección consiste en
el uso del bupropión o un antidepresivo combinado
con estimulantes de larga duración. Como opciones
de segunda línea, se recomienda la desipramina, la
nortriptilina o la venlafaxina. En cuanto a las alter-
nativas de tercera línea, se sugiere combinar un an-
tidepresivo con un estimulante de acción corta, ato-
moxetina o lisdexanfetamina (Bond et al., 2012) (ver
Figura 5).
Es esencial iniciar el tratamiento de pacientes con
TDAH, independientemente de la presencia de co-
morbilidades, con psicoeducación dirigida tanto a
estos como a su familia. Además, debe implementar-
se un abordaje psicoterapéutico complementado con
Figura 4. Algoritmo para el tratamiento farmacológico
del TB con TDAH comórbido
Figura 5. Fármacos recomendados para el tratamiento
de depresión y el TDAH según la CANMAT
Nota. LA: larga acción.
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otras intervenciones no farmacológicas adecuadas para
mejorar el desempeño y la adherencia al tratamiento.
En pacientes sin comorbilidades, el entrenamiento en
habilidades ejecutivas es fundamental; este enfoque se
vuelve aún más crítico cuando coexisten otros trastor-
nos que afectan la función cognitiva (MacDonald y Sa-
dek, 2023; Gibbins y Weiss, 2009; Bond et al., 2012).
En el tratamiento de cuadros comórbidos con
TDAH, es fundamental considerar los efectos adversos
especícos de los medicamentos utilizados. Los desór-
denes del sueño, por ejemplo, son una complicación
común en todas las comorbilidades abordadas en este
contexto y pueden agravarse por el uso de estimulantes
y antidepresivos como el bupropión. Por otro lado, me-
dicamentos como el valproato pueden inducir efectos
adversos como sedación y somnolencia diurna, lo cual
puede ser contraproducente en algunos pacientes con
TDAH. Así, es esencial ajustar el tratamiento a las ne-
cesidades particulares de cada individuo, teniendo en
cuenta estos potenciales efectos secundarios.
20.3 Desórdenes de ansiedad y TDAH
Los trastornos de ansiedad son comúnmente comór-
bidos en adultos con TDAH y presentan una preva-
lencia aproximada del 50 %, aunque esta cifra varía
según diversos estudios. La ansiedad generalizada
puede ocultar la presencia del TDAH, complicando su
diagnóstico; en particular, la hiperactividad a menudo
se malinterpreta como ansiedad. Es crucial distinguir
entre ambos trastornos para mejorar el régimen del
tratamiento farmacológico. Dependiendo del impac-
to de los síntomas, se seleccionará el medicamento
más apropiado. La atomoxetina, por ejemplo, ofrece
benecios en esta comorbilidad y permite la monote-
rapia. Sin embargo, también se deben considerar los
tratamientos convencionales para la ansiedad, como
los antidepresivos ISRS, y evitar las benzodiacepinas
debido a su efecto negativo sobre la función cogniti-
va. Una vez controlada la ansiedad, puede ser apro-
piado introducir algún medicamento estimulante de
liberación prolongada. Adicionalmente, el aripipra-
zol puede servir como coadyuvante en el manejo de
la ansiedad y la impulsividad. En el manejo de estos
trastornos comórbidos, el enfoque terapéutico debe
complementarse con intervenciones no farmacológi-
cas, dada la evidencia de sus benecios (Reimherr et
al., 2017; DAgati et al., 2019; Koyuncu et al., 2022).
20.4 Trastornos de personalidad y TDAH
La literatura cientíca revela una variada prevalencia
del TDAH asociado a trastornos de personalidad, con
cifras que oscilan entre el 10 % y el 75 %. Los trastor-
nos de personalidad más comúnmente asociados son
los del clúster B, particularmente el trastorno límite y
el antisocial. La coexistencia de múltiples trastornos
complica signicativamente tanto la identicación
como el tratamiento. Entre las comorbilidades fre-
cuentes y la superposición de síntomas destacan la
desregulación emocional, la impulsividad, la búsque-
da de sensaciones y el trastorno por uso de sustancias.
En términos de tratamiento, el abordaje no farma-
cológico es fundamental para fomentar la adherencia
y desarrollar habilidades de regulación emocional. Por
otro lado, la estrategia farmacológica debe adaptarse al
perl sintomático individual, atendiendo a la predomi-
nancia de rasgos como la ansiedad, la impulsividad o la
suspicacia. La atomoxetina es especialmente útil para
controlar la impulsividad y mejorar los síntomas del
TDAH, aunque no se debe descartar el empleo de es-
timulantes de liberación prolongada. Para la ansiedad
paranoide, fármacos como el aripiprazol o la quetiapi-
na pueden ser efectivos. Dada la amplia variabilidad en
los fenotipos clínicos de estos trastornos comórbidos,
la personalización del tratamiento bajo la supervisión
de un experto es imprescindible (Asherson et al., 2014;
Salvi et al., 2021; MacDonald y Sadek, 2023).
20.5 Trastorno por uso de sustancias (TUS)
La comorbilidad entre el TUS y el TDAH es notable-
mente alta, con prevalencias reportadas entre el 15.1 %
y el 25 %. La importancia de un tratamiento integrado
y multimodal para ambas condiciones es crítica. Des-
de la perspectiva farmacológica, se recomienda pri-
mero estabilizar y reducir los síntomas del TUS antes
de iniciar el tratamiento farmacoterapéutico para el
TDAH. La atomoxetina es frecuentemente preferida
por su bajo potencial de abuso. Sin embargo, también
se pueden considerar estimulantes de liberación pro-
longada, los cuales están diseñados para minimizar la
sensación de euforia y reducir el riesgo de adicción.
La atomoxetina, además, puede ser beneciosa en el
manejo de la abstinencia alcohólica y en la reducción
de la impulsividad. La elección del tratamiento debe
basarse en una evaluación exhaustiva de los síntomas
actuales, el soporte del entorno, la motivación del pa-
ciente para el cambio, y debe incluir supervisión en
la administración de los medicamentos y seguimiento
periódico. Es fundamental evaluar el estado de salud
general y los antecedentes cardiovasculares del pacien-
te antes de iniciar cualquier esquema farmacoterapéu-
tico, considerando además posibles interacciones con
sustancias de abuso (Simon et al., 2015; Barbuti et al.,
2023; Young et al., 2023).
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21. Tratamiento no farmacológico del
TDAH en la adultez
21.1 Evaluación de la evidencia acerca de los
efectos de las intervenciones no farmacológi-
cas en adultos con TDAH
En los últimos años, ha crecido signicativamente la
evidencia sobre la ecacia de las intervenciones no
farmacológicas (INF) para el tratamiento del TDAH
en adultos, respaldada por varios metaanálisis recien-
tes. Para la elaboración de este consenso, solo se inclu-
yeron metaanálisis de estudios controlados aleatoriza-
dos, los cuales se consideran el estándar metodológico
más riguroso para evaluar la ecacia de los tratamien-
tos. La Tabla 18 presenta los metaanálisis más recien-
tes y completos.
En términos generales, los hallazgos más sólidos
derivados de la evidencia actual sugieren que:
■ Los tratamientos combinados (INF más medica-
ción) son más efectivos que los tratamientos aisla-
dos (INF o medicación por separado) (López et al.,
2018; Li y Zhang, 2024).
■ Las INF diseñadas especícamente para el trata-
miento del TDAH en adultos son más ecaces que
aquellas no especícas (López et al., 2018). Estas
INF especícas incluyen programas que abordan
las características clínicas y etiopatogénicas del
TDAH en adultos.
■ Las INF especícas mejoran tanto los síntomas
primarios del TDAH (desatención e impulsividad/
hiperactividad) (López et al., 2018; Young et al.,
2020; Li y Zhang, 2024) como los síntomas secun-
darios, principalmente emocionales (depresión,
ansiedad y desregulación emocional) (López et al.,
2018; Guo et al., 2022; Li y Zhang, 2024).
■ Las terapias cognitivo-conductuales (TCC), inclu-
yendo la terapia dialéctico-conductual (TDC) y la
terapia cognitiva basada en mindfulness (TCBM),
cuentan con el mayor respaldo empírico, siendo la
TCC la más estudiada (López et al., 2018; Young et
al., 2020; Li y Zhang, 2024).
■ Los efectos de las INF parecen mantenerse e in-
cluso potenciarse a largo plazo (López-Pinar et al.,
2018), probablemente debido a la adquisición y de-
sarrollo progresivo de habilidades terapéuticas.
■ Las INF con efectividad demostrada se ofrecen en
diferentes formatos (individual, grupal y digital).
A pesar de la consistencia de la literatura en estos pun-
tos, es importante reconocer algunas limitaciones: a)
los ensayos clínicos sobre INF en adultos con TDAH
son escasos y de pequeño tamaño; b) los tamaños del
efecto en los estudios controlados aleatorizados varían
entre pequeños y moderados; c) existe una notable he-
terogeneidad metodológica, incluyendo variaciones en
los modelos de intervención, instrumentos de evalua-
ción y grupos de control; d) muchos estudios presen-
tan un alto riesgo de sesgo; e) varios estudios incluyen
participantes con y sin medicación, lo que diculta de-
terminar el efecto exclusivo de las INF; y f) hay pocos
estudios que investiguen los mecanismos de acción o
los componentes especícos de las INF.
En relación con otros aspectos investigados, para
los cuales la evidencia disponible es aún insuciente o
inconclusa, cabe señalar que:
■ El efecto de las intervenciones basadas en mindful-
ness (IBM) sin componentes de TCC no está claro.
La mayoría de los metaanálisis incluyen estudios
controlados y no controlados, y el único metaaná-
lisis de estudios controlados aleatorizados de IBM
concluye que la evidencia sigue siendo insuciente
(Zhang et al., 2018). La combinación de IBM con
TCC o TDC en la mayoría de los estudios impi-
de aislar el efecto del mindfulness. Los estudios
Tabla 17. Resumen de la guía de tratamiento para
el TDAH y las comorbilidades más frecuentes, según
CADDRA
Comorbilidad
psiquiátrica Prioridad de tratamiento
TB Estabilizar el TB
Tratar el TDAH
Depresión leve
o distimia
Tratar lo más invalidante primero
Considerar tratar el TDAH
Considerar TCC
Depresión
moderada o
severa
Tratar la depresión primero y evaluar el
riesgo suicida
Los fármacos estimulantes pueden combi-
narse con monitoreo
Considerar TCC
Desórdenes
de ansiedad
Tratar lo más invalidante primero
Titular dosis paulatinamente
Considerar TCC
Referir a especialista para la prescripción de
estimulantes
TUS
Abordaje multimodal
Considerar TCC y grupos de soporte
Tratar el TDAH una vez estabilizado el TUS
Algunos casos requieren el tratamiento
simultáneo
Trastorno
límite de la
personalidad
Tratar el TDAH facilita el tratamiento del
trastorno de la personalidad
Trastorno
antisocial
Considerar abordaje individualizado con
intervención interdisciplinaria
Nota. TCC: terapia cognitivo-conductual; TUS: trastorno por uso de
sustancias.
90
Primer Consenso Argentino sobre el manejo del Trastorno por Décit de Atención e Hiperactividad en la adultez
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 73-99.
Tabla 18. Metaanálisis más recientes de estudios controlados aleatorizados sobre los efectos de las intervenciones
psicosociales en los objetivos primarios y secundarios del tratamiento del TDAH
Autores Comparación
Nro. de
estudios
incluido
Nro. de
participantes
Objetivos/
Indicadores de
resultados
Resultados principales
Young et al., 2020.
[online 2016]
TCC vs. lista de
espera 8 351 Síntomas primarios del
TDAH
TCC > lista de espera (tamaño
del efecto moderado)
TCC vs. controles
activos
Síntomas primarios del
TDAH
TCC > control activo (tamaño
del efecto pequeño)
López et al., 2018
fTCC vs. CNE 14 700
Síntomas primarios del
TDAH (informados por
evaluador)
fTCC > terapia de apoyo (ta-
maño del efecto moderado)
Síntomas primarios del
TDAH (informados por
evaluador)
fTCC > lista de espera (tamaño
del efecto grande)
Síntomas primarios del
TDAH (autorreporte)
fTCC > lista de espera (tamaño
del efecto grande)
Síntomas secundarios
(depresión y ansiedad)
fTCC > terapia de apoyo en
depresión y ansiedad autorre-
portada (tamaño del efecto
pequeño)
fTCC+M vs. M
Síntomas primarios del
TDAH (informados por
evaluador)
fTCC+M > M (tamaño del
efecto grande)
Síntomas primarios del
TDAH (informados por
evaluador)
fTCC+M > M
Síntomas secundarios
(depresión y ansiedad)
fTCC+M > M en depresión y
ansiedad autorreportadas e
informadas por evaluador
fTCC vs. INFE
Síntomas primarios del
TDAH (informados por
evaluador)
fTCC > INFE (tamaño del
efecto moderado)
Síntomas primarios del
TDAH (autorreporte)
fTCC > INFE (tamaño del
efecto pequeño)
Guo, Asumpcao
y Hu, 2022
INF vs. Ctrl 21 1191 Depresión
(postratamiento)
INF > Ctrl (tamaño del efecto
grande en depresión informada
por evaluador y pequeño en
depresión autorreportada)
TCC > Ctrl (tamaño del efecto
grande en depresión informada
por evaluador y pequeño en
depresión autorreportada)
Depresión (follow-up)
INF > Ctrl (tamaño del efecto
moderado en depresión infor-
mada por evaluador)
TCC > Ctrl (tamaño del efecto
moderado en depresión infor-
mada por evaluador)
91
Primer Consenso Argentino sobre el manejo del Trastorno por Décit de Atención e Hiperactividad en la adultez
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 73-99.
Nota. CNE: control no especíco; Ctrl: grupo control; fTCC: familia de la terapia cognitivo-conductual; INF: intervenciones no farmacológicas; INFE:
intervenciones no farmacológicas especícas; M: medicación; TBM: terapia basada en mindfulness; TCC: terapia cognitivo-conductual.
Tabla 18. Metaanálisis más recientes de estudios controlados aleatorizados sobre los efectos de las intervenciones
psicosociales en los objetivos primarios y secundarios del tratamiento del TDAH
Autores Comparación
Nro. de
estudios
incluido
Nro. de
participantes
Objetivos/Indicado-
res de resultados Resultados principales
Guo, Asumpcao
y Hu, 2022
INF vs. Ctrl 819 Ansiedad
(postratamiento)
INF > Ctrl (tamaño del efecto
moderado en ansiedad infor-
mada por evaluador)
TCC > Ctrl (tamaño del efecto
moderado en ansiedad infor-
mada por evaluador y pequeño
en ansiedad autorreportada)
TBM > Ctrl (tamaño del efecto
moderado en ansiedad autorre-
portada)
Ansiedad (follow-up)
INF > Ctrl (tamaño del efecto
moderado en ansiedad infor-
mada por evaluador)
INF vs. Ctrl 853
Desregulación
emocional
postratamiento)
INF > Ctrl (tamaño del efecto
pequeño en desregulación
emocional autorreportada)
TCC > Ctrl (tamaño del efecto
pequeño en desregulación
emocional autorreportada)
Desregulación
emocional (follow-up)
TCC > Ctrl (tamaño del efecto
grande en desregulación emo-
cional autorreportada)
Elbe et al., 2023
ECC 9 285 Síntomas primarios del
TDAH
No se observaron diferencias
signicativas en los síntomas
primarios del TDAH en compa-
ración con los controles
Funciones cognitivas
Se observaron diferencias
signicativas mínimas en el fun-
cionamiento cognitivo general.
No se observaron diferencias
en funciones cognitivas especí-
cas (funcionamiento ejecutivo,
memoria de trabajo y velocidad
de procesamiento).
Li y Zhang, 2024
TCC+M vs. M 6 416
Síntomas primarios del
TDAH (postratamien-
to)
TCC+M > M (tamaño del
efecto pequeño)
Síntomas primarios del
TDAH (follow-up)
TCC+M > M (tamaño del
efecto pequeño)
Síntomas secundarios
(depresión y ansiedad)
TCC+M > M (tamaños del
efecto moderado)
92
Primer Consenso Argentino sobre el manejo del Trastorno por Décit de Atención e Hiperactividad en la adultez
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 73-99.
controlados aleatorizados sin elementos de TCC
muestran resultados mixtos y alto riesgo de sesgo,
por lo que es prudente considerar el mindfulness
como parte de un programa más amplio de las INF.
■ No existe hasta la fecha un metaanálisis que com-
pare INF sin medicación frente a INF más me-
dicación o medicación sola. Sin embargo, se han
identicado cuatro estudios controlados aleatori-
zados que comparan estos enfoques y que sugieren
que las INF sin medicación podrían ser efectivas
en ciertos casos, especialmente cuando se emplea
TCC estándar. No obstante, la evidencia no es su-
ciente para sacar conclusiones rmes, por lo que
las INF sin medicación deben reservarse para ca-
sos donde: a) existan contraindicaciones médicas o
intolerancias a la medicación; b) el paciente recha-
ce la medicación; o c) se considere que el paciente
podría beneciarse de una INF como primer paso,
reservando la medicación para un segundo mo-
mento en caso de no respuesta, respuesta insu-
ciente o necesidad de potenciación.
■ Respecto del efecto del entrenamiento cognitivo
(EC) como intervención independiente para los
síntomas nucleares del TDAH y las disfunciones
cognitivas especícas no hay datos concluyentes.
■ Una revisión sistemática identicó estudios con re-
sultados mixtos, y un metaanálisis de EC computa-
rizado evidenció resultados mayormente negativos
(Elbe et al., 2023). A pesar de la falta de evidencia,
el EC se implementa con frecuencia como compo-
nente dentro de programas de INF ecaces.
■ Otras INF, como el neurofeedback y la hipnoterapia,
muestran resultados negativos o inconcluyentes en
los pocos estudios disponibles (Nimmo-Smith et
al., 2020).
■ El uso de INF digitales, como intervenciones onli-
ne o aplicaciones móviles, está en aumento. Aun-
que podrían ser útiles como parte de tratamientos
multimodales, se requiere más investigación para
establecer su efectividad y seguridad. Actualmente,
deben considerarse como complementos a las INF
y tratamientos farmacológicos establecidos (Shou
et al., 2022).
21.2 Fundamentos y componentes de las INF
basadas en la evidencia para adultos con
TDAH
Existen varias razones importantes para considerar el
uso de INF como complemento al tratamiento farma-
cológico del TDAH en adultos. Aunque los fármacos
han demostrado ser efectivos para el manejo del TDAH,
la respuesta terapéutica en adultos es menor y la into-
lerancia es mayor en comparación con niños y adoles-
centes (Cortese et al., 2018). Esto podría implicar que
algunos pacientes experimenten una respuesta parcial
o no respondan al tratamiento farmacológico. Además,
si bien los medicamentos pueden mejorar los síntomas
primarios del trastorno, no proporcionan estrategias ni
habilidades especícas para mejorar el funcionamiento
cotidiano ni compensan los décits residuales. La baja
adherencia al tratamiento farmacoterapéutico es otro
desafío en esta población (National Institute for Health
and Care Excellence, 2018; Biederman et al., 2020; Bri-
kell et al., 2024), agravada por los décits ejecutivos y
motivacionales característicos del TDAH.
El TDAH en adultos suele estar acompañado de
comorbilidades, como ansiedad, depresión y abuso de
sustancias, condiciones en las cuales la psicoterapia ha
demostrado ser ecaz. Por lo tanto, las INF pueden
ser una alternativa para reducir el uso de múltiples
fármacos. Adicionalmente, la trayectoria vital de los
adultos con TDAH, marcada a menudo por diculta-
des en el ámbito académico, laboral, social y de salud
(Graaf et al., 2008; Fletcher, 2014; Fredriksen et al.,
2014; Altszuler et al., 2016; Harpin et al., 2016), añade
una complejidad psicológica que hace recomendable
una intervención psicoterapéutica.
En este contexto, el enfoque cognitivo-conductual,
el más desarrollado entre los modelos de las INF para
el TDAH en adultos, ofrece un marco complementario
para entender cómo las experiencias de vida negativas
pueden amplicar los décits neurobiológicos subya-
centes. Según el modelo de la TCC, estas experiencias
de frustración recurrentes actúan como un aprendizaje
que impacta negativamente en la autoestima y contri-
buye a la formación de creencias disfuncionales sobre
la propia persona. Esto favorece la aparición de emo-
ciones negativas, como ansiedad y depresión, y la adop-
ción de conductas desadaptativas, como la procrastri-
nación y la evitación extrema para enfrentar tareas
difíciles. Así, las conductas disfuncionales intensican
los décits centrales del TDAH y agravan los síntomas
primarios (Torrente et al., 2014). Además, las expectati-
vas negativas sobre el futuro, la anticipación del fracaso
y la reducción de la autoconanza también afectan la
motivación (Torrente et al., 2011).
Las INF especícas para el TDAH en adultos con-
sisten en tratamientos estructurados y focalizados en
la adquisición de habilidades concretas. Los progra-
mas basados en la TCC suelen estructurarse en módu-
los o componentes, cada uno dirigido a abordar pro-
blemas especícos mediante técnicas especializadas,
93
Primer Consenso Argentino sobre el manejo del Trastorno por Décit de Atención e Hiperactividad en la adultez
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 73-99.
como la psicoeducación, el entrenamiento en funcio-
nes ejecutivas, la gestión de la atención, la resolución
de problemas, la regulación emocional y el control de
impulsos, así como la reestructuración cognitiva.
21.2.1 Psicoeducación
La mayoría de los programas inician con un compo-
nente psicoeducativo, en el cual los pacientes apren-
den sobre el trastorno y reciben una explicación sobre
el enfoque del tratamiento.
21.2.2 Entrenamiento ejecutivo
Este componente busca desarrollar técnicas de or-
ganización y gestión ejecutiva, tales como establecer
objetivos, priorizar y secuenciar tareas, planicar cro-
nogramas, utilizar calendarios o agendas, hacer listas
de tareas pendientes, monitorear el progreso y progra-
mar descansos y recompensas.
21.2.3 Gestión de la atención
Este módulo ayuda a los pacientes a identicar su ca-
pacidad de atención óptima, organizar las tareas en
función de ella y adquirir habilidades para manejar
distracciones mediante técnicas como anotarlas y lue-
go regresar a la tarea, usar alarmas o señales o modi-
car el ambiente de trabajo.
21.2.4 Resolución de problemas
En este componente, los pacientes aprenden a des-
componer los problemas, generar posibles soluciones,
evaluarlas y nalmente implementar la solución selec-
cionada.
21.2.5 Regulación emocional y control de
impulsos
Este módulo incluye diversas técnicas para el manejo
de emociones y comportamientos, como el automoni-
toreo, la identicación de situaciones desencadenan-
tes, el uso de autoinstrucciones, técnicas de relajación,
selección de conductas alternativas y manejo de con-
tingencias.
21.2.6 Reestructuración cognitiva
El objetivo de este componente es ayudar a los pacien-
tes a identicar y modicar creencias disfuncionales
que perpetúan emociones y conductas desadaptativas.
21.3 Recomendaciones sobre las INF
Las siguientes recomendaciones se derivan de la evi-
dencia evaluada y coinciden en gran medida con otras
guías y consensos internacionales (National Institute for
Health and Care Excellence, 2018; Kooij et al., 2019):
■ Existe suciente evidencia para considerar el tra-
tamiento multimodal como la base terapéutica, el
cual integra estrategias farmacológicas y no farma-
cológicas.
■ Las INF deben estar orientadas especícamente a
abordar las dicultades propias del TDAH, e in-
cluir sus síntomas primarios y los mecanismos y
procesos etiopatogénicos subyacentes.
■ Las INF deben también contribuir al manejo de
las dicultades asociadas al curso del TDAH, ta-
les como comorbilidades, dicultades psicológicas
concurrentes, funcionamiento psicosocial, inser-
ción social, y cuestiones relacionadas con la inclu-
sión y el estigma.
■ Las INF deben incluir, como mínimo, los siguien-
tes componentes: a) psicoeducación; b) estrategias
compensatorias dirigidas a funciones cognitivas y
ejecutivas; y c) estrategias de regulación emocional
y conductual.
Las INF pueden implementarse en diversos formatos,
tales como individual, grupal o digital.
22. Comparación del impacto del
TDAH tratado y no tratado en la edad
adulta
En la práctica clínica, es común encontrar a adultos
que consultan preocupados por la posibilidad de pade-
cer TDAH, una sospecha frecuentemente desencade-
nada tras el diagnóstico de sus hijos. A menudo, estos
pacientes ya han buscado ayuda de profesionales de
la salud mental por problemas anímicos, académicos,
interpersonales, de ansiedad o de uso de sustancias.
A pesar de haber recibido tratamientos psicoterapéu-
ticos y farmacológicos que mejoraron parcialmente
sus síntomas, persisten dicultades que pueden estar
relacionadas con un TDAH no diagnosticado o insu-
cientemente tratado.
Esta situación invita a reexionar sobre cómo habría
sido el desempeño de estas personas si hubieran reci-
bido un diagnóstico y tratamiento adecuados en una
etapa temprana, y sobre si las comorbilidades psiquiá-
tricas habrían tenido el mismo impacto en la calidad de
sus vidas. Utilizando un enfoque multimodal, algunas
investigaciones han enfatizado la relevancia de un diag-
nóstico y tratamiento precoces. Por ejemplo, un estudio
longitudinal de diez años sobre jóvenes varones demos-
tró que aquellos tratados con estimulantes mostraron
un menor riesgo de desarrollar comportamientos dis-
ruptivos, depresión o ansiedad en la adultez, compara-
dos con aquellos sin tratamiento. Asimismo, se obser
una reducción en el riesgo de tabaquismo y otras adic-
ciones (Biederman et al., 2009).
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Primer Consenso Argentino sobre el manejo del Trastorno por Décit de Atención e Hiperactividad en la adultez
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 73-99.
22.1 Impacto del TDAH no tratado en varo-
nes y mujeres
El TDAH presenta diferencias signicativas en su
diagnóstico entre géneros. La literatura cientíca des-
taca una prevalencia mayor en varones durante la in-
fancia (3:1), equilibrándose a 1:1 en la adultez, lo que
sugiere un subdiagnóstico en niñas. Este fenómeno
podría atribuirse a las distintas manifestaciones del
trastorno entre niños y niñas; en estas últimas, predo-
minan los síntomas de inatención que frecuentemente
son menos notorios en entornos escolares compara-
dos con los síntomas de hiperactividad e impulsividad
más comunes en varones. La falta de diagnóstico y tra-
tamiento temprano en mujeres acarrea repercusiones
en diversos aspectos de la vida adulta. Las normas so-
ciales afectan la autopercepción y la percepción ajena,
exacerbando el problema al esconder los síntomas de
inatención, olvidos y desorganización en mujeres, en
contraste con los síntomas externalizadores más evi-
dentes en varones. Además, la elevada coexistencia de
depresión, ansiedad y trastornos alimentarios en mu-
jeres puede ocultar aún más el TDAH, postergando
su diagnóstico. Estos sesgos se reejan también en las
actitudes de padres, educadores y en la investigación
cientíca (Attoe y Climie, 2023).
Las mujeres con TDAH tienen una probabilidad
signicativamente mayor de participar en conductas
sexuales de riesgo, experimentar embarazos no desea-
dos y enfrentar coerción sexual en comparación con
sus pares sin TDAH. Además, el estigma social vincu-
lado puede exacerbar estas dicultades, lo que limita
el acceso a oportunidades laborales. La baja autoesti-
ma, agravada por estas circunstancias, incrementa su
vulnerabilidad a abusos sexuales, explotación y rela-
ciones violentas o inapropiadas. Las normas sociales
impuestas generan en estas mujeres creencias disfun-
cionales sobre el fracaso, la culpa y la desadaptación a
roles esperados.
Adicionalmente, muchas mujeres con TDAH no re-
ciben un diagnóstico adecuado, a pesar de registrar en
sí mismas los síntomas del trastorno. Esta falta de re-
conocimiento médico agrava la evolución del trastorno
y perpetúa comorbilidades no tratadas, como el abuso
de sustancias. Condiciones como depresión, insomnio,
ansiedad generalizada, intentos de suicidio, abuso se-
xual y estrés son más prevalentes en estas mujeres que
en aquellas sin TDAH. La ausencia de un diagnóstico
durante la infancia y los retrasos en recibir uno durante
la adultez impactan negativamente sobre su bienestar
socioemocional, complican sus relaciones interperso-
nales y les restan control sobre sus vidas.
En consecuencia, recibir un diagnóstico puede
ofrecer un profundo alivio y permitir a estas mujeres
comprenderse mejor a sí mismas y recuperar su au-
toestima. La identicación y el tratamiento temprano
en niñas y mujeres con TDAH pueden transformar
drásticamente su calidad de vida y bienestar, lo que
permitiría que emerjan de la invisibilidad y el silencio
en el que frecuentemente se encuentran (Rucklidge,
2010; Young et al., 2020; Attoe y Climie, 2023; Sko-
glund et al., 2024).
Un extenso estudio poblacional en Suecia (Kos-
hele et al., 2023) que incluyó 221.714 participantes
reveló que el tratamiento farmacológico con metilfe-
nidato, lisdexanfetamina y otras anfetaminas redujo
signicativamente el riesgo de internación psiquiá-
trica y conducta suicida. Sin embargo, este benecio
no se observó con el uso de modanilo, atomoxetina,
clonidina ni guanfacina. Además, ninguno de los me-
dicamentos evaluados incrementó el riesgo de inter-
naciones no psiquiátricas; de hecho, se observó una
disminución asociada en este riesgo.
22.2 Dominios de deterioro vinculados con el
TDAH
El TDAH no tratado ejerce un profundo impacto en
múltiples aspectos de la vida, categorizados en varios
dominios de deterioro. Esta observación se ha con-
rmado en distintos estudios longitudinales que han
seguido a individuos desde la infancia hasta la adultez,
lo que permitió documentar efectos consistentes a lo
largo del tiempo (Cherkasova et al., 2020). A conti-
nuación, se detallan los más destacados.
22.2.1 Deterioro funcional
El deterioro funcional incluye las dicultades en el
desempeño social en: a) las relaciones afectivas ro-
mánticas; b) las relaciones con pares; y c) la materni-
dad-parentalidad.
Las relaciones románticas de individuos con
TDAH tienden a ser menos frecuentes y más breves,
con niveles reducidos de satisfacción marital y tasas
elevadas de conictos y divorcios. Además, estas per-
sonas suelen convivir y casarse menos frecuentemente
o a una edad más avanzada, lo cual se desvía de las
expectativas sociales en algunas culturas. En contex-
tos clínicos, es común que los varones con TDAH in-
formen problemas maritales, ya que perciben su vida
conyugal de manera más negativa que sus parejas sin
TDAH. En cuanto a la violencia intrafamiliar, se ob-
serva con mayor frecuencia en varones con TDAH
persistente, en comparación con aquellos sin el tras-
torno. Las investigaciones indican que los individuos
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Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 73-99.
con TDAH no diagnosticado o no tratado durante la
infancia exhiben una mayor incidencia de violencia
intrafamiliar, ya sea como perpetradores o víctimas,
sin diferencias signicativas entre géneros.
Respecto de la vinculación con sus pares, los pa-
cientes con TDAH frecuentemente enfrentan desafíos
relevantes en el ámbito social, lo que se reeja en ha-
bilidades sociales reducidas, mayores dicultades en
la formación y mantenimiento de amistades y pro-
blemas para interactuar con el sexo opuesto. Además,
presentan una prevalencia más alta de soledad en
comparación con otros trastornos psiquiátricos como
la ansiedad y la depresión. La conducta de adultos con
TDAH puede provocar rechazo, hostilidad y emocio-
nes negativas en otros, lo que afecta profundamente
su habilidad para establecer y mantener relaciones
interpersonales saludables. Este aspecto es particu-
larmente crítico al inicio de la vida universitaria, una
etapa donde las relaciones sólidas son esenciales para
la adaptación exitosa a los retos académicos y sociales.
Finalmente, las competencias parentales se ven
comprometidas en individuos con TDAH. Algunas
investigaciones revelan que las madres con este diag-
nóstico experimentan menor ecacia, compromiso y
control, además de una mayor insatisfacción con la
maternidad y una tendencia a reaccionar excesiva-
mente a los desafíos en comparación con madres sin
TDAH. En los varones con TDAH, las explosiones
emocionales son frecuentes y preocupantes. Es no-
table además que una proporción signicativa de sus
hijos —entre el 43 % y el 57 %— también pueden ser
diagnosticados con TDAH. Los hijos de padres con
TDAH no tratado, independientemente de si ellos
mismos padecen el trastorno, suelen enfrentar mayo-
res desafíos en su adaptación social.
22.2.2 Logros académicos
Las dicultades académicas son evidentes en la educa-
ción inicial y primaria para personas con TDAH, pero
no siempre se maniestan claramente en la universi-
dad, particularmente si no hubo problemas evidentes
en etapas educativas previas. En el ámbito universi-
tario, estudiantes con TDAH no diagnosticado o no
tratado suelen enfrentar desafíos importantes en la
organización y metodología de estudio, regulación de
conductas y procrastinación de tareas. Además, estos
estudiantes muestran una motivación reducida, capa-
cidad limitada de procesamiento y automonitoreo, de-
ciente gestión del tiempo, concentración disminuida
y una menor habilidad para identicar ideas clave y
emplear estrategias ecaces en comparación con sus
pares sin TDAH.
22.2.3 Desempeño laboral
Los adultos con TDAH a menudo enfrentan inesta-
bilidad laboral y desafíos para obtener empleos que
consideran adecuados. Es común que tengan conic-
tos con supervisores y colegas, y que en ocasiones, de-
jen su empleo impulsivamente debido a aburrimiento,
baja tolerancia a la frustración o desvinculación por
parte del empleador. Incluso sin conocimiento de su
condición por parte de sus superiores, estos adultos
suelen recibir evaluaciones más bajas en cuanto a ren-
dimiento, cumplimiento y eciencia. Además, es habi-
tual que experimenten problemas nancieros debido
a una gestión inadecuada del dinero y a comporta-
mientos impulsivos en el manejo de sus nanzas.
22.2.4 Accidentes involuntarios y accidentes
en la conducción de vehículos
Las personas con TDAH tienden a tener un mayor
riesgo de accidentes debido a la inatención, descuido
e impulsividad. Esto se maniesta en una prevalencia
más alta de multas por exceso de velocidad y violacio-
nes de tráco, así como en una mayor incidencia de
accidentes automovilísticos, que pueden complicarse
aún más con el consumo de alcohol o drogas.
22.2.5 Mortalidad
El TDAH no tratado está asociado con una reducción
en la expectativa de vida y un aumento en la morta-
lidad, incluyendo muertes por causas no naturales
como accidentes de tráco, abuso de sustancias y
negligencia en el seguimiento de la salud preventiva.
Además, estas muertes no se deben únicamente a las
complicaciones directas del TDAH, sino también a
comorbilidades clínicas como la obesidad, trastornos
alimentarios y enfermedades respiratorias y cardio-
vasculares. Las personas con TDAH también tienden
a incurrir en conductas de riesgo. Según Franke et al.
(2018), el diagnóstico y el tratamiento temprano del
TDAH pueden reducir notablemente la mortalidad
asociada a este trastorno.
Los adultos con antecedentes de TDAH reportan
una mayor participación en conductas sexuales de
riesgo durante la adolescencia, que incluyen la falta
de uso de protección —por ejemplo, preservativos—,
consumo de alcohol previo a la actividad sexual y la
práctica de relaciones sexuales casuales con múltiples
parejas, en comparación con sus pares sin TDAH.
Esta propensión a adoptar comportamientos riesgo-
sos persiste a lo largo de la vida adulta.
22.2.6 Actividad delictiva
Los adultos con TDAH no tratado presentan una ma-
yor incidencia de involucramiento en actividades de-
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Primer Consenso Argentino sobre el manejo del Trastorno por Décit de Atención e Hiperactividad en la adultez
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 73-99.
lictivas y criminales. Exhiben tasas elevadas de arres-
tos, procesos judiciales y condenas. En consecuencia,
la proporción de individuos con TDAH en poblacio-
nes penitenciarias supera la de aquellos sin este tras-
torno. Además, la frecuencia de reincidencia en esta
población es superior y tiende a ocurrir en intervalos
más cortos en comparación con otras poblaciones.
22.2.7 Desórdenes del sueño
Las alteraciones del sueño son notablemente comunes
en individuos con TDAH, las que pueden comenzar
en la infancia y persistir hasta la adultez. Así, los adul-
tos con este trastorno a menudo experimentan sín-
drome de piernas inquietas, insomnio, somnolencia
diurna y sueño no reparador con mayor frecuencia
que aquellos sin TDAH. Estas perturbaciones del sue-
ño afectan adversamente el funcionamiento cognitivo
diurno, lo cual a su vez repercute negativamente en la
calidad de su desempeño cotidiano.
22.3 Efectos del tratamiento del TDAH
Existe una amplia base de evidencia que respalda la
ecacia de diversos medicamentos en el tratamiento
del TDAH en todas las fases de la vida. En este sentido,
el tratamiento temprano puede modicar de un modo
profundo la severidad de las comorbilidades, así como
mejorar la calidad y expectativa de vida. Por lo tanto,
es crucial realizar un diagnóstico y tratamiento precoz
para prevenir o mitigar los efectos adversos en la vida
de quienes padecen TDAH (Shaw et al., 2012). Un
enfoque multimodal, personalizado a partir de una
evaluación detallada de cada caso y que incluya recur-
sos de apoyo para el paciente y su familia, es esencial.
Además, bajo la supervisión de un equipo de profesio-
nales de la salud competente, el uso de medicamentos
es seguro y efectivo (Magnin y Maurs, 2017; Koshele
et al., 2023; Taipale et al., 2024).
Conictos de intereses: los autores declaran haber
recibido honorarios como consultores, investigadores o
conferencistas con el siguiente detalle: Andrea Abadi de
Adium, Rao, Teva, Tecnofarma, Asofarma y Gador;
Marcelo Cetkovich-Bakmas de Bagó, Janssen, Lund-
beck, Teva, Rao, GSK, Baliarda, Pzer, Astra Zéneca,
Sano, Tecnofarma y Boehringer Ingelheim; Hernán
Klijnan de Rao, Lundbeck, Baliarda, TEVA y Bagó;
Norma Echavarria de Bagó, Rao y Teva; Alicia Lis-
chinsky y Pablo López no reeren; Claudio Michanie
de Bagó, Rao, Teva, Lilly, Janssen y Novartis; Tomás
Maresca de Abbott, Asofarma, Aspen, Ba, Baliarda,
Eurofarma, Gador, Lilly, Pzer, Rao, Sigfried y Teva;
Carolina Remedi, Osvaldo Rovere y Fernando Torren-
te no reeren; Marcela Waisman Campos de Abbott,
Ariston, Bagó, Baliarda, Rao, Roemmers, Temis y
Teva; Gerardo Maraval de Rao, Teva y Bagó; Teresa
Torralva, Diego Cansenso y Amalia Dellamea no ree-
ren; Andrea López Mato de Eli Lilly, Gador, Bagó, Lun-
dbeck, Rao, Janssen, Abbott y Elea; Gustavo Vazquez
de AbbVie, Allergan, Janssen, Otsuka/Lundbeck, Neon-
Mind Biosciences Inc., Asofarma, Elea-Phoenix, Euro-
farma, Gador, Psicofarma, Rao, Siegfried, Sunovion,
Tecnofarma y Tecnoquímica; Alejo Corrales de Gador,
Janssen, Lundbeck, Teva, Bagó, Rao, Glaxo Smith Kli-
ne, Baliarda, Casasco y honorarios académicos y de in-
vestigación de la Universidad de Aharus, Dinamarca.
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100
EL RESCATE Y LA MEMORIA
Situación legal de los alienados en Buenos
Aires a principios del siglo XX
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 100-103. https://doi.org/10.53680/vertex.v36i168.844
https://doi.org/10.53680/vertex.v36i168.844
El 29 de noviembre 1898, cumpliendo con la reglamentación vigente en
la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, el egresado
José Caroni aprobó su tesis doctoral con el título: Consideraciones sobre
legislación de alienados.
Su Padrino, como se denominaba en esa época, fue el decano de la
Facultad de Medicina, el Dr. Enrique del Arca.
El 14 de noviembre de ese año se había designado el Jurado que debía
determinar la admisión y aprobación de la tesis; el mismo estuvo integra-
do por el Académico Rafael Herrera Vega, el Prof. Titular de la cátedra de
Enfermedades mentales, Domingo Cabred, y el Profesor Dr. Domingo S.
Cavia, quien ocupaba el cargo de profesor sustituto (equivalente al actual
de profesor adjunto) de medicina legal, junto con el Dr. Antonio de Veyga.
Caroni era ex-interno del Hospital Nacional de Alienados, dirigido a
la sazón por Cabred.
Al comienzo de su texto de 46 páginas el doctorando delimita el al-
cance y los objetivos de su ponencia en los términos siguientes: “Como lo
indica el título, este trabajo no consiste sino en algunas consideraciones
sobre legislación de alienados; no he tratado de hacer una ley, lo que hubie-
ra sido una tentativa superior a mis fuerzas, sino que trato de describir los
procedimientos que se usan para recibir y dar de alta a los alienados en los
manicomios que hoy existen en nuestro país, para que se pueda apreciar la
necesidad imperiosa que se siente de una ley de alienados, y trato de enu-
merar los puntos principales a mi juicio que debe abarcar una legislación
de esa especie. No hay en nuestro país una ley que ampare al loco, fuera
de alguno que otro inciso perdido entre los artículos de nuestros códigos,
ni hay tampoco una ley que determine clara y netamente, las atribuciones
y derechos de los Directores de los Establecimientos de Alienados. Solo
con esa ley se podrían regularizar las condiciones anormales dos grandes
Establecimientos de Alienados, encerrando dentro de ellos, más de dos mil
habitantes de la República, privados ilegalmente de su libertad.
No se puede, por cierto, culpar de ello a los Directores de esos Estable-
cimientos, que son los que más han trabajado por que se dicte una ley de
alienados que sea para ellos una garantía en el ejercicio de sus funciones.
Luego de una Introducción histórica acerca de la evolución de la no-
ción de locura en la cultura occidental desde Hipócrates hasta los refor-
madores del siglo XVIII, el autor se escandaliza al constatar el incom-
prensible vacío jurídico que describe, en esa Argentina embarcada en la
modernización que propugnaba la generación del 80: “En América que
yo sepa al menos, solo los Estados Unidos tienen ley de alienados, las de-
101
El rescate y la memoria
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 100-103.
más naciones de este continente, ni nosotros mismos,
que tenemos la pretensión de marchar a la cabeza de
la civilización y del progreso en la América del Sud, y
que con razón nos vanagloriamos de las adelantadas
leyes tenemos, a pesar de los esfuerzos de algunos de
nuestros distinguidos alienistas, esa legislación que
vendría a llenar un vacío, atender a una necesidad y
darnos el honor de ser la primera nación de Sud Amé-
rica en llevar a cabo ese gran adelanto.
Se considera que el primer proyecto de ley sobre
alienados en el país fue esbozado por el Dr. Emilio
Coni, en 1879. Esa propuesta contenía disposiciones
sobre establecimientos de alienados públicos y priva-
dos, sobre asistencia domiciliaria y proponía normas
de control y vigilancia para evitar las internaciones
injusticadas y garantizar la liberación del interno cu-
rado. En 1891 Ramón Tejerina incluyó otro proyecto
en su tesis “La locura y la ley”; pero ninguna de esas
iniciativas alcanzó estado legislativo.
Caroni no las menciona en su tesis, quizás porque
ambos antecedentes constituían un avance parcial; en
ambos casos la preocupación central no era el indi-
viduo sino la delimitación precisa de las condiciones
bajo las cuales alguien podía ser internado, y porque
no alcanzaron a entrar en el Congreso Nacional en
forma reglamentaria, como sí lo hicieron los proyec-
tos que menciona explícitamente: “En el año 1894, el
Dr. Domingo Cabred, formuló un proyecto de ley de
alienados, en colaboración con el Dr. Eliseo Cantón,
diputado por Tucumán, quien lo presento a la Cámara
de Diputados para su estudio.
En el mismo año el Dr. Antonio F. Piñero, presen-
taba a la misma Cámara, por intermedio de Dr. Félix
María Gómez, diputado por Corrientes, otro proyecto
de ley de alienados.
Sin embargo, Caroni se lamenta de la lentitud del
trabajo de los diputados y critica enfáticamente la es-
casa labor parlamentaria: “Ambos proyectos, a pesar
de los cuatro largos años transcurridos, están todavía
a estudio de la Comisión de Legislación de la Cámara.
Quiero suponer que esa Comisión se ha ocupado del
estudio de los dos proyectos, pero es por demás sen-
sible que a pesar del tiempo transcurrido, no haya sa-
lido de ese Cuerpo Legislativo una ley tan necesaria.
Y a continuación, insta a sus colegas médicos le-
gisladores a involucrarse en el problema y tomar una
iniciativa más decidida: “Algunos de nuestros distin-
guidos médicos forman parte de esa Cámara, a ellos
les toca, en nombre de la profesión que ejercen, hacer
resaltar ante los legisladores la importancia y la ne-
cesidad de esa legislación y a ellos toca trabajar con
todo empeño para conseguir la promulgación de esa
ley. Habrán presentado con ello, un verdadero servicio
a sus colegas, y el rol humanitario de médico estaría
llenado, al contribuir a dotar al loco del amparo que
para este signica una Legislación de Alienados.
Poco se sabe de la trayectoria profesional y la bio-
grafía de José Caroni. Aparentemente, enseguida de
graduarse, se haba radicado en la localidad de San
Pedro, Provincia de Buenos Aires, reemplazando
como médico de la sociedad “Unione e Benevolenza,
fundada por inmigrantes italianos en esa localidad, al
Dr. Emilio Rua, fallecido por contraer el cólera en la
epidemia que asoló la ciudad en 1895.
A continuación se reproduce el fragmento central
de la tesis de José Caroni.
102
El rescate y la memoria
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 100-103.
1. Caroni, J. (1898). Tesis “Consideraciones sobre legislación de alienados: Tesis para el doctorado”. Imprenta y Librería Boullosa, Buenos Aires,
46 p. Consultable en: Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires, Biblioteca Central “Juan José Montes de Oca”, Ubicación 935T.
Consideraciones sobre legislación de alienados. TESIS, 18981
(Fragmento)
“Existen en la República Argentina solo dos Esta-
blecimientos públicos, destinados a los alienados y los
dos en la Capital Federal. El Hospicio de las Mercedes
destinado a los alienados del sexo masculino y diri-
gido actualmente por el distinguido profesor de en-
fermedades mentales de la Facultad de Medicina de
Buenos Aires, Doctor Domingo Cabred y el Hospicio
Nacional de Alienadas, destinado como su nombre lo
indica a enfermas y dirigido en la actualidad, por el
distinguido alienista Doctor Antonio F. Piñero.
Hay además otros dos establecimientos públicos
que sin ser manicomios, sino hospitales para toda cla-
se de enfermos, tienen una sección destinada a alojar
los locos de ambos sexos. Uno de ellos pertenece a la
provincia de Buenos Aires, es el Hospital Melchor Ro-
mero, el otro pertenece a la provincia de Santa Fe.
Hay además en la Capital de la República, un esta-
blecimiento privado de alienados de ambos sexos, es
el Instituto Frenopático.
Vamos a pasar en revista las condiciones estableci-
das en ambos Manicomios para recibir a los enfermos.
En el Hospital Nacional de Alienados, basta que
una persona, sea o no de la familia de la enferma, se
presente con un certicado rmado por dos médicos,
diplomados en el país, que certiquen que la perso-
na que va a ser internada está afectada de enajenación
mental, para que sea aceptada y asilada como enfer-
ma. Este es el caso mas frecuente.
Otras veces se reciben enfermas enviadas por la
Policía de la Capital o por la Asistencia Pública, a
las cuales se exige la nota de remisión de la enferma,
acompañada del certicado facultativo de dos médi-
cos de la Policía o de la Asistencia Pública, según el
caso. O bien son remesas, verdaderos lotes de locas,
que mandan las autoridades policiales de las distintas
provincias y territorios nacionales de la República y
para recibirlas basta con la correspondiente nota de
remisión de esas autoridades y el certicado de los
médicos de esas reparticiones.
Como es natural, llegado el caso de presentarse una
persona acompañando a una enferma, cuya interna-
ción se impone en el acto por ser peligrosa su estadía en
la familia para ella y para las personas que la rodean, se
recibe esa enferma, sin que se le exijan por el momen-
to, a la persona que la trae, los certicados médicos de
práctica, y el interesado rma en un libro talonario en
una parte en que especica por quién ha sido colocada
la enferma en el Hospital. Esta rma de la persona que
coloca a la alienada, se exige en todos los casos.
Puede también la enferma ser remitida al Manico-
mio por orden de juez; en ese caso la enferma viene
con la orden del juzgado remitente o con una copia de
los autos y de los certicados facultativos, y es recibi-
da con esos documentos, quedando en el Hospital en
asistencia y a disposición del juzgado que la remitió.
Otro caso, poco común, como es fácil compren-
derlo, es aquel en que una persona solicita su propia
internación en el Manicomio.
El caso está previsto en el Reglamento del Hospital
y éste exige que la persona que solicita la asistencia,
deberá rmar en el momento de su ingreso, en pre-
sencia de una persona adulta de su amistad y ante el
Director del Establecimiento o de quien represente
a éste, una solicitud de ingreso al Hospital, dirigida
al Director y en la que exprese el tiempo por el que
desea ser internada, tiempo que no puede exceder de
diez días. La solicitud podrá ser renovada varias veces,
pero siempre será por el plazo de diez días cada vez.
---------
El Hospicio de las Mercedes destinado a los alie-
nados está bajo la dirección de la Asistencia Pública
y siendo ésta una corporación médica, interviene en
todos los ingresos a la casa.
---------
Las enfermas salen del Hospital de varias maneras,
que están generalmente en relación con la forma de
ingreso y con su estado mental en el momento de la
salida.
Si una enferma está curada y tiene familia, se le
avisa a ésta para hacerle saber que esa enferma está
103
El rescate y la memoria
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 100-103.
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dada de alta y que debe presentarse a hacerse cargo de
ella. La boleta de alta es rmada en todos los casos por
el Médico Director.
Cuando sale mejorada o en prueba, lo mismo es
entregada a la familia y en el libro de altas consta el
estado en que salió la enferma.
Sucede el caso de que se presenten los parientes de
la enferma y quieran llevársela a pesar de la opinión
médica en contrario, invocando sus derechos de pa-
rientes. En ese caso se les entrega la enferma, pero el
Hospital salva su responsabilidad, haciendo quedar
una constancia en el libro de altas, de que la enferma
ha salido contra la opinión del Director.
Esa constancia es rmada por el jefe de la familia o
por la persona que colocó a la enferma en la casa.
Las alienadas remitidas por la Policía de la Capital
o la Asistencia Pública y a las que no se les conoce pa-
rientes, una vez curadas son puestas en libertad y ellas
mismas en ese caso pueden rmar en la boleta de alta.
Cuando las enfermas remitidas por la Policía de
las provincias o territorios nacionales están curadas y
no tienen familia conocida que se haga cargo de ellas
aquí, se da aviso a la autoridad que la remitió, dán-
dole cuenta de la curación de la enferma y haciéndo-
les presente que deben mandar buscar la enferma o
enviar los recursos necesarios para que ésta vuelva al
lugar de su residencia habitual. Pocas veces, desgra-
ciadamente, se cumple con este deber de humanidad
y muchas veces tiene que buscar el Hospital de dar a
la ex-alienada, cualquier ocupación remunerada den-
tro del establecimiento, para que esa persona pueda
reunir los recursos necesarios para volver a su hogar.
Otras veces vuelve al punto de donde vino, merced a
que alguna persona caritativa le ha proporcionado los
medios para hacerlo.
¡Cuánto bien haría a estos desgraciados y cuántos
abusos evitaría una ley de alienados apropiada!
Cuando la enferma que se ha curado está a disposi-
ción de un juzgado, el Hospital pide a éste que dispon-
ga su traslado a donde lo juzgue conveniente y el juez
manda buscar a la enferma.
En el caso de internación voluntaria se le hace sa-
ber a la asilada que ya no necesita permanecer en el
Hospital.
---------
Las salidas del Hospicio de las Mercedes se llevan
a cabo con variantes de poca importancia, como en el
Hospital Nacional de Alienadas, lo que me excusa de
referirlas detalladamente.
Como se ve, la falta de una legislación de aliena-
dos hace que casi ninguno de los enfermos asilados en
ambos manicomios, esté recluido legalmente.
Si recordamos algunas disposiciones del Código
Civil, vemos cómo se prestan estas condiciones en
que están recluidos los alienados, a la producción de
conictos que con un n mas o menos honesto pue-
de provocar cualquier persona, envolviendo como es
consiguiente en las consecuencias a las Direcciones de
los Hospitales de alienados que no tienen una ley que
las ampare en sus funciones y que se ven expuestas a
quedar en una situación equívoca, sin tener una auto-
ridad en qué apoyarse.
Los perjudicados con esto, son siempre aquellos
que menos debían serlo, el alienista y el alienado. El
primero por que no sabe nunca a ciencia cierta hasta
dónde puede llegar sin atraerse compromisos y con-
tratiempos inmerecidos y el segundo porque conver-
tido en un ser incapaz de velar por sus intereses ma-
teriales y morales, no encuentra la mayor parte de las
veces una mano amiga que lo proteja y le ayude en su
naufragio intelectual.
Nada disculpa el que no se haya adoptado o forma-
do aún por nuestro Congreso, una ley de alienados.
Algunos de nuestros médicos distinguidos como
los Doctores Emilio Coni, Antonio F. Piñero, Domingo
Cabred, Eliceo Cantón y no sé si algún otro, han remo-
vido en distintas épocas esta interesante cuestión, pero
jamás sus esfuerzos han encontrado la acogida que me-
recían, en aquellos que por los altos cargos que ocupan
tienen el deber ineludible de prestar atención a una
cuestión de tan alta importancia social como es ésta.
No nos faltan tampoco ejemplos y fuentes a don-
de recurrir para hacer mas fácil el trabajo, pues aparte
de que hay entre nosotros algunos proyectos de ley de
alienados, elaborados por los distinguidos médicos
que acabo de nombrar, tenemos en todos los países
europeos, previsoras y sabias leyes de alienados, en las
que encontraríamos algo aplicable y adaptable a nues-
tro país.
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Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 104-105
LECTURAS
Juan Carlos Stagnaro
La tragedia de las instituciones de Salud Mental
Juan A. Garralda
Letra Viva, 2024.
Juan Alberto Garralda tuvo un largo recorrido profe-
sional en el campo de la psiquiatría y la salud mental.
Su carrera se desarrolló en el ámbito de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. Oriundo de San Fernan-
do, cursó sus estudios de medicina en la Universi-
dad de Buenos Aires y, en 1971, ingresó como mé-
dico residente al Hospital “J. T. Borda”; después fue
Jefe de Residentes y, luego, Jefe de la Guardia hasta
1979, época en la que fue “invitado”, como él relata,
a irse de la institución. Corrían tiempos de dictadu-
ra y esa fue la causa del injusto despido encubierto.
Una década después volvió al hospital, pero entonces
como director del mismo. Fueron dos años de cam-
bios administrativos y reformas, hasta que fue nueva-
mente despedido. Años después volvió al Borda para
integrarse al Servicio 29, del cual llegó a ser Jefe por
concurso y, otra vez, por consenso de sus colegas,
ocupó la dirección del nosocomio. De allí pasó a la
Dirección de Salud Mental de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, con el propósito de crear instituciones
intermedias en la comunidad a n de reducir el tiem-
po de las hospitalizaciones en la institución monova-
lente, como lo indicaba la ley 448; pero, su gestión se
vio trabada por presiones políticas y se vio obligado
a renunciar.
Este azaroso derrotero viene al caso, porque, además
de ser similar al de muchos otros psiquiatras imbui-
dos del deseo de reformas del sistema de atención en
salud mental, que vieron desde hace décadas sus pro-
yectos truncados u obtuvieron solo resultados pun-
tuales, y frecuentemente fugaces, en algunos lugares,
Garralda ocupó lugares que le permitieron tener una
experiencia panorámica del campo sanitario en esa
especialidad. Tuvo así, de primera mano, la vivencia de
los obstáculos, la “máquina de impedir”, las inercias
institucionales, el poder conservador de las corpo-
raciones médica y gremial, en n, ese aparato insti-
tucional y político que genera ante cada generación
de profesionales entusiastas y portadores de ideas
de transformación y mejora de la atención en salud
mental, una sensación de “siempre volver a empezar”,
o lisa y llanamente de retroceso.
Como consecuencia, el libro tiene un sesgo testimo-
nial, como dice el autor: “He preferido darle, en la
medida de lo posible, un tono personal, un poco au-
tobiográco, con la intención no solo de transmitir
números estadísticos y resultados, si no las vivencias
con sus padecimientos y alegrías, el sufrimiento y la
esperanzada ternura, con la que transité el camino de
mi psiquiatría a lo largo de más de cincuenta años”.
Desde el comienzo de su actividad Garralda adoptó,
como muchos colegas jóvenes atraídos por la ideas
de la antipsiquiatría de la época, una posición muy crí-
tica de las condiciones de hacinamiento, hospitalismo
y anomia que sufrían las personas internadas en las
viejas instituciones monovalentes.
Considerando que esa verdadera tragedia es mul-
ticausal, enumera las variables en juego e identica
“factores biológicos, médicos, económicos, históricos,
morales, jurídicos, legales, sociales, políticos, gremia-
les, psicológicos, ideológicos, antropológicos y hasta
arquitectónicos […] todos ligados estrechamente
entre sí”, para dar como resultado, en su interjuego,
una “manera irracional de pretender solucionar o cu-
rar lo irracional del ser humano”.
Se adentra así a relatar experiencias, denunciar con-
trasentidos, trampas dialécticas, pactos espurios, nar-
cisismos dañinos y toda suerte de manifestaciones y
fenómenos que se dan dentro de ese tipo de insti-
tuciones totales, así como a fundamentar opiniones
críticas y formular propuestas para mejor encauzar
una verdadera reforma psiquiátrica.
El primer argumento es de una evidencia incontras-
table: es mucho más económica la atención por me-
dio de instituciones intermedias en la comunidad y
en la familia, y mucho más efectiva y humana para los
pacientes, que la hospitalización prolongada. Recor-
105
Lecturas
Vertex Rev Arg Psiquiatr. (2025). 36(168): 104-105.
demos, al pasar, que la evitación de la internación y
el tratamiento en el medio familiar ya los aconsejaba
Lucio Meléndez en el Hospicio de las Mercedes a -
nes del siglo XIX.
El autor critica fundadamente la legislación vigente,
en especial la ley 26657, por diversas razones, aunque
la principal, quizás sea que dicho instrumento legal
fue concebido por personas sin conocimiento de la
realidad clínica y sanitaria sobre la que pretendían le-
gislar. Obviamente, el resultado iba a ser, como lo es
en gran medida, inoperante. También señala lo costo-
so que resulta el mantenimiento de edicios inade-
cuados por su concepción, en contraste con la arqui-
tectura moderna conformada por pequeñas unidades
de internación especializada (no todos los casos son
pasibles de internación en hospitales generales, ar-
ma) para casos agudos por un breve lapso.
Garralda analiza también los fenómenos sociológicos
que se expresan en el clima institucional, desde las
actitudes de pasividad y adaptación empobrecedora
de los internos hasta su contrapartida de desinterés,
inoperancia, descompromiso y cinismo de muchos
miembros del personal, que contrasta con la dedica-
ción y entrega de otros, sobre los que cae el peso del
trabajo más duro y frustrante.
En el penúltimo capítulo da cuenta de los intereses
políticos y gremiales que impiden los cambios necesa-
rios, y naliza con un apartado de posibles soluciones
que giran en torno a las técnicas grupales, a las que
otorga una potencia que, lamentablemente, se utiliza
poco en la actualidad, y que deben abarcar desde los
niveles de conducción, que propone multidisciplina-
ria, hasta las técnicas de tratamiento, pasando por el
conjunto del personal para generar un movimiento
de cambio, benecioso para todos los miembros de
la institución que adoptaría así la característica de una
verdadera comunidad terapéutica.
En n, la lectura de este libro que, debemos decirlo,
hubiera sido realzado por un mayor cuidado del edi-
tor respecto de su revisión gramatical y sintáctica, es
importante porque no es habitual que se escriba un
testimonio honesto, crudo, ordenado, crítico y pro-
positivo, a partir de una experiencia vivencial tan rica
y polifacética como la que tuvo al autor como prota-
gonista. Un documento valioso para el abrir debate,
enderezar lo necesario y no repetir viejos métodos
que han conducido al fracaso y la frustración.
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